Los ‘fósforos’ manitas

Aunque sepamos o no, lo cierto es que en muchas ocasiones nos empeñamos en reparar cosas que acabamos estropeando

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Arreglar un grifo, instalar un enchufe, montar un armario… son esos pequeños arreglos que preferimos hacer en vez de llamar a los especialistas y, claro, al final acabamos provocando un auténtico desastre.

Porque muchos creen que son unos ’manitas’ y que pueden hacerlo y arreglarlo todo. Y de eso hablamos este viernes con ‘los fósforos’ de ‘Herrera en COPE’.

Ramón es técnico de gas y recuerda aquel día que le llamaron para una urgencia en un pueblo de Gerona, que se había inundado. El problema había sido que en una casa ocupada, uno de los ocupas al ver que no tenían agua caliente decidió comprar un calentador en un establecimiento no recomendado y donde tenía que conectar la tubería del agua, conectó la del gas. Afortunadamente la consecuencia fue inundar toda una urbanización porque podía haber sido peor.

Ana cuenta que vive con un “manazas”, su marido. Nos dice Ana que su marido es muy dormilón, que sufre apnea del sueño, y que cuando aún trabajaba por mucho que se pusiera la alarma ella tenía que despertarlo todas las mañanas, hasta que un día se hartó. Así que su marido decidió conectar la alarma del despertado a un timbre, como el de las puertas de las casas, y el primer día que aquello empezó a sonar terminó explotando y echando chispas. Y otra que recuerda de su marido, es que un día junto a su padre estuvieron haciendo la instalación eléctrica de una casa y cuando terminaron y fueron a probar si estaba bien, dejaron sin luz a toda la calle.

El exmarido de Rosa colocó un enchufe en la casa, pero no lo conectó a la luz.

Lo que nos cuenta María sí que es sorprendente. Hace tiempo cuando se fueron a vivir al campo tuvieron que arreglar el baño por lo que llamaron a un fontanero. Se trata de un joven, que mucha idea parece que no tenía. Así que cuando el muchacho llevaba tres días trabajando lo invitaron a comer y “cuando terminó se sentó en el sofá y se durmió”, dice María. Al final, fue el padre del joven quien tuvo que arreglar el baño.

El marido de Reme es otro claro ejemplo de un auténtico ‘manitas’. Un día que estaba montando armarios, al final terminaron enfadados de tanto discutir. Así que Reme decidió marcharse y dejar solo a su marido montando los muebles. Resulta quecuendo vuelve a casa ve que había montado el mueble al revés.

Y por último Puri, que nos dice que las gafas no se pueden limpiar con lavavajillas, que ella lo hacía y que fastidió unas gafas por hacerlo.