"Era terrible, pasabas miedo": una hincha del Real Madrid cuenta a Carlos Herrera lo que vio en Saint Denis

La final de la Champions de 2022 tuvo dos imágenes: la deportiva y la extradeportiva. Dentro del Stade de France se podía ver en las gradas a gente sentada encima de otra y ocupando las escaleras.

El partido, cuya sede fue trasladada de San Petersburgo a París en febrero de este mismo año debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, arrancaba con mucha tensión en sus aledaños con antidisturbios, gas pimienta y robos, que evidenciaban una verdadera batalla campal que de entrada obligó a retrasar el inicio del partido cerca de 35 minutos.

El Gobierno francés ha puesto en marcha un gabinete de urgencia con los organizadores de la final de la Champions para evaluar los motivos por los cuales se generaron fallos en la organización de la final de Champions entre Real Madrid y el Liverpool. Esto hizo que la hora de comienzo del partido se viera retrasada.

Además, muchos aficionados españoles e ingleses fueron acosados por grupos de delincuentes en las inmediaciones del estadio de Saint Denís.

Carlota, una de las aficionadas que viajó para ver la final de la Champions ha contado su experiencia en Saint Denis en la hora de los fósforos de 'Herrera en COPE'. En su caso, ha asegurado que su odisea comenzó en su hotel porque estaba solo a 200 metros de la fan zone del Liverpool. Por otro lado, ha afirmado que el problema no estuvo en las personas que fueron al estadio como aficionados del Liverpool, sino "en las personas que asistieron al estadio sin tener entrada".

La aficionada ha contado que su primera intención era poder acceder al estadio, a través del metro. Sin embargo, finalmente decidieron coger un VTC, porque había mucha gente. Cuando llegaron a allí se dieron cuenta de que el estadio estaba lleno de gente y había aficionados del Liverpool sin entradas. La madridista ha asegurado que era muy fácil poder entrar al estadio ya que los agentes solo pasaban un rotulador por encima.

Por último, ha incidido en la odisea de salir del estadio ya que, todos fueron sacados "en mogollón", en un barrio peligroso y en donde la gente te perseguía y no había policía fuera del estadio. Por la zona de los puentes, los jóvenes robaban y además, se ponían cascos de motoristas para evitar los golpes de la Policía. Esta es una práctica habitual en el barrio francés de Saint-Denis siendo un problema grave de seguridad.

A poco menos de un kilómetro del centro de la capital francesa se encuentra este barrio calificado por muchos como 'multicultural' o 'multiétnico', en el que conviven poblaciones de

así hasta un centenar de nacionalidades, muchos de ellos jóvenes con menos de 30 años.

Incidentes inexplicables aún más sangrantes si te tiene en cuenta que estamos a menos de dos años vista de la celebración de las Olimpiadas de París en ese mismo estadio, el Stade de France, el buque insignia del fútbol francés, con una capacidad para 75.000 personas y situado en el corazón de Saint-Denis, uno de los barrios de los alrededores de Paris más deprimidos, el más pobre de la Francia metropolitana, habitado en buena medida por inmigración musulmana proveniente de las antiguas colonias francesas y de países de Latinoamérica.