La inquietante ‘visita’ que recibía cada noche un oyente de Herrera mientras trabajaba en un parking
Los 'fósforos' nos cuentan algunas de las experiencias que han vivido
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Este lunes hablamos en ‘La hora de los fósforos’ de ‘Herrera en COPE’ de aquellos sucesos o fenómenos paranormales de los que los oyentes de Carlos Herrera han sido testigos.
Adelfa nos cuenta lo que le sucedió una noche iba en coche con su hija para casa y al llegar a una rotonda “vimos justo arriba una cosa en forma triangular, con luces, que nunca habíamos visto. Tan grande como un autobús”. Ese objeto permaneció allí el tiempo en el que ellas tardaron en realizar la rotonda cuando “se marchó”.
Juanjo recuerda aquella noche que volvía a casa con un amigo, “él estaba en casa solo y yo me quedé en una habitación en la que había una guitarra”. Cuando Juanjo apagó la luz, la guitarra empezó a sonar y pensó que era su amigo pero cual fue la sorpresa que cuando encendió la luz “no había nadie allí”. Así que Juanjo estuvo dando vueltas pensando en quien podía haber sido hasta que descubrió a “una polila”.
Hace unos años en el Valle de Lozoya se percibió un ovni, bueno según nos cuenta Julia “se vio una luz que iluminó todo el valle y se tiraría allí 10 minutos”.
Pepe trabaja en un aparcamiento público de noche. Una de esas noches “tranquilas” dice Pepe “veo que se enciende una luz en una escalera pero en las cámaras no se ve nada”. Así que este vigilante decide acercarse a esa escalera y se ‘encuentra’ con una mujer a la que le pregunta si necesita ayuda pero sale corriendo. Esto le sucede algunas noches más a Pepe, incluso una de ellas intenta seguir a la mujer escaleras arriba pero logra desaparecer. Así que pasan los días y Pepe decide contárselo a sus compañeros, uno de ellos “se pone blanco cuando se lo digo y mi encargado me dice que deje a la mujer”. Hasta que un día, un chico de mantenimiento del negocio que hay encima del aparcamiento me pregunta que qué es lo que veo y cómo va vestida esa mujer y confirma que “hace unos años en esas escaleras murió una mujer, vestida de esa manera, por un golpe de calor”.
La de Luis es una historia que ocurrió hace unos 30 años cuando estaba haciendo la mili en Cádiz. Estaban en un polígono y a Luis le tocaba hacer guardia esa noche así que salió a hacer la ronda “acompañado de un perro que había allí que siempre nos acompañaba cuando salíamos”. Al llegar a una de las garitas, la más alejada del cuerpo de seguridad nos dice Luis que “el perro no solo no sube sino que la bordea y se va a una distancia. Al subir a la garita noté algo aunque no vi nada, como si hubiera alguien escondido, como un descenso de temperatura”. Al cabo de un tiempo al comentarlo a mis compañeros me dicen que en esa garita se había pegado un tiro un chaval cuando estaba haciendo guardia y que por eso quitaron las guardias de las garitas.
Ramón viajaba con su cuñado de Córdoba a Sevilla y asegura que a la altura de Carmona “al fondo, sobre una montaña, vimos una luz con mucha intensidad y un objeto que salía hacia nosotros y de repente se para”. El objeto salió volando y ellos pensaron que se había ido “hasta que de repente vuelve a bajar hasta quedarse a unos 10 minutos del suelo” y mi cuñado y yo nos quedamos alucinados.