Juana, la fósfora a la que le robaron las compras mientras se probaba unos vestidos horrorosos con su hermana
La propuesta de una consejera de Castilla y León para que las tiendas cobren por probarse ropa o calzado ha puesto en antena historias de probadores de los fósforos.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Historias de todo tipo y calado, como se pueden imaginar. A Juana la desplumaron mientras se probaba unos vestidos horribles con su hermana, "nosotros no parábamos de reír y escuchábamos en el probador de al lado muchas risas, cuando nos dimos cuenta nos habían robado todo, todo lo que habíamos comprado ante. Tengo un recuerdo muy amargo de aquella experiencia" recordaba en 'Herrera en COPE'.
A Pilar le salió mejor la jugada, quería comprarse un pantalón negro y cuando se lo estaba probando descubrió que en uno de los bolsillos de la prenda había un billete de 20 euros. No se quedó con el pantalón "porque aunque tenía la etiqueta estaba claro que estaba usado", pero ganó un dinero extra con el que nunca pensó contaría.
Y Encarni ha contado la escena que vivió en el mercadillo de Cádiz. En uno de los puestos, una señora pregunta a la vendedora si tiene espejo. Esta le contesta: "espejo no, pero le doy mi opinión", respuesta que indignó y mucho a la clienta que refunfuñando se fue diciendo, " y a mí, ¿qué me importa su opinión?".
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Son tres ejemplos de historias de probadores, pero por los micrófonos han pasado muchos más fósforos, como la empleada de unos grandes almacenes en los que vendieron el abrigo de uno de los empleados porque estaba colgado en un probador y le sentaba muy bien a un cliente. Cuando el compañero fue a por su abrigo para salir a comer, se dieron cuenta del error".