Los 'fosforos’ cofrades: "Había muchas ganas para dar cada paso por cada alma perdida por la pandemia"
Dos años después, los pasos de Semana Santa vuelven a pasear por las calles de nuestro país y brotan sentimientos en cada una de sus esquinas
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1.000 días, dos años, han pasado desde que el coronavirus encerrara nuestras imágenes, palios, pasos en sus iglesias sin poder ser admiradas, veneradas… como solíamos hacer cada Semana Santaen nuestro país.
Una larga espera que, finalmente, este año, este 2022 ha visto su recompensa: la de volver a ver a nuestro Cristo y nuestra Virgen por las calles.
Un año en el que han vuelto a plancharse las túnicas, las puntas de los capirotes se adivinan a lo lejos, el olor a incienso en las calles, las luces de las velas y el chirrido de los neumáticos por la cera, las bandas vuelven a tocar sus instrumentos con las mejores de sus marchas, los costaleros alzan con sus gritos cada uno de los palios…
Un año en el que volvemos a sentir aquellas emociones perdidas. Un año en el que recuperamos nuestra tradición, nuestra fe, nuestra devoción. Un año de recuerdos por todos aquellos que se fueron.
Y, por eso, este Lunes Santo queremos que los ‘fósforos’ de 'Herrera en COPE' nos hablen de este reencuentro con la Semana Santa, con sus procesiones….
Lola, asegura que esta Semana “hemos recuperado nuestras raíces”. Aunque asegura que ayer sufrió un poco porque vi a mucha gente sin mascarilla en la calle y no entiendo que la gente la lleve en los transporte públicos nos las lleva pero ayer nadie, en la bulla nadie lo lleva. “El bicho está aquí”, recuerda Lola. Además, nos cuenta el año en el que la Hermandad de la Fe de Sevilla, de la que su madre era devota de la Virgen de Consolación, y cuando murió su madre el capataz le dedicó la chicotá a mi madre Carmen: “aquello fue impresionante, precioso y alivió el dolor que llevaba”