Lo que le ocurrió a un oyente de Carlos Herrera en una visita escolar a un parque de atracciones: “Me cayó..."

Jeff Reitz ha entrado en el libro Récord Guinnes tras visitar Disneyland tras casi 3.000 días seguidos desde 2012 hasta que la pandemia del coronavirus lo paralizó todo. En total han sido ocho años. Tres meses y 12 días.

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Aseguraba este californiano en una entrevista para Guinness World Records que “comenzó como una broma entre amigos cuando Disneyland anunció que iban a ofrecer un Día Extra Disney, en 2012″ y ahora es una celebridades del parque de atracciones tan conocido y famoso como el propio Mickey Mouse.

Y aquí ¿nos gustan tanto los parques de atracciones? En España tenemos unos cuantos repartidos por nuestra geografía a los que suelen acudir los ‘fósforos’ de ‘Herrera en COPE’ que este lunes nos cuentan sus anécdotas y las atracciones que más le gustan.

A pesar de psar un día malísimo en un parque de atracciones sigue yendo

A Sergio le encantan los parques de atracciones y recuerda una anécdota que le ocurrió en el Parque Warner de Madrid. “Allí fuimos dos días, uno con el hijo de mi pareja; y otro, con mi pareja”.

Fue ese segundo día cuando Sergio y su compañera subieron al Looping Star, una de las atracciones más famosas de este parque de atracciones “que hace loopings en todos los sentidos” explica el oyente. Pues bien, una vez que termina la atracción le dice a su chica “vamos a sentarnos que estoy algo mareado” hasta que vio “fundido en negro”. Sergio se recupera, pero otra vez “fundido a negro”.

Consigue despertarse “malísimos y con sudores fríos” y como sigue contándonos “veo que viene el de emergencias con una sillita a paso de Semana Santa”. Ante esa actitud le dice a su mujer que le diga “del que no se agobie, que no se acelere…”. Tras reponerse y pasar un día malo, confiesa Sergio que sigue yendo a los parques de atracciones.

Lo que le costó animar a un profesor a subir con él a una atracción

Recuerda Antonio cuando tenía 12- 13 años y “fuimos de excursión con el colegio al parque de atracciones de Montjuic, en Barcelona”. Allí había una atracción “muy bestia para la época, que eran dos aviones que se llamaban ‘Las moscas’”.

Lo que hacían esos aviones es dar giros de 360 grados y a ella podían subir personas mayores de 18 años o niños acompañados de mayores, por lo que este fósforos no dudó en “dar la turra al profesor de matemáticas para que subiera conmigo” y al final, lo consiguió.

Una vez que ya estaban sentados en la atracción veo que “en el segundo looping se me pone blanco y empieza a decirme: ‘Para, para… No des más vueltas, por favor’”. Una vez que bajaron, sigue contando Antonio “había vomitados dos veces y tuvieron que llamar a los médicos del parque”.

Eso sí, por aquello que sucedió Antonio cree que “algún suspenso me cayó”.

Una prueba y no más

Cuenta Pedro lo que le pasó a su mujer cuando subió al ‘Superman’ dea Parque Warner en Madrid. “Se quedó ya extrañada cuando le dijeron que tenía que guardar las chanclas en una taquilla”. Recuerda que una vez que la atracción llega a su punto alto “y se ve todo Madrid, miré a mi mujer y tenía los ojos cerrados”.

Desde aquel día, la mujer de Pedro acompaña a su hijo y su marido a los parques de atracciones pero “no se sube en nada”, dice el oyente.