Gay de Liébana: "El examen sobre la economía española del FMI presenta aristas muy preocupantes"
Este miércoles el FMI confirmaba nuestros recelos: la salida del pozo de la economía española costará y se alargará
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Esto no pinta mal, sino muy mal. Las cosas se ponen muy cuesta arriba. Naufragamos. Ayer el FMI confirmaba nuestros recelos: la salida del pozo de la economía española costará y se alargará porque la vulnerabilidad de nuestro país es mayor que la de otras economías avanzadas y aquí las palancas fiscales, como insistimos una y otra vez, no han funcionado y siguen sin funcionar.
FMI
El FMI apunta a una caída del PIB español en 2020 del 12,8%, peor que la proyección del Banco de España. Tal es la situación, que el ultraliberalismo que se achaca al FMI da paso a que el Fondo proponga, en España, un capitalismo de Estado para que el capital público apoye a empresas privadas víctimas de la pandemia. Este extremo hay que entenderlo con todas las cautelas habidas y por haber porque la interpretación que tal vez haga algún miembro del Ejecutivo sea malévola: que el Estado se arrogue la propiedad de empresas privadas con dificultades, propiciando que seamos una economía intervenida.
CUENTAS PÚBLICAS
Pero si el examen sobre la economía española del FMI presenta aristas muy preocupantes, más trágico todavía es dar un vistazo a nuestras cuentas públicas. España se aboca a la catástrofe. La deuda bruta de las Administraciones Públicas, es decir, los pasivos en circulación a 30 de junio sumaban 1.886.011 millones de euros, el 161% de nuestro PIB que se estima en 1.171.748 millones de euros para este año. En seis meses han crecido en 125.000 millones. Si añadimos la deuda de empresas públicas, 38.282 millones, el monto total de la deuda bruta asciende a 1.924.293 millones: 164% del PIB. El remate. El déficit público cosechado hasta 30 de junio se eleva a 61.589 millones de euros, cuando el año 2019 se saldó con un déficit 35.195 millones. ¡Vamos a zozobrar!.