Una turista visita Pompeya, roba unas piedras allí y ese gesto cambia su vida por completo: "No sabía nada"
El colaborador de 'Herrera en COPE', Javier Sierra, explica en qué consiste 'la maldición de Pompeya' y por qué la gente está devolviendo las piedras que robó de la ciudad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un solo gesto puede cambiarte la vida por completo. Una decisión impulsiva en un momento concreto puede cambiarlo todo. O al menos, eso puedes creer y eso puedes percibir por los acontecimientos que suceden después. Y es que hay una creencia popular de que todos aquellos turistas que se llevan piedras de o cualquier otro objeto de la ciudad de Pompeya, tienen mala suerte.
De hecho, son ya cientos de cartas de personas y turistas que muestran su arrepentimiento y devuelve todo aquello que robaron durante su visita por miedo a caer en esta 'maldición' o por una serie de sucesos que son la antítesis a la buena suerte. El escritor y colaborador de 'Herrera en COPE', Javier Sierra, cuenta este martes que esta maldición "funciona para quienes creen en ellas". No obstante, considera que el caso de Pompeya "se les ha ido de madre".
De hecho, desvela que cada mes "reciben cartas con piezas de turistas de distintas décadas para quitarse de encima el mal fario que les ha llevado". Y así cuenta el caso de una joven turista de 21 años, quien en el año 2005 se llevó algunas piezas de los mosaicos de los suelos de Pompeya y montó una especie de "altar pompeyano" en casa.
"Se casó, tuvo hijos y empezó a tener todo tipo de problemas de salud: cáncer de mama, doble mastectomía, su familia entró en casi quiebra y ella atribuyó todo a esas piedras. Escribió una carta a la agencia de viajes de Italia e hizo un paquete y lo envió", desvela Javier Sierra. Esta historia se conoció después de que el director de las ruinas de la ciudad,
Una maldición que muchos achacan a las muertes de la ciudad
Según cuenta Javier Sierra, la gente cree que esta maldición se debe al gran número de fallecidos que hubo durante la erupción del volcán. Se calcula que las primeras 24 horas murieron 5.000 personas. No obstante, en las horas posteriores ascendió hasta los 20.000.
"Es muy tentador para los turistas llevarse algunas piececitas", cuenta Sierra. No obstante, cuenta que hay "historias muy interesantes" sobre esta maldición. De hecho, habla de un turista austríaco, quien tomó una pequeña pieza de bronce de una casa de la ciudad. "Empezó a sufrir todo tipo de desgracias y lo devolvió a las autoridades arqueológicas pompeyanas. Lo agradecieron, pero le informaron de que era una copia", señala.
No obstante, y aunque parezca que se trata de una serie de sucesos negativos, las autoridades celebran que esto sirve para "recuperar piezas importantes". Hace relativamente poco, en Bélgica, se recuperó un friso de mármol que representaba un terremoto que hubo en Pompeya antes de la erupción.
"Se representó en un friso para una de las grandes villas y ese desapareció. Un señor de Bélgica descubrió que en la casa de su padre fallecido estaba ese friso encastrado en las paredes. Se lo había vendido un ciudadano de Pompeya y lo habían tenido puesto sin saber de dónde procedía. Pidió un peritaje, vieron que era una pieza que se buscaba y ahora se ha reintegrado al lugar", apunta.