Naranjo: "Los Mossos desarticulan un comando de dos señores que planeaban comportarse como españoles"

El tertuliano aborda la polémica del himno español durante la ofrenda floral a Casanova en la Diada 

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Carlos Herrera invita a Antonio Naranjo a poner los clavos del día, siempre a las 8:15. Y éstos son los de hoy, con la Diada como protagonista:

En Cataluña se puede arengar desde la Generalitat a los CDR, colgar boca abajo una foto del Rey en su presencia, espiar a los niños en el patio a ver si hablan en catalán y piensan en separata o, entre otras sutilezas del Régimen, esparcir lazos amarillos en edificios institucionales como si fuera caramelos en una Cabalgata.

Pero de todos los excesos visibles desde hace años en Cataluña, los Mossos convenientemente dirigidos por un nostálgico de la Stasi han decidido perseguir el único que no lo era. Qué gran éxito policial: han logrado, nada menos, desarticular al cabecilla de un peligroso comando que, en plena celebración de la Diada, planeaba parecer español.

Juan Ribas iba armado con un himno de España y se cree que, en un polvorín cercano, guardaba un ejemplar de la Constitución, dos tortillas españolas y una mochila repleta de discos de Manolo Escobar y Marifé de Triana. Y estaba dispuesto a usarlo todo.

Por lo demás, los 600.000 asistentes al aquelarre son menos que el año pasado, pero aunque fueran el doble seguirían siendo poco más del 1.27% de la población española. Ya está bien de contar separatistas en manifestaciones y en las urnas, como si la razón legal, social y constitucional dependiera de cuántos apoyan o no la locura. Cada vez son menos, felizmente, pero aunque el 80% de los catalanes respaldara la independencia y saliera de picnic cada 11S, la respuesta tendría que ser la misma: siguen siendo ustedes una respetable pero ínfima porción del conjunto que, ahora sí, tiene derecho a decidir.

¿Y del pacto entre Sánchez e Iglesias? Creo que va a ser más sencillo verte a ti, Herrera practicando natación sincronizada, pero nunca se sabe con ellos y quizá saquen de repente el Adenauer que tienen dentro. Algo sí está claro y es que en esta historia hay rincones oscuros que explicarían por qué Sánchez se cierra en banda al mismo pacto que ofreció a Iglesias hace seis semanas. Quizá la explicación esté en esta pregunta: ¿De verdad cree que el mundo civilizado iba a permitir que gobiernen en España unos tipos conocidos por sus amistades iraníes o echarse a las barricadas contra el G7?