González Ferrari: "Iglesias y sus mariachis recibirán una patada en el culo cuando ya no sean necesarios"
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
Miro y lo que veo es que el Presidente del gobierno no es sólo cómplice de los ataques de sus ministros a La Corona, la Justicia, y la práctica totalidad de las instituciones del Estado que apenas se sostienen pendientes del hilo, cada vez más fino, de la única Constitución que ha permitido a España gozar de las cuatro décadas más brillantes de su larga y convulsa historia.
Sánchez, por mucho que la propaganda y el marketing que dirige su jefe de gabinete, ese Ivanhoe, con J, cuyos escrúpulos son tan artificiales, como su implante capilar, es en realidad el instigador del acoso y derribo de nuestra monarquía parlamentaria. Que ese mequetrefe que responde al nombre de Alberto Garzón, siga al frente de un ministerio tan innecesario, como al menos otros siete más, después de acusar al Jefe del Estado de conspirar contra el gobierno, es la prueba del nueve de que la verdadera conspiración es la que pretende darle la vuelta como a un calcetín a la estructura Institucional para mantenerse en el poder diseñada por Sánchez y ejecutada por Iglesias y sus mariachis que, llegado el momento, recibirán como recompensa una patada cuando ya no sean necesarios para gobernar.
El acelerón puesto en marcha para conseguir que descarrile todo aquello que todavía queda en pié, necesita de una reacción de la izquierda decente y de ese centroderecha incapaz de representar a más de la mitad de los españoles.