González Ferrari: "Los canallas que hoy ejercen el poder deberían mirarse en el espejo del alcalde de La Roda"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Miro las declaraciones del alcalde de La Roda, el socialista Juan Ramón Amores, y no concibo que no se les caiga la cara de vergüenza a los cargos públicos que han aprovechado para vacunarse contra el COVID saltándose todos los protocolos, si es que existe alguno.

Amores es un tipo espléndido al que tuve la ocasión de conocer en los pasillos del hospital Carlos III de Madrid al que acude regularmente para ser tratado de su enfermedad. Juan Ramón padece una ELA diagnosticada hace más de cinco años. Creo que se trata de una ELA Espinal, mucho menos agresiva que la Bulbar, que se llevó a mi mujer de mi lado en poco más de dos años.

Una de esas mañanas de consulta múltiple, mientras esperaba en un pasillo que mi mujer saliera de una de ellas, se me acercó un tipo grandote, con una cara de bonachón que se correspondía con su actitud ante la enfermedad y me dedicó unas palabras de ánimo y esperanza con las que consiguió arrancarme una sonrisa, posiblemente la primera en muchos meses.

Creo recordar que por aquel entonces Juan Ramón era Director General de Deportes de la Junta de Castilla La Mancha. Ayer cuando leí que se había negado a que le pusieran la vacuna para que no le confundieran con los golfos de izquierda y derecha que se habían aprovechado de su cargo para saltarse la fila, reconozco que me conmovió. Los canallas y desaprensivos que hoy ejercen el poder, deberían mirarse en el espejo de Juan Ramón Amores, aunque sólo sea para saber si en el pecho tienen un corazón, o una calculadora.