González Ferrari: "Iglesias ha pasado de soltarse el pelo a recogérselo, clara señal de sumisión a su amo"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Miro y me reafirmo en la tesis de que nunca han existido en la política española dos varas de medir. Sólo hay una y se utiliza contra el PP. La izquierda tiene bula, bajo el paraguas de esa falsa superioridad moral, otro concepto creado por la maquinaria propagandística que con ese prestidigitador mercenario, de nombre terrible (Iván) y apellido acorde a sus emolumentos (Redondo) ha alcanzado cotas, que ni en los mejores momentos de aquella pareja mítica que formaron Alfonso Guerra y Fali Delgado.
Y cómo únicamente hay una vara para medir las supuestas golferías del centro-derecha, habrá comisión de investigación en el Congreso para que la pena de telediario destroce cuantos antes a los responsables de Interior del gobierno Rajoy, y de paso al propio expresidente. El Sanchismo no hace prisioneros. A los de Casado no les queda otra que apretar los dientes y predicar en el desierto. El judicial y el mediático.
Y eso que Iglesias ha pasado de su afición a soltarse el pelo a recogérselo, en inequívoca señal de sumisión a su amo que le devuelve el favor evitando que también se investiguen sus presuntas golfadas. Del caso Dina que nunca existió, al mangoneo al que se han unido las tácticas mafiosas contra su ex abogado, al pobre Calvente al que no le llega la camisa al cuello, y que teme amanecer una mañana con la cabeza ensangrentada de su perro, gato o periquito, si es que los tiene, bajo sus sábanas