Barbosa: “La ley de pandemias, que tanto se le ha pedido a Sánchez, ha dormido en el cajón de Moncloa”
Analiza Sergio Barbosala situación en la que nos encontramos ante el aumento de contagios de cara a Navidad
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¿Qué tal, buenos días? Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible ‘Herrera en COPE’ en este martes 21 de diciembre de 2021.
Un día, por cierto, para que los amantes de las cábalas se deleiten con los guarismos de esta fecha: 21, 12, 21. No sabemos si Nostradamus dejó algo dicho de “el día cuya fecha comience con un 2 y termine con un uno, y entre medias los unos y los doses se miren en espejo, el Valencia le ganará 3-4 al Levante y la humanidad estará hasta el moño de la pandemia del covid”. Hombre, tanto, tanto, tanto... no creo yo que afinara el buen hombre.
Pero, miren, sí es verdad que para acabar de darle su cosa esotérica, resulta que esta tarde vamos a vivir el solsticio de invierno, que es ese momento del año, en el que el día se encoge todo lo que da. No encontrarán un día más corto que este, un día con menos horas de luz.
Así que, a partir de aquí, lo que queda es expandirse e ir buscando poco a poco la primavera trompetera porque una cosa les digo, Dios aprieta, pero no ahoga.
SEGUNDA NAVIDAD PANDÉMICA
Así que, cuando nos queramos dar cuenta, será un día de abril o un día de mayo y recordaremos como un anécdota, los disgustos que nos llevamos aquella segunda Navidad pandémica, que parecía que iba a ser normal y que, a ultimísima hora, casi a traición se torció para ponernos otra vez en el brete de qué hacer con la mesa de Nochebuena o con las colas en los laboratorios y los centros de salud.
Si uno se acerca a su centro de salud, o si se asoma a los medios de comunicación las imágenes y lo que no escucha es muy parecido a esto. Ahora es difícil que alguien, cualquiera de nosotros, en casa, en la familia, en los amigos o en el trabajo no conozca a alguien que esté pasando por ese jaleo de he dado positivo, no me cogen el teléfono, una cola tremenda, al final me han hecho PCR pero no me dan el resultado hasta dentro de tres días y, entre tanto, encerrado.
Como, ojo, también somos muchos los que conocemos a alguien que tiene un negocio de restauración, turismo u ocio nocturno que ya se está temiendo lo peor. Porque ya saben que mañana por la tarde hay reunión de pastores autonómicos con la calma, para ver qué hacemos con la pandemia. Porque a las restricciones que propusieron los expertos de Sanidad el 3 de diciembre no le hicimos ni caso, pero mañana sí, mañana con 80 mil contagios en un fin de semana nos hemos asustado y vamos a ver si por no aplicar pequeñas restricciones en su momento, ahora no querrán algunos arreglar la cosa a cañonazos.
De momento, Cataluña ya es la primera autonomía que solicita a la Justicia poder implantar el toque de queda, cerrar el ocio nocturno y limitar a 10 el número de personas que se puedan reunir. Y algunos dirán, hombre, pero eso no se puede hacer sin un Estado de Alarma, de estos ilegales que se marcó Pedro Sánchez o en su defecto, un Estado de Excepción, que es lo que se debería haber implantado en su momento.
Pues sí que hay margen para que una autonomía lo pueda aplicar, si su superior de Justicia considera que la medida es proporcional y necesaria, en función de la situación epidémica. Así lo dejó dicho el Tribunal Supremo, el pasado mes de julio, al amparo de la ley de 1986.
Así que ahora la cosa vuelve a estar en manos de los señores y las señoras con toga y puñetas. Porque la ley de pandemias, que tanto se le ha pedido a Pedro Sánchez, ha dormido en el cajón de Moncloa, como tantas otras cosas.