Herrera a las 8, viernes 8 de noviembre del 2019

Este viernes acaba la campaña electoral que conducirá a las elecciones del domingo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

¡Cuánto me alegro de saludarles este viernes 8 de noviembre del 2019! Son las 08:00 del día 8. A las 08:00 del día 8 le digo que no hace frío, que no se deje engañar, que no se deje alarmar. Hace fresco, especialmente en la mitad norte, en algunos lugares clásicos del fresco de invierno. Hoy van a seguir bajando las temperaturas. Bueno, esto es ponerse algo en lo alto, tampoco hay que salir en manga corta a la calle.

Hoy termina la campaña electoral. Una campaña corta, muy intensa. Que se lo digan si no a Pedro Sánchez, que por vez primera ha tenido que rectificar: mentón apretado, aspecto tenso, nula, escasa empatía con el ambiente. Todo lo que ustedes quieran, pero he tenido que rectificar de la metedura de pata cuando aseguró que la Fiscalía depende del Gobierno. Lo hizo en una entrevista en La Sexta, que debe ser la quinta o sexta que hace también en esta campaña.

Este no ha sido humilde en su vida. En una campaña evidentemente todo el mundo se cansa. Y Pedro Sánchez tiene derecho a estar cansado, claro, es agotador el ritmo de una campaña para un candidato, pero creo que ahce falta recordarle a Pedro Sánchez que los demás también estamos cansados, muy cansados. Si quieren compramos que fue un descuido, pero todo el mundo sabemos que lo que dijo de la Fiscalía no fue un descuido, es lo que piensa realmente.

Pero hablando de cansancio, todos estamos cansados de que nos hagan ir a votar y que, además, ese ejercicio de ir a votar venga motivado por el cálculo, por el marketing, por querer conseguir esos 150 escaños, por no haber querido negociar para formar gobiernos sensatos y tengamos que venir nosotros a arreglar lo que otros no saben arreglar.

Ayer hubo debate entre candidatas, un debate un poquito más ágil que el debate del lunes, y el día de hoy es el día final de la campaña. Acaba ya una camapaña, lo cual no quiere decir que el día 11 vaya a ser la placidez del lago. Prepárense para otro tipo de campaña, para otro tipo de cosas. Pero nosotros, he insisto en ello, los ciudadanos, usted y yo, usted que se está tragando ahora mismo el atasco, no tendríamos que ser los que acudiéramos a solucionar ese bloqueo, que es lo que, por cierto, a poco que se quiera ver o uno se ponga las gafas, es lo que se vislumbra tras los visillos el próximo día 10.

Eso debería haberlo hecho con más grandeza, con menos egoísmo, el culpable de que sigamos en esto. Y el culpable de que sigamos en esto se llama Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que sigue, además, con el misterio de cuál será el futuro de su orientación, la ausencia absoluta de autocrítica y el aviso de su única praxis política que se conoce porque Pedro Sánchez pasará a la historia de la política como el creador de una fórmula llamada "no es no".

Miren, la convocatoria de estas elecciones, a las que nos enfrentamos el próximo domingo, cuya campaña acaba hoy, es una auténtica irresponsabilidad. Una irresponsabilidad, además, de un mal cálculo. Un mal cálculo viendo que, por otra parte, esta campaña iba a coincidir sí o sí con la sentencia del 1 de octubre, que hemos visto exactamente lo que ha supuesto en las calles de una comunidad autónoma española cómo es Cataluña, con las amenazas consabidas para la jornada de reflexión, que suponen una gravedad extraordinaria, y no digamos para el día de votación. En fin, y el Estado en su primera terminal en aquella copmunidad, que es la Generalidad de Cataluña, tiene que garantizar que todo el que quiera pueda ir a votar en paz y en libertad, sin ningún tipo de coacciones.

Bueno, pues el Parlamento que va a salir va a ser más complicado, más complicado que el último que no fue capaz de poner en marcha un gobierno razonable, va a ser más complicado porque va a crecer por los extremos antisistema y sacar de ahí, de lo que va a salir este domingo, un gobierno, oiga, créanme ustedes, eso va a ser un milagro y, además, un gobierno que esté en condiciones de enfrentarse a lo que si quieren ustedes ahora repasamos: a los desafíos más importantes a los que nos enfrentamos los españoles.

Y luego, además, un gobierno en las condiciones que este irresponsable pretende: el único que gobierna soy yo y nada más que yo. Y que estén a mi lado alguno de los que quieren estar o que quieren estar dentro conmigo, la respuesta es no es no. Incapaz de pactar, porque así lo vimos y así lo comprobamos, tanto a su izquierda como a su derecha. Y ello nos ha traído hasta aquí. Nos ha traído hasta este último día de campaña con desafíos que, oiga, a ver el guapo que llegue cómo los afronta: con Cataluña en carne viva, con una crisis que se ve venir y que, desde luego, como se considera hoy en algunos editoriales de periódicos, oiga, juntar dos elementos como crisis por un lado y gobierno socialista por otro es la garantía de que eso puede ser un...

Bueno, pero el gobierno que llegue tiene que ser lo suficientemente fuerte, fuerte, haber pactado entre diversas fuerzas políticas, a ser posible constitucionalistas, para devolver la convivencia en Cataluña, que no se resuelve en dos días; para enfrentarse al desafío del Brexit, que es una gran incógnita de lo que, por ahora, únicamente sabemos es que hemos evitado el Brexit duro durante unos días, ya veremos todos los demás; para enfrentarse a la conversión de la desaceleración en una crisis. Ahora estamos en desaceleración.

Miren, las crisis económicas, lo cuentan los que saben de estas cosas, también son cíclicas. No la provocan algunos gobiernos, pero hombre, si los gobiernos saben enfrentarse a ellas puede pasar la ola por encima, podemos esquivar la ola, podemos... Bueno, pues eso tiene que hacer el próximo gobierno: preparar unos presupuestos. Estamos todavía trabajando con los presupuestos de Montoro. Y, sobre todo, formar el gobierno a base de pactos y viviendo o echando un vistazo a la realidad de todo lo que se presenta para que nosotros votemos el domingo, cuesta pensar que eso vaya a ser posible.