Herrera, sobre la COP26: “No se cuenta la verdad a la gente: para ser más verdes hay que ser más pobres"

La Cumbre del Cambio Climático (COP26) centra la atenciónde Carlos Herrera

Carlos Herrera

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Señoras, señores, me alegro, buenos días.

Celebro saludarles en una mañana de martes que en realidad tiene corazón del lunes. Martes 2 de noviembre metidos ya en los dos últimos meses de este año 2021 que nos deja en el convencimiento de que el 2022 va a ser todavía más incierto de lo que era el 21 pero, a medida que nos acercamos al 22, a medida que subamos esa tapia o alcancemos la colina veremos qué es lo que hay al otro lado y qué es lo que nos puede deparar este nuevo tiempo.

LA CUMBRE DEL CAMBIO CLIMÁTICO: ¿CUENTAN LA VERDAD?

¿Usted se acuerda de lo que dijeron en las cumbres del clima, en la 22, en la 21, en la 20, en la 19 de los acuerdos que tomaron y lo que se ha cumplido de aquellos acuerdos? Seguramente no. Buenos, pues seguramente pasará esta 26 y tampoco se acordará. Esta Cumbre del Clima que sigue buscando la manera de ser más verdes ante un hecho evidente, objetivo, que es el calentamiento del planeta, planeta que hay que enfriar. En lo que no nos ponemos de acuerdo es en qué plazos y cómo lo hacemos y con qué instrumentos, y a quién le pegamos sablazos aprovechando ese instrumento para poner en marcha eso que tanto le gusta a muchos gobiernos que es colocar impuestos.

Miren, ser más verdes ahora mismo supone en el corto y en el medio plazo una buena parte de la población mundial se enfrente a un cierto nivel de empobrecimiento, esto es así. Y ahora que entre cada uno a valorar si merece la pena o si no merece la pena, que seguramente sí merece la pena. BuenO, lo mismo hay muchos que llegan a la conclusión de que efectivamente el mundo se acaba o que estamos cavando nuestra propia tumba y que habrá que renunciar a ciertos niveles de comodidad. El problema es que los niveles desde los que hay que renunciar a comodidades son muy distintos en muchos lugares del mundo. De unas décadas a esta parte, una serie de países con población gigantesca se han sumado a la vanguardia industrial, ahí tienen a la India, miren cuantos son de personas, a ver si caben, bueno, son muchos; la China ya ni les cuento. Gracias a ese avance industrial han incorporado a millones y millones y millones de personas a eso que se llama la clase media y esa clase media lo habrán notado pues ha incorporado, por ejemplo, al turismo; a las cosas que hacemos otra clase media en el mundo, ya no hay lugar que no esté masificado porque donde antes viajábamos europeos, norteamericanos, algún japonés pues ahora también lo hace los chinos, los indios y los iberoamericanos, que también tienen derecho.

Y esa gente reclama móviles y ordenadores, y mejor ropa, y más comida, y viajar en avión, y viajar en coche, etc, etc. De manera que hemos llegado a la conclusión de que el planeta no soporta que más gente, haga lo que durante décadas solo hacía lo que llamábamos, lo que llamamos Occidente, donde estamos nosotros, mejor o peor colocados. ¿Qué solución hay entonces ahora? Estos países están diciendo, oiga a mí permítame crecer hasta ponerme a su nivel y cuando yo me ponga su nivel no se preocupen que dejo de quemar carbón, pero yo tengo que crecer para poder estar como ustedes y ustedes luego, en fin, es muy fácil desde la cima decisión hay que renunciar todos al carbón, es que el carbón es mi progreso y dice claro pero también es tu condena. Y en ese equilibrio difícil estamos.