Barbosa: "En un país en el que la gente se ha vacunado masivamente ¿tendría sentido un confinamiento?"

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¿Qué tal, buenos días? Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible ‘Herrera en COPE’ en este lunes 20 de diciembre de 2021.

Decíamos a primera hora de la mañana hoy, si te subes a lo alto de este lunes, a la torre más alta de este comienzo de semana, la verdad es que el paisaje resulta bastante entrañable. O, por lo menos, no es el de cualquier semana anodina.

Miren, el miércoles, por ejemplo, ya divisamos el Sorteo de la Lotería de Navidad, que COPE dará en directo, para ver si nos toca algo, ni que sea un pellizquito para algún regalo.

El viernes, Nochebuena, uno de los momentos más bonitos del año. El sábado Navidad, y ya el domingo, para el que sea mucho de San Esteban, pues San Esteban y los canelones.

MANIFESTACIÓN A FAVOR DEL CATALÁN

Que eso se lleva mucho en Cataluña. Menuda Navidad, por cierto, en algunos hogares catalanes, con el “cuñado indepe” justificando que, los profesores de refuerzo que no hay para Educación Especial, que sí los contraten para que haya dos profes en las clases que se deban impartir en castellano por imposición judicial o porque lo haya demandado una malvada familia castellano-hablante.

Eh, el profe de castellano, atormentando a los críos con el idioma de Cervantes y el de catalán, pues no sabemos si para ir traduciendo por detrás, en plan apuntador, o dando apoyo psicológico a los chavales. Pues este fin de semana manifestación en la que se llamó “colonos” a los catalanes castellano-hablantes, con el apoyo de los sindicatos y de Podemos, partido de gobierno. Eso es lo que tenemos.

Manifestación en Barcelona en defensa de la escuela catalana

Manifestación en Barcelona en defensa de la escuela catalana (EFE)

CHILE CAMBIA DE RUMBO

En fin, ¿qué más tenemos? Pues mira, una cosa que le habrá gustado mucho a Podemos. Esta madrugada, Chile, durante muchos años, un referente de políticas liberales y crecimiento económico en Sudamérica, se ha sumado al bando del populismo de izquierdas. El joven Gabriel Boric, de tan solo 36 años, ha ganado unas elecciones presidenciales muy polarizadas. Así que, ojo a ese movimiento, porque el proyecto bolivariano suma una nueva pieza en el tablero internacional.

UN POCO DE OPTIMISMO

Aquí en España, de la luz mejor no hablamos porque hoy nuevo récord histórico. 339 euros el megavatio-hora. Pero cómo Sánchez dice que sólo van a palmar pasta cuatro de cada diez familias, unos diez millones de hogares, pues oye, aquí paz y después gloria.

Lo bueno, para que todo no sean penas es que, por lo menos, nos hemos librado de la huelga de los camioneros. Hoy debían comenzar esos paros, pero el acuerdo del viernes con el Gobierno lo ha evitado. Al final, serán los clientes de las empresas de camiones, las que asuman el trabajo de descarga y lo que pueda subir el precio del combustible profesional.

Otra cosa buena, aunque llegue con retraso, es que hoy por fin llega el AVE a Galicia, Madrid-Orense, que su trabajito ha costado. Ahora falta que llegue al resto de Galicia y a otras zonas de España, como Extremadura.

A LA ESPERA DE LA CONFERENCIA DE PRESIDENTES ANTE POSIBLES RESTRICCIONES ANTE EL AUMENTO DE CONTAGIOS

Y dicho esto. Lo que tiene al personal entretenido es lo que ha anunciado Pedro Sánchez. Dice Moncloa que Sánchez va a salir el domingo a hablar de la pandemia, y a más de uno le dieron sudores fríos porque la pandemia nos ha vuelto un poco perros de Pavlov. Y como las comparecencias televisivas de Sánchez fueron, en muchos casos, para anunciar restricciones duras, pues más de uno se echó las manos a la cabeza.

No me digas que van a anunciar confinamientos o restricciones a la movilidad, ahora que estamos vacunados y que la incidencia, por mucho que se haya puesto en riesgo muy alto, no implica tantos ingresos o fallecimientos como antes. Pues no, Moncloa ya ha dejado caer que las medidas no serán drásticas, pero que medidas sí que se tienen que tomar porque no se puede dejar que los contagios sigan creciendo exponencialmente como lo están haciendo, es decir, que tranquilidad y confianza en las vacunas, pero que un poquito de “por favor” sí que tenemos que tener entre todos, por lo menos en estas semanas en las que la cosa se está complicando.

En un país que este año ha visto como las empresas en quiebra ha crecido un 40%, en un país en el que la gente se ha vacunado masivamente, aun sabiendo que las vacunas en cierta manera eran un parche de emergencia ¿tendría sentido confinar a la gente, a estas alturas, como acaban de hacer, por ejemplo, en Holanda?

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No, y mil veces no. Porque sería un dislate, que además de hacer daño a la economía, tocaría muy seriamente la moral de una sociedad con un cansancio pandémico más que evidente.

Mal por los medios que, por sensacionalismo, o por torpeza. Solo sepan hablar del aumento de la incidencia o las cifras absolutas de contagios, sin entrar en mayores matices. Y quien tenga un miedo insuperable, y pretenda que todo el mundo se limite a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa, pues hay que decirle que eso tampoco puede ser.

Miren, hay científicos que, sabiendo del peligro que tiene este virus, que conociendo que el sistema sanitario puede colpasar si no vamos con cuidado, tampoco son tremendistas. Y ellos mismos descartan un confinamiento, si hacemos las cosas mínimimamente bien. Así lo piensa por ejemplo López Goñi, microbiólogo de la Universidad de Navarra.

Precisamente por eso, porque un confinamiento o medias drásticas se pueden evitar, con que pongamos un poquito de nuestra parte cada uno. A los aprendices de “Leónidas, a los amantes de la antigua Esparta, que estos días andan diciendo “yo me he vacunado, hay que vivir”, y los miedosos y vulnerables que se queden en casa”. Hombre, a esos hay que pedirles tampoco nos vengamos tan, tan, tan arriba.

Primero, porque el Leónidas de hoy, que se ofrece para esperar a ómicron a puerta gayola, lo mismo si cogiéramos el DeLorean y viajásemos a marzo de 2020, fue de los que les faltó tiempo para salir corriendo a casa. Y luego que, lo mismo que hace falta tener visión periférica para no quedarte solo con la incidencia, también hace falta no quedarse solo en el porcentaje de ocupación hospitalaria y decir hasta que esto no esté tan mal como en enero, no hay que hacer nada.

Hombre, a base de tan palada de contagios, con Madrid triplicando en un mes los positivos y el resto de España multiplicándolos por dos, pues ya tenemos a siete autonomías con las UCI al 20%. Y no están a más porque muchas operaciones no urgentes se están cancelando. No hay que esperar a que las UCI estén tan mal como en enero para hacer algo. Sobre todo, porque los profesionales de la atención primara han lanzado un SOS: ahora, sí que sí, están desbordados, dedicados principalmente al covid, dejando de lado casi todo lo demás.

No nos olvidemos del abuelo que se puede romper la cadera, de la joven embarazada que puede tener una pérdida, de nuestra vecina en quimioterapia. Ellos lo mismo, no salen mucho a la calle como les pide Leónidas, y aun así pueden necesitar un ambulatorio o un hospital que no solo esté centrado en el covid.

Y luego están los virólogos, que nos siguen advirtiendo de la ruleta rusa a la que estamos jugando. Ya dijimos que el virus es como un tío con un manojo de llaves en el cinto, y estos días se está poniendo las botas probando cerraduras. Y ómicron no será el fin del mundo, pero es la manera que tiene el covid de decirle a los científicos que empieza a estar cerca de sacar una variante que arruine buena parte del trabajo hecho con las vacunas actuales.

Y si las vacunas esterilizantes, entre pitos y flautas, no se esperan hasta mediados del año que viene, pues lo mismo tenemos la mala suerte de que, entre medias, salga otra variante que vuelva a ser más letal. Porque el tío del manojo de llaves, cuando no está trabajando a destajo en nuestro invierno, lo hace en el invierno del hemisferio sur. Acuérdense que ómicron surgió en Sudáfrica al final de su temporada de frío.

Pero miren, para el que lo de las nuevas cepas lo vea todavía como un peligro muy lejano, hagamos un pequeño esfuerzo con la mascarilla y el contacto social, aunque solo sea por evitar el follón de esta semana. ¿Quién no conoce a alguien, o a unos cuantos ya de su entorno que han dado positivo? Plantillas de empresas que están descuajeringadas (con lo que nos preocupa la buena marcha de la economía), cuarentenas en casa, con su lío correspondiente. No me cogen en el ambulatorio, en la farmacia no hay antígenos, etc, etc...

Eso puede complicar mucho la Nochebuena a las familias, que además, como recuerda José Miguel Rodríguez Frade, investigador del Centro Nacional de Biotecnología, tampoco lo deben confiar todo a los antígenos. A veces, limpiar un poco la agenda social, o tomar medidas extra en esa agenda social en los días previos a la Nochebuena, hace más que cualquier otra cosa. Porque si se van a reunir 6 a cenar, muchas familias lo tienen difícil para pagar 600 euros en PCR.

Así que ¿certezas a esta mañana? Pues, básicamente las de siempre. La mejor herramienta para evitar casos graves, la vacuna. La mejor herramienta para evitar la subida de contagios que nos complique la vida y nos arruine la Navidad, la mascarilla.

Miren, una vez, Juan Eslava Galán, quedó para comer con su compadre Arturo Pérez Reverte y don Arturo le preguntó “¿En qué andas ahora?” Pues en una historia de la Guerra Civil que critica a ambos bandos, y no sé qué título ponerle porque es una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie. Y Pérez Reverte le dijo, pues ya tienes el título.

No sabemos si estos días haremos un relato de la pandemia que no acabará de gustar a nadie en estos tiempos en los que se espera que nos den la razón absoluta pero, aquí en lo que podamos, vamos a tratar de sumar y que cada uno mejore y ayude en lo que pueda, humanamente ayudar. Luego ya, cada cual, que actúe como le guíe su entendimiento.

Todo lo que necesitas saber sobre los test de antígenos

EFE/Villar López