Herrera, ante el advenimiento de 'Vacunator' Sánchez: "Ni se está vacunando rápido, ni salimos más fuertes"
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Señoras, señores. Me alegro, buenos días.
Damas y caballeros, ¡qué alegría, qué alboroto! Por fin, después de tanto tiempo de desorientación, tanto tiempo sin una referencia, tanto tiempo sin el calor de su palabra, sin que los pies se apoyaran bien en el suelo después de andar por barrizales, después de cruzar desiertos sin ni siquiera una gota de agua, ayer compareció.. ¡Vacunator!
Y bajando de sus particulares cielos, con la capa anudada al cuello, tomó la palabra en la Moncloa. ¡Llegó Vacunator! Con su especialidad, esa gran especialidad que asombra a grandes y pequeños: la propaganda. Y con su mejor manejo de aquello que ha transformado en una auténtica maestría: el embuste. Llegó 'Vacunator'. Es un mensaje, además, tranquilizador y de servicio público. El presidente Sánchez está bien, ha sido visto de nuevo en la Moncloa, el encefalograma responde, no hay razón para preocuparse después de dos meses de desaparición.
¿Y ahora qué ha venido a decir 'Vacunator'? Lo mismo. Lo mismo de siempre. Yo os salvo. Seré yo quien os vacune. Yo consigo las vacunas. Van a venir todas en tropel y uno a uno os vacunaré. Porque yo me arremango. Porque cuando yo me arremango, yo arreglo las cosas. Fíjese en la secuencia que sigue Sánchez en este tipo de cosas. Primero saca a Tezanos, calienta el ambiente y da esperanzas a los suyos. Y después protagoniza un acto preelectoral con el argumento de las vacunas que, supuestamente, van a llegar en masa. Cuando él sale es porque le han dicho que van a llegar en masa. Y él, no es que haya hecho gestión para que lleguen en masa. Él sale cinco minutos antes de que lleguen en masa para que haya una conexión entre ambas circunstancias. Ya veremos si luego llegan en masa o no.
Llevaba meses desaparecido. Reaparece por la inmediatez de la campaña electoral, una vez constatado que se mejora el suministro. Nada que ver con su gestión directa. Después de un año de excepcionalidad democrática, como ha supuesto este estado de alarma que le ha librado de ser inquirido, cuestionado, reprobado en su caso en el Congreso de los Diptuados. Para que él, al abrigo de ese estado de alarma, pueda haber hecho y deshecho con mucha más facilidad lo que mejor conoce en la praxis política: la confección de decretos.
Ayer reapareció para anunciar por tercera vez el principio del fin de la pandemia, que ha tenido el mismo éxito sanitario hasta ahora que el 'salimos más fuertes' en la economía. Nuestro principio del fin se traduce en que España soporta uno de los cinco mayores excesos de mortalidad del mundo. Igual que el 'salimos más fuertes' se traduce en el mayor hundimiento económico del planeta y una destrucción de empleo que duplica la media europea. Pero en los mundos de 'Vacunator', en los mundos de Sánchez, todo es distinto. Donde usted ve marrón, su 'sanchidad' ve rosa.
Y ayer, al fin, se dignó a dar alguna explicación sobre ese retraso en la vacunación y anunció que para finales de agosto estarán inmunizados el 70% de los españoles. Lo que iba a ser a principios de junio será tres meses después. Con lo cual, la campaña turística va a quedar temblando. Le faltó comparecer con la bata blanca y una jeringuilla para vanagloriarse de lo que en realidad fue una confesión de culpa. Porque prometió ese nivel de vacunación para principios de junio.
LA RUEDA DE PRENSA EN MONCLOA, UN ACTO DE 'PRECAMPAÑA' DE SÁNCHEZ
Hay elecciones en Madrid. Y no le den más vueltas. Sánchez hace lo mismo que con los comicios en Galicia, en el País Vasco y en Cataluña. Decirles que vayan poniendo el culo en pompa que va a pasar él mismo por su casa, o que se desnuden el brazo, para anunciar grandes avances que luego nunca se producen. Si Sánchez le engaña a usted una vez es culpa de él. Dos... bueno. Pero si lo hace, tres, cuatro o cinco veces, la culpa es suya. Querido españolito que vienes al mundo.
Ni se ha derrotado el virus, ni se está vacunando rápido, ni hemos salido más fuertes. Salvo su amiguete Pablo Iglesias, que se ha hecho millonario mientras ustedes se empobrecían. Las vacunas las compra Europa y las administra las CC.AA. Y a ellos les ha echado la culpa Sánchez mientras no ha habido vacunas. Y si no llega con eso también le echa la culpa a usted, por vivir a lo loco y perpetrar actos tan kamikazes como querer ver a su madre o a sus hijos en Nochebuena. Pero ahora que habrá vacunas, antes o después él sale a presumir como si fuera un logro suyo. Pfizer, Moderna, Astrazeneca, Janssen, la china, la rusa... Y la mejor de todas: la de Sánchez, que inmuniza del covid, salva la economía y si te la frotas por la cabeza, a los que estamos cartones nos crece el pelo. Esto es Sánchez, un chamán de medio pelo que va vendiendo ungüentos milagrosos al incauto.
EL OBJETIVO DE SÁNCHEZ: MADRID
Ahora le preocupa conquistar Madrid. Y como no ha podido pese a intentarlo con estados de alarma, acusaciones de todo tipo, desprecios económicos, restricciones a la carta, burdas campañas... lo va a intentar prometiéndoles a los madrileños la curación milagrosa. A ver si cuela. Y ya veremos si le salen mal estas elecciones vuelve a implantar un estado de alarma con alambradas, pastores alemanes en el contorno, con un dispositivo de seguridad dirigido por el capitán Marlaska...
Porque para intentarles engañar el 4 de mayo, les quita el toque de queda, las mascarillas en la playa y todo eso... Y deja a las CC.AA. sin herramientas legales para pelear contra la cuarta ola. El presidente que ha tenido tiempo para legalizar eutanasia, asalto al poder judicial, la memoria histérica e histórica, la 'lolailo'... Ese no ha tenido tiempo para adaptar la legislación a la necesidad autonómica para contener la pandemia.
'Vacunator', un superhéroe. El 'Batman' que va a liberar 'Gotham' del mal, del virus y del paro.