Herrera: "El Gobierno ha echado de su país al Rey Juan Carlos, el elefante blanco que paró el golpe"
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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!
Es un día tranquilo el que tenemos por delante, quizás algunas lluvias en la Comunidad Valenciana y Cataluña, pero jornada despejada más allá de las nubes y nieblas que se van a ver, sobre todo, por la mañana. Hay temperaturas que suben en zonas de costa, pero bajan en el interior peninsular.
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Hoy es 23 de febrero y, ¿saben ustedes lo que pasa? Que los que tenemos una edad creemos que los que han nacido después se acuerdan, igual que nosotros, de las cosas que pasaron cuando nosotros ya teníamos una cierta edad. Y no es así porque si usted tiene menos de 40 años no puede acordarse del 23 de febrero de 1981 en primera persona. Se lo habrán contado. Y si usted tiene esos años recordará aquella jornada con los ojos de un chiquillo que no fue al colegio o que por la tarde no salió a jugar o que sí, pero veía a gente que andaba nerviosa viendo la televisión, es decir, que muchas de las cosas que hoy diríamos serían para gente que sí se acuerda y que sí tiene una edad. Hace 40 años ya tenía uso de razón para para poder interpretar la realidad de lo que estaba pasando.
Por eso, hoy tiene más importancia que muchos otros días nuestra sección 'Queridos niños'. Es que, queridos niños, justo tenemos que explicar qué conmemoramos hoy: 40 años de un golpe de Estado. Y alguno de vosotros podría decir: ¿de cuál? Porque hace poco hubo uno que paró un rey, por cierto, y el Estado de Derecho y el mecanismo de unos golpistas que luego ha juzgado y ha metido en la cárcel. No, no, me refiero a otro anterior que se dio hace 40 años, día en el que España se levantó sin saber el susto que se iba a llevar por la tarde porque le esperaba una noche de transistores.
España llevaba poco más de dos años con la Constitución vigente, una democracia que daba sus primeros pasos, delicada, la violencia de ETA... Eran años de plomo donde se mataba a diario. El año antetior había dejado 20 secuestros, 135 asesinatos, qué les voy a contar. Con la inestabilidad de un gobierno presidido por uno de los arquitectos de la Transición, que fue Adolfo Suárez, que se echó el país a la espalda para gobernarlo mientras intentaba sacar esto adelante: la crisis económica que gracias a la España del pacto, los Pactos de la Moncloa, pudo intentar cambiar, capear la crisis salvaje que había comenzado a primeros de los 70 y demás. Pero si fuera solo eso... Además había ruido de sables porque, queridos niños, en aquellos años el ejército no era como lo conocemos ahora. No tenía absolutamente nada que ver. Y una buena parte de los uniformados de aquella época no veían con malos ojos los que entonces se llamaba el ruido de sables, a los que les inquietaba que España se consolidara como un país moderno y tolerante, lo mejor era meter cizaña. Y tras muchos rumores algunas operaciones acordadas el 23 de febrero fue el día en el que algunos casi meten la pata y otros se salen con la suya.
EL PAPEL FUNDAMENTAL DEL REY JUAN CARLOS I
Pues 40 años después de que este sujeto entrara en la sede de la soberanía nacional acompñado de guardias civilesl alguno de los cuales no sabían donde iban, pero otros tenían mucha alegría, 40 años después de que algún que otro militar hubiera hurdido con el que desencadenó la operación, una posterior operación para formar un gobierno, vaya usted a saber con quién o tutelado por quién, por qué elefante blanco, sí que tenemos que agradecer a aquellos que nos ayudaron, primero, a detener esta circunstancia y, segundo, a desarrollar la mayor etapa de paz y prosperidad de nuestra nación. Eso fueron un puñado de hombres, pero uno fundamental lo tuvo el Rey Juan Carlos, que vino a España siendo un niño para ser acogido por el Régimen que le negaba a su padre su derecho a ser rey y que vivió atrapado entre el padre, el enemigo de su padre y que encontró el camino de la ley a la ley y se puso delante de una cámara de televisión para decirle al mundo que España había elegido el camino democrático.
¿Qué hizo el Rey Juan Carlos aquella tarde acompañado por el gran Sabino Fernández Campo, esa sombra tranquila y sensata que se movió por la Zarzuela? Llamar a todos los capitanes generales, uno por uno para decirles que no había equívoco posible y alguno hubo que le dijo : A las órdenes de vuestra majestad, yo lo que me diga, si es sacarlos los saco y si es dejarlos los dejo. Y otros decididamente como Milans del Bosch se negaron a hacerle caso al Rey de dajar los carros de combate dentro de los acuartelamientos. Y Armada, que era un hombre que había estado 17 años trabajando con el Rey Juan Carlos. Y que estaba en medio de toda aquella circunstancia, presentándose en el Congreso como salvador de la situación para proponerse como presidente del Gobierno. De todo ello daremos una explicación, así como de lo que ha contado siempre el Rey Juan Carlos acerca del general Juste, el jefe de la Acorazada Brunete, que fue el que advirtió que no se permitiera la entrada de Armada en la Zarzuela, que era la señal que algunos estaban esperando.
¿CÓMO VIVIÓ HERRERA EL 23-F?
Hoy hemos salido para recordar aquella noche en la que España debía despedir a Adolfo Suárez para recibir a Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, que consiguió, gracias a recurrir la sentencia del tribunal militar al Tribunal Supremo, que la condena fuera superior de lo que en principio se había establecido.
Guitiérrez Mellado, que siempre será recordado de pie, sin achantarse ante los golpistas cuando tantos otros no tuvieron más remedio que echarse bajo los escaños. Es verdad que si todos los diputados hubieran hecho lo de Suárez, la alegría de los gatillos de algunos, de los fusiles, a lo mejor podía haber provocado una desgracia colectiva, así que de la épica de aquella tarde y de aquella noche, la noche de de los transistores, la radio y su labor fundamental, servidor estaba en una redacción de la radio acompañado de una joven Julia Otero, a la que desde aquí le mando mi beso como se lo mandé ayer, a la espera de encontrármela inmediatamente en los medios en cuanto se recupere de su contratiempo de salud que ayer ella comunicó.
40 AÑOS DESPUÉS, LA DEMOCRACIA AMENAZADA
Hoy actos en el Congreso a los que no van a acudir ERC, PNV, Bildu, ya veremos si los socios de Sánchez en el Gobierno, Podemos, que cualquier cosa que sea buena para España evidentemente no la van a celebrar. Ni el PNV. Esos están si cobran, sino no. Pero, claro, alguien, el Rey, el presidente del Gobierno, la presidenta del Congreso, que es la que ha organizado lo de hoy, tendrá que recordar al gran ausente. ¿Mencionarán a Juan Carlos? Ese, como dice hoy Ignacio Camacho, el auténtico elefante blanco al que el Gobierno ha echado de su país.
Miren, hace cuarenta años de la culminación de la Transición, aquella fue la fiebre que dio el estirón final al régimen democrático en España, y hoy, 40 años después, lo triste es que la democracia sigue acosada porque los golpistas que hace tres años actuaron en consecuencia insisten en que lo van a volver a hacer con la complacencia, por cierto, de algunas formaciones políticas, incluida una que está en el Gobierno de la nación gracias a la facilidad de perder el insomnio o los somníferos que se ha tomado el que lo preside, llamado Pedro Sánchez.