Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!
Es lunes 26 de noviembre del 2018. Es una bendición esto de que sea lunes. ¡Es fantástico! Es que se nos cambia la cara. Es otra cosa. Sale la gente con una vitalidad a la calle que da gusto en un 26 de noviembre del 2018. Ya a noviembre le queda un “suspirito”. Nada. Ya se nos va y media España ya iluminada. Luces de Navidad en las calles, prácticamente en muchos lugares este fin de semana. En muchos lugares se han encendido luces en las ciudades, espléndidas.
Bueno, hoy va a seguir lloviendo en la mitad norte, en el este de España, de la península. Durante la semana las precipitaciones van a ir remitiendo. Va a entrar un poquito de fresquito, eh. Temperaturas en descenso.
Hay varios protagonistas. Fernando Alonso en el deporte, su emocionado adiós a la Fórmula 1 en Abu Dhabi, quedó undécimo. Hamilton y Vettel le recogieron en una curva, le hicieron un pasillo a lo largo del circuito hasta la línea de meta. Y el fútbol... La verdad es que el fútbol argentino es incomprensible.
Hombre, se entiende la rivalidad. En fin, algún... ¿En qué partido con rivalidad no hay dos o tres que se enganchan? Bueno, sí, pero es que estamos hablando de dos días de violencia, el asalto a la autobús de Boca, las peleas en las calles, robos... Bueno, se ha suspendido el partido, Boca tiene a varios jugadores heridos, en fin... Además, fíjense qué imagen justo en la semana en la que se alberga la reunión del G20 en Argentina, ¿no?
En España, en el fútbol, Sevilla líder. Toma, anda, ¿y ahora qué? Felicidades a mis amigos sevillistas que hoy, la verdad, es que están muy felices y se lo merece porque hacen las cosas, están haciendo las cosas muy bien.
Bueno, pues Bruselas, 18 meses de negociación. 18 meses, oiga, para negociar asuntos técnicos como el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que es una cosa mastodóntica, como saben ustedes, de 27 países que lleva 60 años. Es un club comunitario donde ha ido entrando gente, pero no ha ido saliendo gente. Es la primera vez que sale alguien, pero hay que reconocer que sale alguien que nunca ha acabado de estar dentro y cuando ha estado dentro ha dado por todas partes por donde podía dar. Y la moneda no. El euro, nosotros la libra. Schengen, no. Nosotros fronterita. Acuerdos comerciales, sí, no, pero nosotros... Y el dinero que nosotros damos que sea un poquito menos porque el cheque británico y tu hermana...
Total, y al final, en una campaña que ustedes recordarán, sobre todo la recuerdan los británicos, mentiras de todos los populistas antieuropeos, pues como aquí los tenemos también. El otro día Pablo Iglesias decía no sé qué de Europa. “Si Europa no mira al sur, pues los del sur nos vamos de Europa”. Pero vamos a ver, vamos a ver, bocazas, ¿tú sabes cuántos fondos europeos han venido a España desde el año 1986? Más de 200 mil millones. ¿Eso te parece no mirar al sur? Otra cosa es que haya habido quién no los ha sabido utilizar. Pero en buena medida se han utilizado bastante. Oye, Andalucía 100 mil, eh. 100 mil, por cierto. Hoy debate andaluz. Segundo debate en Andalucía. Los políticos que se presentan a la Presidencia de esta Junta omnipresente en nuestras vidas.
Bueno, vamos a ver. Total, aquellas mentiras de la campaña del Brexit que hicieron que... Y había mucha gente dispuesta a creérselas, y todavía se estaban contando los votos del referéndum cuando los que dijeron aquellas mentira decían que, efectivamente, reconocieron que eran mentiras. Pero bueno, salió que salir, y entonces se han puesto manos a la obra en un acuerdo de salida del Reino Unido que ayer ratificaron todos los países miembros. España también.
Ah, ¿pero España no iba a vetar? No, España no iba a vetar porque no podía vetar. España no ha levantado ningún veto porque no lo tenía. No hacía falta. Era mayoría cualificada. O sea, daba igual que España dijera que no. ¿Y por qué iba a decir España que no? Porque en los 185 artículos, hubo uno, el 184, ahí metido, así genérico, con estas cosas, que interpretado de forma jurídica por quién sabe, normalmente un abogado del Estado, un especialista en Derecho comunitario, decía: “A partir de ahora todo lo que haya que negociar, lo negocia Reino Unido con la Unión Europea”. Y usted dirá: “Normal, ¿no? ¿Con quién va a negociar?” Sí, pero como ahí no se dice que hay una cuestión particular que es Gibraltar. Y que si se habla de Gibraltar debería estar España, como era hasta ahora, al no haberlo puesto, al no haberlo implementado, dicen ahora los redichos, pues entonces es como si no existiera esa...
Mañana tienen que hablar de Gibraltar. Puede exigir del Reino Unido, “yo hablo solo con el representante de la Unión Europea y el español que le vayan dando”. Y eso lo descubre tarde en nuestra diplomacia, nuestro Gobierno, porque ha actuado tarde, poco y mal. Y cuando se da cuenta, se pone Pedro Sánchez estupendo y habla del veto, que es una cosa que no podía poner. No podía hacer.
Bueno, ¿y entonces cómo ha salido todo? Primero, sale el acuerdo como está. Y a Pedro Sánchez le han enviado tres cartas: una Donald Tusk, otra Jean-Claude Juncker y otra un embajador británico. ¿Y qué dicen esas cartas? No te preocupes, Gobierno de España, que cuando haya que hablar de lo de Gibraltar te llamaremos. Y se pone Pedro Sánchez estupendo, y en virtud de esa inclinación casi enfermiza a la propaganda que tiene su Gobierno, que es de las pocas cosas que cree que sabe hacer y también la hace mal, dice: “Acuerdo histórico con Gibraltar. Lo que hemos conseguido, madre mía”. ¿Cómo que lo que hemos conseguido?
Eso ya lo consiguió el Gobierno anterior en abril del año 17. ¿Pero qué estás diciendo? Es un documento de declaración de intenciones, 3 en este caso. Y que, además, pueden variar en el futuro. Lo que está firmado en un tratado no, porque eso tiene carácter jurídico. Y si usted se siente afectado o se siente despreciado por ello, puede ir a un tribunal de justicia. Con esta carta tú no puedes ir a ningún tribunal de justicia de ninguna parte. Lo firmado en un acuerdo es permanente, la cartita del embajador británico que está haciendo, por cierto, circular por ahí el “mani” de Gibraltar, Fabián Picardo, esa cartita no tiene ningún valor jurídico. Pero bueno, esto ya... Un acuerdo que parece que es que hayamos...
Y, además, fíjense, Theresa May dice lo contrario, la primera ministra británica. Usted elija a quién quiere creer. Allá cada cual. ¿Qué pasara con Gibraltar? Pues mire, va a pasar... Muchos somos los que... Vamos, por nosotros se puede meter la roca dónde les quepa siempre que, efectivamente, esa roca, ese territorio no sea un nido de contrabandistas, que perjudica seriamente la economía española o muchos ámbitos de la sociedad española, aunque beneficia a una serie de trabajadores del Campo de Gibraltar.
Pues mire, en Gibraltar ahora no estará en la Unión Europea porque se va con Londres. Entonces todas las casitas en las que viven en la Costa del Sol los gibraltareños, estupendos, que tienen sociedades y que tal y que cual, van a tener otra relevancia administrativa. Y van a tener que cruzar una frontera. Frontera de la Unión Europea. Y no va a ser lo mismo trabajar con Europa con esas sociedades fantasmas que tienen en Gibraltar. Tendrán que hablar con España. Claro, si nos queremos las cartitas. Allá cada uno.
Miren, ¿por qué Gibraltar no es español? Pues por una razón muy sencilla. Porque es más importante el Reino Unido. Si España fuera más importante que el Reino Unido, Gibraltar ya sería español hace años. De la misma manera que China empezó a ser más importante que el Reino Unido y Hong Kong se fue a China. Si no, Hong Kong se quedaba en el Reino Unido. ¿Por qué hay otras plazas reclamadas que no se van a ninguna otra parte? Porque hay un país más fuerte que otros. Sin más. ¿Seremos algún día más fuertes que el Reino Unido? No lo sé. Desde luego, la tendencia, el Reino Unido saliendo de la Unión Europea va a tener alguna inestabilidad bastante delicada, pero tampoco lo fiemos tan a largo.