Herrera, sobre el veto a Iceta: "Al PSOE no debe sorprenderle. Es lo que tiene relacionarse con desleales"
Detenido en Francia el exjefe político de ETA 'Josu Ternera'
Publicado el - Actualizado
6 min lectura
Señores, señoras, me alegro, ¡buenos días!
Bueno, espero que estén bien al recibo de la presente. Ya son las 8 de la mañana. Ya es muy tarde, ya todo lo que ustedes quieran, ya es por aquí, por allá. Es jueves, se acerca peligrosamente el viernes, es 16 de mayo y estamos en la segunda mitad de este mes de las flores y el veranillo. Digamos este veranillo de junio adelantado que habíamos vivido, toca a su fin.
Van a bajar las temperaturas. Se va a notar de manera más extraordinaria en el oeste peninsular, que es de donde les hablo. Por aquí ya va bien que baje porque ayer Sevilla... Esto era un horno, literalmente. Bueno, y luego ya subirá otra vez cuando llegue el momento.
Ayer puerta grande en San Isidro para Perera con toros de Fuente Ymbro. No vi la corrida, pero he leído crónicas que me hablan de toros encastados y otros de toros no encastados. Desde luego, el tercero era un buen toro, el de Perera, al que le han discutido la puerta grande con dos orejas. Ya saben ustedes que en Madrid con dos orejas sales por la puerta grande, en Sevilla no. En Sevilla hacen falta tres, o sea, que le tienes que contar dos y en el otro tienes que haber obtenido algún trofeo.
ESCUCHA AQUÍ EL EDITORIAL DE HERRERA
En Tenerife, pendientes del incendio ayer en el Parque Nacional del Teide que iremos conociendo esta mañana cómo van los trabajos de la UME.
Y luego, la España política está pendiente, digamos, de este rifirrafe entre dos que hasta el momento se han necesitado, que eran Sánchez y Esquerra Republicana de Cataluña, que fue el grupo determinante, además de Podemos, claro, para que funcionase la moción de censura que le hizo a él presidente en el mes de mayo del año pasado. Hace un año ahora. Mayo-junio. Fue determinante. Bueno, pues ahora las cosas están en este momento Pimpinela. En el de los reproches y “no te quiero, no, no, no, no, no, no”.
Sánchez, quizás de forma algo precipitada, adelantó sus planes de nombrar a Iceta presidente del Senado y conseguir que fuera senador para ello. Tiene derecho Iceta porque, efectivamente, el representante o los representantes del Parlamento catalán en el Senado corresponden en defunción del grupo parlamentario. Y le correspondía al PSC ocupa el lugar que dejó Montilla apartándose para que fuera Iceta.
Pero hay una formalidad que es la votación, que normalmente se solventa con la abstención de otros grupos, para que salga al que le corresponde. Es una cortesía parlamentaria. Y Esquerra ha dicho que no porque Junqueras está a la desesperada porque ve que va perdiendo en el juicio del Supremo.
Va perdiendo escandalosamente. Y porque ve, además, que las normas son las normas. Y si la norma dice que tú tienes que estar a las 8 de la noche en tu celda, no puedes participar en un debate de TV3 a las 10 de la noche por vía de videoconferencia o como sea. Y porque cuando, además, exige que Iceta vaya a verte a la cárcel, que es lo que le dijeron a Iceta, “tiene usted que visitar a los 'presos políticos'", dicen ellos, Iceta no va, tú coges más cabreo añadido y, entonces, rompes cualquier nexo con Sánchez. Y como sabes que puede que no seas definitivo, ni siquiera necesario en la investidura, como sí lo fuiste en la moción de censura, pues te dedicas a bloquear lo que sea necesario. También lo que haga falta.
Es decir, en el desmontaje de España o en el bloqueo a España o en la batalla por deshacer esto que nos hemos dado los españoles que a modo de convivencia, cualquier operación es buena. Y él está en la cárcel. Y, además, puede que esté algunos años más allá de que llegue el indulto, el indulto que no tengan ustedes ninguna duda de que cuanto esté en la mano de Sánchez concederá, apelará a la convivencia, a todos estos cuentos, etcétera, etcétera. Pero no adelantemos acontecimientos.
Entonces, el hecho de que no vaya Iceta al Senado, pues no le permite ser presidente del Senado. Iceta, el federalizador por excelencia. Pero es lo que tiene relaciopnarse con desleales. Ah, amigo mío, supongo que el PSOE no se sorprenderá de estas cosas,
¿Saben ustedes qué pasa? Que es que estamos tratando a Sánchez como si Sánchez tuviera mayoría absoluta. Vamos a ver, que tiene 120 diputados. 120. No hay mal que por bien no venga porque ahora puede aparentar: “¿Ven ustedes como yo con los independentistas no voy a ninguna parte?”, como no me quieren a mí tampoco, porque ellos no se atreven”. Ha dicho una cosa que es verdad: “No se atreven a decirle a los suyos que la independencia no es posible”, cosa que ellos saben porque no son ni siquiera mayoría en Cataluña. Ni mayoría social ni mayoría numérica ni mayoría política ni mayoría de lo que ustedes quieran. Pero bueno, no siéndolo, a pesar de eso, están en el lugar en el que se les permite ser definitivamente necesarios para algunas cosas.
A las 8, ya les digo, dentro de poco vamos a ver si les convence porque esto puede cambiar. Esto, en fin, cambia tantas veces como haga falta.
Después, vamos a ver, ojo con una decisión que puede ser fundamental para la elección de Sánchez. Hay cuatro diputados electos que son diputados presos sometidos a juicio que podrán ir a recoger su acta, pero no necesariamente podrán ir a votar en la investidura. Si no pueden votar telemáticamente y si ellos no renuncian a su acta de diputado, que no parece, la mayoría absoluta ya no está 176. Es más barata. Y a lo mejor solo con el apoyo de podemos y PVN, en fin, hay que echar bien las cuentas, y a lo mejor con la abstención de Coalición Canaria, a lo mejor sale Sánchez respirando. Ya veremos.
Pero miren, Esquerra hace de Pujol ahora mismo. A Convergencia i Unió se le ha ofrecido desde varios gobiernos formar parte de los gobiernos de España. A Duran Lleida se le ofreció varias veces ser ministro de Exteriores y, a lo mejor, puede que no lo hubiera sido ni siquiera malo. Podía haber sido un solvente ministro de Exterior, pero Pujol no le dejaba.
Pero, hombre, el Rey soy yo. En el año 96, lo recuerda hoy Vidal Folch en 'El País', Aznar estaba aprendiendo ya a hacer política, le ofrece a Joan Rigol que fuera presidente del Senado, le ofrece, incluso, a Convergencia formar parte del gobierno, cuando no lo necesitaba en el año 2000, y la reacción de Pujol era: “¿Qué se ha creído esta gente, que se nos puede comprar a nosotros?”.
Vamos a ver, Pujol, algunos creíamos que erais lo que exactamente luego se ha demostrado que sois: una panda de mangantes, pero tampoco querían. ¿Por qué? Porque no iba a ser Rigol la cuarta autoridad del Estado y Pujol menos. Bueno, pues... Y ahora con Esquerra parece que pasa una cosa más o menos parecida.