“Debería ser crucial la necesidad de obras estructurales para evitar nuevas inundaciones como esta”

Las inundaciones de Valencia o el triunfo de Trump y sus repercusiones, en el monólogo de Sergio Barbosa de este jueves 7 de noviembre

- 10 MIN

      
      
             
      

El último avión que cogió Carlos Herrera para regresar a España procedente de Estados Unidos ha salido con retraso por culpa de las conexiones. Y esto no se le puede echar la culpa a Óscar Puente, las cosas como son. Así que mantenemos la línea abierta por si tuviésemos noticias del Herrera Force One antes de que acabe la mañana. 

Y nada, mientras tanto, como les decíamos a primera hora, estos van a seguir siendo días en los que toca desafiar aquello que nos dejaron dicho nuestras madres y nuestras abuelas cuando nos decían aquello de en esta vida no se puede estar en misa y repicando. 

Bueno, pues sin embargo, en la Cadena COPE vamos a hacer lo posible para desafiar ese dicho y tratar de estar en misa y además también repicando. Y eso, informativamente hablando, quiere decir estar en el análisis del importante viraje político que va a pegar Estados Unidos con Donald Trump, otra vez en la Casa Blanca, sin perder de vista el enorme reto y el tremendo drama que se sigue viviendo en Valencia. 

Porque los días van a seguir pasando y poco a poco entre Donald Trump y lo que no es Donald Trump la atención mediática se irá desviando a otras cuestiones, pero el problema de los valencianos va a seguir estando ahí y en COPE les vamos a acompañar en todo lo posible. 

Si uno coge el coche y se planta en la zona cero de la DANA, como están haciendo muchos de nuestros comunicadores estos días, rápidamente entiendes que eso es como entrar en otra dimensión, en un mundo con sus propias reglas y sus propios códigos. Un lugar en el que el fango, la humedad, el mal olor hacen que en lugares como Paiporta ya se haya pedido a todo el mundo que se ponga sí o sí mascarilla y guantes. Un lugar en el que se sigue trabajando contra el lodo sin mirar el reloj y sin regatear esfuerzos. 

La zona afectada por la DANA, una vez que ingresas en ella, descubres que tiene sus propios consejos y hasta su propia unidad métrica. Allí un día no es un día. Allí un día es lo que de tiempo de limpiar o arreglar hasta que se acaben las fuerzas. En la zona afectada por la DANA, una calle atascada de coches y escombros no es una calle, Son unas 4 horas de trabajo y unos 20 camiones sacando escombros hasta que queda transitable. 

      
      
             
      

¿Cuándo una calle vuelve a ser realmente una calle?

En ese pequeño universo de fango y destrucción las preguntas no son preguntas porque todavía no tienen respuesta. ¿Cuándo una calle vuelve a ser realmente una calle? ¿Cuándo una casa inundada por el agua vuelve a ser un hogar? Un hogar de verdad en el que vivir y olvidarte de lo que un día pasó con la DANA. Esas son preguntas que en lugares como Paiporta todavía es demasiado pronto para ni siquiera plantearlas. 

Allí todo es trabajar sin marcarse plazos ni preguntas que todavía no se pueden contestar. Lo que sí hay son algunos datos a los que agarrarse para tener una cierta medida de la situación. 

Lo que sí se sabe es que oficialmente los muertos han subido a 219 en el conjunto de España. Que los desaparecidos han subido a 93 y que los cuerpos sin identificar han bajado a 54. 

      
      
             
      

La Guardia Civil hace ayer un llamamiento a las familias para que acudan a las comandancias para hacerse pruebas de ADN. Se quiere acotar lo antes posible cuántos de esos desaparecidos están entre los muertos sin identificar y cuántos desaparecidos siguen en algún lugar sin que todavía se haya dado con ellos. 

Cuando uno ingresa en ese universo de fango con sus propias reglas y sus propios tiempos, ve a unos militares, bomberos, voluntarios que se están dejando el alma por ayudar a la gente. Que también se dividen además según sus propias reglas. Los hay que no sueltan los utensilios con los que achicar el barro. Los hay que son como hormiguitas que van de aquí para allá preguntando que se necesite repartiendo lo que sea menester. Y los hay, y estos son los que nos parten el alma, que siguen buscando a sus desaparecidos. O esperando noticias del ejército, de la Guardia Civil que continúa rastreando en las aguas estancadas, en el mar o los lugares más escondidos. 

En ese mundo de fango también hay pequeñas buenas noticias

En ese mundo de fango también hay pequeñas buenas noticias. Como la intención de que el 70% de los alumnos afectados vuelvan a clase el próximo lunes. O comprobar como poco a poco, cada vez son más las zonas que van recuperando, aunque sea parcialmente el agua o la luz. O como el consorcio de seguros ha empezado a tramitar ya el dinero para los que se han quedado sin coche. O como hoy entran en vigor las ayudas urgentes del gobierno. Pero aún así queda muchísimo por hacer.

Hay gente a la que han desalojado de sus viviendas para comprobar si están en condiciones para ser habitadas o no. Hay gente que no sabe si tendrá que echar unos 20.000 euros en un lavado de cara del piso o si necesitará una reforma estructural que se le lleve pues a lo mejor casi 50.000 euros.

Hay 34.000 empresas afectadas en Valencia que saldrán adelante porque ya han salido de otras y habría que agilizar en la medida de lo posible que las ayudas y los productos que están llegando a los almacenes vayan llegando con una mayor agilidad a las personas que lo necesitan. 

Y luego está un asunto del que de momento se está hablando poco pero que debería ser crucial, la necesidad de obras estructurales para evitar nuevas inundaciones como esta. Proyectos por ejemplo como la presa de Montesa o el encauzamiento y drenaje del barranco del Poyo que han estado apartados en un cajón y que de haberse ejecutado a lo mejor hubieran salvado vidas y evitado una parte de esta ruina económica. 

la maniobra de sánchez

Y a todo esto hoy también hablaremos de esa maniobra de Pedro Sánchez con la que ha intentado vincular las ayudas a los valencianos a que a él se le apruebe los Presupuestos que le permitan seguir a Moncloa. Algo a lo que el PP ya se ha negado. 

Lo cierto es que el PSOE ha querido seguir presionando al anunciar que ellos sí van a aprobar los Presupuestos de la Generalitat Valenciana sin dudarlo ni un segundo. Que aunque sean unos presupuestos del PP dicen que ellos van a votar a favor con tal de ayudar a los valencianos. 

Como diciendo a ver si el PP nacional hace lo mismo con los Presupuestos Generales del Estado o demuestra que son unos malvados que no quieren ayudar a la gente afectada por la DANA. 

Lo que pasa es que a Moncloa no le ha salido del todo bien el planteamiento porque los propios socios de Sánchez ya han recordado que los Presupuestos son algo que iría para largo y que los valencianos necesitan ayudas ya. Y además fue la propia María Jesús Montero la que cambió las reglas en 2019 para poder gastar aunque las cuentas estén prorrogadas

Y además Bruselas parece por la labor de que España use fondos europeos de la pandemia para ayudar ahora a Valencia. 

Pero Moncloa aún así sigue maliciando que bueno a lo mejor las ayudas inmediatas no, pero las ayudas a medio plazo para la reconstrucción, lo mismo sí podrían estar condicionadas a unas nuevas cuentas que ayuden a la propia Moncloa a salir adelante. 

Así que ya veremos cómo acaba esa cuestión. Por cierto, el relato que también se le ha chafado un poco a Sánchez de las últimas horas es eso de que en Paiporta le estaba esperando la ultraderecha perfectamente organizada. De momento los tres detenidos por golpear el coche del presidente, dos de ellos ya en libertad, son vecinos de la zona que llevaban días limpiando y ayudando en el municipio. Está mal, está muy mal lo que hicieron pero lo mismo tampoco es correcto llamarles ultraderechistas con esa ligereza

los detenidos no eran ultraderechistas

Y nada, por lo demás, como ya hemos abordado a las siete, efectivamente el otro gran asunto será ver cómo el mundo sigue metabolizando la victoria de Donald Trump. El hombre que es la encarnación de la polémica y una paradoja en sí mismo, porque es el segundo de la historia en conseguir volver a la Casa Blanca después de haber salido de ella. El que será presidente con más edad. El que será presidente habiendo sido condenado por soborno y teniendo una acusación por vía penal, nada menos que por insurrucción a cuenta del asalto del Capitolio. 

Bueno, pues todo eso y tener en contra buena parte del establishment político y mediático, incluso una parte de su partido, no ha impedido que gane las elecciones con mucha diferencia. Los dos intentos de asesinatos que sufrió y su apuesta por el discurso económico y migratorio, al final le han devuelto al poder

rotunda victoria de trump

Ya ven, un Trump mesiánico. La victoria de Trump fue tan rotunda que todos los actores internacionales tuvieron que felicitarle ayer sin ambajes. Incluido Zelensky, que ahora teme perder el apoyo de Estados Unidos en Ucrania. 

Incluida la Unión Europea, que ahora puede verse forzada a mantener muchas de sus posiciones por sí misma sin el paraguas de Washington en cuestiones como Ucrania o la transición ecológica. O incluido Pedro Sánchez, que felicitó a Trump sin entrar en desprecios estúpidos como el que protagonizó con el argentino Miley. 

Ayer todo el mundo trataba de decodificar qué mundo nos espera con el segundo mandato de Trump. Un tipo que ya sabe que solo le quedan cuatro años para dejar un buen legado, que tiene la experiencia de en qué acertó y en qué se equivocó totalmente en su anterior mandato. Pero que va a tener el control del Congreso para marcar ahora la agenda legislativa durante los próximos dos años prácticamente a su antojo. 

Y ahora se especula que puede subir aranceles a la Unión Europea, también a China, o que puede limitar los estímulos a las energías limpias. Desde luego, la Unión Europea va a tener que dar un paso adelante y plantearse si puede ser un actor importante por sí misma. 

Puede que Trump nos lleve a una especie de reconocimiento mutuo con Rusia y China, una especie de nuevo orden de poder compartido en el que Occidente acepte que no puede exportar su modelo a todo el planeta y que debe resignarse a que el mundo autocrático controle su parte del mundo, su parte del planeta, de manera que esto sea una competición contra ellos rememorando en cierta manera algunas dinámicas de la Guerra Fría. 

Y luego ya para más adelante dejamos el debate sobre qué pasará con la guerra cultural, la derrota de la paranoia woke, el fiasco que ha sido Kamala Harris como candidata de última hora aupada por las élites progresistas y lo competitivo que ha sido Trump entre latinos, mujeres y personas sin estudios universitarios. 

Si algo está claro, es que la caja de resonancia de los medios y las élites progresistas cada vez está más alejada de la realidad y que además las encuestas que apuntaban a un empate técnico, tampoco eran muy fiables. 

A todo esto por si no tuviéramos bastante, ojo con el panorama internacional porque el que ya se ha roto es nada menos que el gobierno de Alemania.

Temas relacionados