“El Gobierno tiene que aprobar presupuestos en este último tramo del año. Otra cosa es que, viendo que no los va a sacar, no los presente”

Señoras, señores, me alegro. Buenos días. Bienvenido al 1 de septiembre. 

¿Cómo están ustedes? Espero que bien. Después de este mes de agosto en el que solo ha faltado que nos quememos nosotros, en el que se ha quemado una buena parte de España, un buen bocado de España, de una España particularmente bella, además, la España del noroeste en una dimensión parecida a la isla de Mallorca, como si la hubiese colocado usted ahí en la península. 

Bueno, eso se ha esfumado literalmente y veremos como se puede regenerar. 

¿Aguantará Sánchez?

 Y luego todos andamos un poco quemados, aunque la mayoría y sobre todo aquellos que nos dedicamos a la información o que manejamos información, este verano hemos  asistido a la pregunta del millón,  que yo creo que a todos, desde luego, los que estamos en esta mesa nos han hecho alguna u otra vez. ¿Aguantará Sánchez? Claro, la pregunta sería, ¿aguantaremos los demás a Sánchez? Hay algunos que sí están dispuestos a aguantarles. Mientras los socios y sus partidarios configuren una mayoría, Sánchez puede aguantar. 

Es verdad que la situación es infernal. Espera un septiembre y un octubre que no se lo deseo a nadie, donde va a chapotear en los charcos y seguramente a sobrevivir porque es un batracio que sabe incluso respirar debajo del agua. 

Pero sin atender a lo que tiene por delante, lo que tiene por detrás, la pregunta tendría una respuesta simple, lineal, en una democracia no arrasada por el sanchismo. 

El gobierno tiene que aprobar presupuestos en este último tramo del año. Vamos, es la obligación de un gobierno. Otra cosa es que viendo que no los va a sacar, no los presente. Si los aprueba, sigue, si no los aprueba, disuelve y convoca elecciones. Así funciona las democracias y así funcionan los demócratas, pero así no funciona Pedro Sánchez porque es otra diferencia. 

A estas alturas seguramente todos tenemos alguna forma de calificar a este individuo, pero efectivamente en una democracia uno presenta los presupuestos-eso mismo decía él hacía tiempo- y si no los consigue, elecciones, pero Sánchez está atrincherado en el poder sin tener una mayoría de gobierno, porque además quienes le han hecho presidente, ni él ni ellos han sido capaces de pactar unos presupuestos.

Sánchez ha dado muestras de su escaso talante democrático y ¿pueden durar otro año más como ocupas del poder? Esa es una buena pregunta. Pueden, pero eso nos augura a todos también a ellos otro año de agonía política y de abrasivo deterioro de las instituciones. 

tortura personal

Ustedes saben el panorama judicial que tiene por delante este individuo y la tortura personal que para él tiene que suponer afrontarlo todo ello en el seno de su propia familia. 

Ustedes saben lo que es llegar a casa por la noche y en el caso de que cenen -que ni lo sé ni me importa-, el momento de los reproches. 'Esto me pasa por tu culpa, no esto me pasa a mí por la tuya'.

Que oiga, su esposa tiene -veremos el procedimiento cómo se sustancia-, pero los delitos por los que se la investiga, suman una pena de 17 años de prisión, que ya les digo, primero hay que demostrar que es culpable de ellos y segundo un tribunal tiene que valorar efectivamente si la categoría penal de ese  delito comporta ese tipo de lo que pida el fiscal o lo que no pide al fiscal o la acusación particular. 

Bueno,  ustedes saben eso todos los días. Ustedes saben todos los días cuando va a tomar pastelitos con el café, la madre diciéndole a Sánchez, "A tu hermano le pasa lo que le pasa por culpa tuya." Sánchez dirá, "a mi hermano le pasa lo que le pasa por culpa suya, no mía'. 

"El bombardeo que va a sufrir de aquí a Navidad, no es fácil"

Pero bueno, eso deteriora. El bombardeo que va a sufrir de aquí a Navidad, no es fácil soportarlo. Las investigaciones judiciales de la policía judicial, los informes de la UCO, la presión mediática, el desprecio literal de la calle, el desprecio absoluto de la calle, o si quieren ustedes hasta incluso la falta de aprecio de alguno de los suyos. 

Su fiscal, fiscal general, procesado por el Supremo, que ya veremos si está dispuesto a hacer tragar el sapo al rey de su presencia en la apertura del  año judicial. 

La quita de la deuda, bueno, luego vienen las ocurrencias, la quita de la deuda, que es una exigencia del nacionalismo catalán para tener limpias las cuentas antes de llenarse con el cupo catalán que le concederá el gobierno, el cupo fiscal catalán que hará que todos los demás tengan que pagar más. 

Y además de todo ello, bueno, la famosa ley Bolaños que ya veremos si sale o si no sale. 

Oiga, soportar todo ese bombardeo no es fácil, no es que me conmueva,  se merece eso y más, pero tendrá que buscarse alguna solución o algún conejo de la chistera, que sea más efectivo que un supuesto pacto de Estado, que es lo que propone con el mantra del cambio climático. 

Hoy reaparece por partida doble. Hoy nos presentará ese cambio climático en  uno de esos actos que organiza, no sé si con pianista o sin pianista y después comparece también en televisión española. Pepa Bueno  es una eficaz periodista y seguramente Pepa le va a hacer las preguntas que le tiene que hacer, pero ya sabemos que él no va a contestar a esas preguntas. 

Él va a dejar claro su permanencia en el sistema. Algunos mantras, pondrá algún ladrillo más en ese muro que viene construyendo entre él y él, los suyos y los otros. Acusará a PP y Vox, yo que sé,  de quemar el monte, de ineficacia o algo parecido, y luego se marchará a su casa. 

Pero lo tiene difícil porque no se puede refugiar en lo internacional porque lo internacional ya no le queda nada, le quedan los cuatro progres tontos de Hispanoamérica  y los demás, claro, si tú vas a una cumbre de la OTAN y empiezas a hacer el idiota con las fotitos para ponerte en el lado fuera de la foto y significarte como lo que eres, otra cosa diferente, tal y que cual, y hacer al niñato, eso pasa factura. Eso pasa factura. 

convocar elecciones

Hoy El Mundo y El Español ofrecen encuestas, coinciden en lo fundamental. El PP se sitúa en los 150 escaños, Vox se dispara, por encima del 15% de voto, llegaría a los 50 escaños. 

Con esas cifras, Núñez Feijóo podría gobernar en solitario con el apoyo de Vox.  Bueno, y la tendencia es la que es. La tendencia seguramente nos lleva, en el caso de que algún día se haga imposible gobernar a ese saco de incapaces que forma el gobierno social comunista de Pedro Sánchez, convocar elecciones. 

Mientras tanto, no tiene nada que ofrecer, absolutamente nada que ofrecer, palabrería y propaganda. Y de eso nos daremos cuenta a lo largo de estos días. Empieza un otoño muy interesante, más que muy interesante.