"Hay gente conviviendo con los muertos y la ayuda brilla por su ausencia"

Señoras, señores, me alegro, buenos días. Hoy es fiesta. Anoche comenzó a desplegarse el Ejército en las zonas afectadas por las inundaciones. Situación dramática. Sobre todo, en Valencia. Han tenido que pasar 48 horas. 

Con gente deambulando por las calles, peleándose en tiendas por conseguir agua... para que el Estado se active a todo lo que da. Lo prioritario es buscar a desaparecidos y atender a los que no tienen nada. Limpiar los escombros. Esta riada es una de las mayores catástrofes de la historia. 

La riada del Vallés, en 1962, murieron 250 personas. Pero es que, desgraciadamente, se cree que el número de cifras mortales, cuando se vaya pudiendo encontrar a desaparecidos, pueda llegar a esa cifra. Además, hay alerta roja en varios lugares de España. Ya habrá tiempo de entrar en polémica política para exigir responsabilidades. 

Da la sensación de que la respuesta ha sido lenta. Y no perder el tiempo en comunicados mezquinos sobre si la Protección Civil es tuya o es mía. Las historias de víctimas y supervivientes, ayer, se sumó... al de otro tipo de testimonios. 

Familias conviviendo con cadáveres en casa, falta de suministros de agua, problemas de saqueos en tiendas. Pero miren, en cuanto a la Protección Civil, si algo deja claro la ley es que el ministerio del Interior puede ponerse al frente de Protección Civil y mandar al Ejército si la situación es grave. Este Gobierno ya demostró que tiene el gatillo muy fácil para decretar estados de alarma. 

Cuesta expresar con palabras lo que sigue pasando en Valencia"

Carlos Herrera

Director de 'Herrera en COPE'

Bien está que Sánchez no quiera polemizar con Mazón y muestren unidad, pero tampoco le exigió razón a Feijóo cuando exigió un poco más de sangre en las venas en la Administración. 

Y todo lo que le tengo que contar son historias humanas que les hemos trasladado en la antena de COPE. Cuesta expresar con palabras lo que sigue pasando en Valencia. Siguen apareciendo muertos. 

Sacar los coches a la calle puede ser contraproducente... es una lengua de agua asesina. Y los desaparecidos se siguen contando por decenas. Y la circulación ferroviaria va a tardar semanas en recomponerse. En los pueblos afectados, muchas personas deambulan sin rumbo. Gente que se insigna, llora y se resigna ante la tardanza de las ayudas. Hoy sobrecogen varias portadas. La de ABC, El Mundo. 

Hay gente conviviendo con los muertos y la ayuda brilla por su ausencia. Las catástrofes naturales siempre estarán ahí y desmontan las seguridades que creemos garantizadas. Las catástrofes son evitables pero sí se puede exigir una gestión correcta. 

Por parte de todos. Las administraciones están al servicio de los ciudadanos pero la responsabilidad última es del Gobierno. Ya que quieren gobernar pese a no haber ganado las elecciones, que cumplan con su responsabilidad. No se puede pretender liderar al país en una catástrofe desde el sectarismo más enfermizo.