“Hay gente que está hablando de moción de censura. Tendrían que unirse Junts, Vox y PP. O sea, aceite, agua, nitrógeno y helio”

El análisis de la actualidad en el monólogo de Carlos Herrera de este miércoles 15 de enero de 2024

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Señoras, señores, me alegro, buenos días. 

Me gustaría tener un termómetro para saber de qué se habla más. Si del fresquito que hace, que algunos llaman frío, si de la política, las mociones de confianza o no, si del móvil de Aldama, si sacar a a Cuba o no de la lista de países terroristas de Estados Unidos...

Seguramente, hombre, para algunos el frío será noticia, porque hay lugares donde no están acostumbrados a tanto fresquito. La noticia sería que en Santa Cruz de Tenerife o en las Palmas de Gran Canaria hiciera menos 2 grados, pero eso no pasa. Ahí se está muy a gusto. 

En la España interior, sí hay heladas, pero bueno, nada que no solucione un husky agradable. Y en Sevilla está haciendo 2 grados. Ahora mismo 1 grado en este momento de la amanecida. 

Bueno, a lo que íbamos. Moción de censura. Hay gente que está hablando de la moción de censura. Tendrían que unirse Junts, Vox y PP. O sea, aceite, agua, nitrógeno, y helio. Y a los de Junts les da una alferecía cuando les dices estas cosas. Pero también saben que estos dice una cosa en público, otra en privado, y luego hacen la contraria, en fin. 

moción de confianza

Ahora, la moción de confianza. Déjenme que les explique lo de la moción de confianza. Que es ahora mismo el núcleo de muchas informaciones. No hemos visto ninguna en la política nacional. ¿Y en qué consiste una moción de confianza? Pues un gobierno cuya mayoría parlamentaria se tambalea, puede buscar reforzarla, planteando un debate en el que tus socios te renuevan la confianza. Y hasta ahora no lo ha hecho nadie. 

      
             
      

Cuando a Felipe González le falló el apoyo de Puyol, no sacó unos presupuestos, disolvió las cortes. 

Sánchez lo hizo en 2019, cuando después de la moción de censura a Rajoy, no logró sacar presupuestos. Disolvió y convocó elecciones. Pensó que iba a reforzar su mayoría, pero acabó encamado con Podemos, acuérdense. 'No podríamos dormir si estuviera Podemos en el gobierno'. Bueno, pues lo metió. Y al fantoche este de Iglesias de vicepresidente. 

Ahora hablamos de la moción de confianza, porque es la última ocurrencia que ha tenido Puigdemont para apretar el cepo que mantiene sobre el gobierno. 

      
             
      

Junts, convertido en árbitro único de la política española y ha exigido a Sánchez que se someta a una moción de confianza. Y Sánchez, evidentemente, no quiere y ha instado a Francina Armengol a retrasar todo lo posible la iniciativa. 

peleitas de cara a la galería

Mañana la mesa del Congreso va a decidir si se tramita o no. Si el gobierno veta la propuesta, pues los de Junts han dicho que tomarán medidas contra el PSOE. Pero no se inquieten. Porque todo esto son peleitas de cara a la galería. Los dos se necesitan. Y los dos van a continuar juntos. Los de Junts, dejándose engañar, con éxitos de boquilla que acaban en nada. Y el gobierno aguantando un día más antes de que se le caiga encima toda la estructura de poder. Al gobierno no le interesa gobernar, le interesa mandar, es decir, estar al presidente de ese gobierno. Y ahora mismo, salvo un giro inesperado, puede haber un giro inesperado del guion. 

Parece que no habrá moción de confianza. Aunque puede que haya peregrinación de Sánchez a Waterloo para hacerse la famosa foto y entonces cambien las cosas. Cualquiera sabe. 

      

Y parece que tampoco hay ambiente para aprobar los presupuestos. Algo que el gobierno está obligado por la Constitución y que ha incumplido dos años seguidos. Bueno, hasta el beato Illa, en la Generalidad de Cataluña, se prepara para gobernar sin presupuestos porque Esquerra, que es su socio, su apalancamiento, parece que no se los va a aprobar. 

Entonces, si nos atenemos a la famosa definición de Gramsci sobre lo que es una crisis, estamos en ella. Cuando lo nuevo no acaba de nacer y lo viejo no acaba de morir. Entonces, la política española está en una crisis profunda, duradera. Porque la mayoría que envistió presidente a Sánchez está completamente desarticulada para gobernar. Es que no hay ni siquiera acuerdo en el seno del gobierno entre la parte socialista y los ministros de Podemos o de Sumar o de lo que se quiera que sea eso. 

Ahí tienen la bronca entre Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo. Sin embargo, se mantiene porque todos tienen mucho que perder si Sánchez sale del gobierno. Pero no hay una mayoría alternativa para cambiar el gobierno. Hay coincidencias puntuales para cambiar o para vetar ciertas leyes, sobre todo de carácter económico. Pero no para cambiar la agonía de un gobierno acorralado, inútil, absurdo. Acorralado por la corrupción y lanzado a una campaña desquiciada completamente contra la justicia. 

Miren ustedes, la intervención ayer de Pilar Alegría, que es la portavoz del gobierno, que sembró insidias sobre la actuación del Supremo en la causa que sigue contra el fiscal general. O sea, que está actuando sin base documental, sin indicios. Pero vamos a ver, muchacha, que todos hemos leído las órdenes de García Ortiz a los subordinados. Insidia es calificar como elucubraciones las sospechas que apuntan  a Moncloa cuando esas se basan en un documento notarial aportado por Juan Lobato.

 El gobierno se ha instalado en lo que una de las primeras asesoras de Trump llamaba hechos alternativos Es decir, negarse a reconocer la realidad. Pero no es una cuestión ideológica. Es retorcer la realidad y las palabras que la definen. 

Ahora, llegan tiempos divertidos. Hoy cuenta el diario La Razón que la UCO, la Guardia Civil, ha devuelto a Víctor de Aldama el teléfono que le requisó en su día. ¿Por qué? Porque ha volcado ya toda la información de ese teléfono. El propio Aldama habría colaborado con la justicia para desencriptar su contenido.  

Desde que se decidió colaborar con la justicia, Aldama se ha ofrecido a facilitar el acceso de los investigadores al contenido de su teléfono. Y ahí en ese teléfono, dice él, están pruebas que ponen al gobierno en un brete

El más alto cargo de todos los que recibe acusaciones es Ábalos, que ayer el suplicatorio del Congreso dio luz verde. Y otros podrían ir detrás. De ahí nervios del ministro Óscar López, llamando ayer borracho, alcohólico, a Miguel Ángel Rodríguez. Pero vamos a ver, ¿así tú, Óscar López, piensas que vas a ganar la Comunidad de Madrid? ¿Esa es la estrategia brillante de un tipo como tú? ¿Imitar a Óscar Puente? Bueno, Óscar Puente, últimamente parece  Lehmanns Metternich, diplomático del Imperio Austríaco, estuvo ahí por yo sé cuántos años, en el siglo XIX. 

 El problema de Óscar López no es Miguel Ángel Rodríguez, sino que su mano derecha es la principal implicada en el caso de la filtración de datos reservados del novio de Ayuso

Y como jefe del gabinete del presidente del gobierno, que lo era, también es el principal responsable de una trabajadora de Moncloa que se va a dedicar a gestionar los intereses empresariales de la esposa del presidente. Se dedica. 

A Óscar López también le viene muy bien el aforamiento, que logró cuando Sánchez le nombró ministro. 

Bueno, vamos a ver, una vez puesto esto un poco en orden, vamos a comprobar otras noticias del día y a comentar el fondo de armario del día de hoy. Ya le digo, un husky comprado en Vilima, la tienda de los Lirolas, en lo 'arto' y no se pasa frío.