Herrera: "La izquierda que protesta contra el nuevo gobierno de Andalucía algún día tendrá que trabajar"
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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!
Espero que estén bien al recibo de la presente. Aquí las cosas más o menos bien. En fin, es viernes. Es 11 de enero del 2019. Hay voces que aseguran haber visto a gente abrigada en el temor de que hace frío. Bueno, pues eso... A veces oigo voces, a veces veo sombras, a veces siento frío. Damas y caballeros, no tenía ningún miedo. No hace frío. Hombre, entiéndanse, no es pleno agosto en Almería, pero no hace frío. Digamos que han bajado las temperaturas un poco más que ayer. Puede que hasta ahora, eso sí, sea el día más frío del invierno. Pero predomina el tiempo estable prácticamente en toda España, quizás en el Cantábrico hay algunas nubes y pueda llover.
Bueno, me dirán ustedes, ¿va usted a empezar otra vez será con lo del cambio en Andalucía? ¿Por qué ustedes los andaluces son tan pelmas con este asunto que, créanme, ya han votado y han pactado, va a salir otro presidente? Pues déjelo estar. No. no, miren, Andalucía es un laboratorio de ensayo. Andalucía es, quizá, una previa de lo que pueda pasar en otros lugares de España, ayuntamientos, comunidades, en el general también de todo el país. Y estén muy atentos a lo que ocurre en Andalucía porque, seguramente, tendrán una indicación de los tiempos que han de venir. De los tiempos políticos a los que nos asomamos. Acostúmbrense a que si es elegido, que claro, tiene todavía que ser elegido, Juan Manuel Moreno Bonilla, todo a partir de ahora sea una legislatura con sobresaltos. La editorialista de este programa, Ángela, decía hace un momento: “Prepárate, Herrera, para que este sea un tiempo corto, movido e inestable.
¿Por qué puede ser corto? Porque mañana Ciudadanos se le suelta el relé, saben ustedes tiene un relé que a veces se le suelta, y entonces dice: “Se acabó lo que se daba”. Oiga, mayo está a la vuelta de la esquina. Desde luego, movido porque el Partido Popular, que va a presidir la Junta, tiene por un lado a su socio más natural, que es Ciudadanos, con el que ha pactado y con el que se entenderá sin duda alguna, pero tiene por el otro lado a un socio que quiere visibilidad. Y cuando alguien quiere visibilidad, mueve las fichas del tablero. E inestable porque ciertamente entre el de la izquierda y el de la derecha saltan chispas. Así que todo está cogido por pespuntes. La sisa está hilvanada pero no está cocida.
Miren, antes les contaba y les recordaba, hoy se lo recuerda Santi González en su columna, Rivera cuando pactó con el PSOE aquel documento de gobierno con Pedro Sánchez, era un documento interesante, era un documento asumible, un documento más o menos moderno, centro-izquierda, seguramente hubiera sido útil para España, apeló al apoyo de Podemos, clamó, suplicó, lloró por el apoyo de Podemos, para que Podemos desde fuera apoyara esa coalición de gobierno. Y Podemos, con una cierta coherencia, por cierto, dijo: “Lo siento, no”. Ese, por cierto, fue para Podemos un momento de inflexión hacia abajo.
Y ahora que pacta con el PP y tiene el apoyo de Vox, adjura de Vox. Claro, aquí es fácil pensar, la política cada tiempo tiene su clave. Pero sí quería el apoyo de Podemos, no admite el de Vox. Eso hace que algunos piensen, Ángela, por ejemplo, que la legislatura no será larga, que hay un momento determinado en el que Rivera se canse y dice adiós.
Y luego, por otra parte, si quieren ustedes, tienen la cólera de la izquierda. Esta cólera que es casi, casi antropológica. La cólera de la izquierda española cuando pierde. Pierde y empieza a pensar en qué puede desestabilizar la situación que ha quedado después de haber perdido. La calle es lo más socorrido. Es el antropológico mal perder. Lo que no ganan en las urnas, vamos a ver si lo ganamos en la calle. Y, en fin, habrá que ver cuánto tardan en cansarse de estar en la calle, pero... Porque algún día tendrán que ponerse a trabajar todos los que van a salir a la calle, a rodear al Parlamento, a estar todo el día en la calle dando voces, ¿tendrán que trabajar algún día, no? Sobre todo porque es que se acaban los pesebres, y ese es el problema. A muchos se le acaban los pesebres y eso hace que se transformen en hordas de auténtica rabia.
Hombre, y la verdad, miren ustedes, con la tarea que tiene este gobierno por delante, verles así desalienta mucho. Cualquiera diría que han formado una alianza. Parece que es que sean tres que no se puedan ver, que, en realidad, yo no sé si se pueden ver mucho pero... En fin, deberían dejar de pensar en ellos y pensar un poquito más en la gente.
La ilusión que hay en Andalucía, en amplísimas capas de la población, en cualquier caso mayoritarias a tenor de los votos, para que haya un cambio, y no estropearlo con cuitas en las que... Hombre, entendemos que no va a ser fácil gobernar. La izquierda va a sacar su libreto manual con los consabidos lugares comunes, cualquiera en Andalucía va a ser fascista, xenófobo, machista... Le doy un consejo, no pierda usted mucho tiempo en preocuparse si le llaman todo eso porque eso va en el... Eso es gratis. En fin... En cualquier momento a cualquiera.
Pero, como les decía, este Gobierno va a tener varios problemas: primero, controlar el inmenso aparato funcionarial de la Junta de Andalucía, que eso está hecho a medida del PSOE. Eso lo ha hecho el PSOE y los ha metido ahí a todos. Y si quieren jugar a favor, ayudarán a la gobernación y a que toda la administración discurra. Si no quieren jugar a favor, no sé jugará.
Hombre, tiene otra dificultad importante, es decir, que no sean dos gobiernos, que sean dos gobiernos en lugar de uno. En fin, que por un lado vayan las consejerías de Ciudadanos y por el otro lado las consejerías del Partido Popular. Tendrán que sortear todas las cabritadas que les va a hacer el gobierno de Pedro Sánchez, que van a ser unas cuantas. Tendrá que evitar que el que vota desde fuera no quiere decir todos los días aquí estoy yo, hazme caso, y si no, os bloqueo esta ley o aquella otra ley o aquella de más allá. Y tendrá que mirar de vez en cuando de reojo a la oposición porque Susana Díaz se queda en el Parlamento andaluz y hará una oposición dura como, por otra parte, no solo tiene derecho, seguramente tiene la obligación.
El problema de Susana Díaz no es la oposición que tenga o que tenga otro gobierno delante, el problema de Susana Díaz se llama Pedro Sánchez. El “sanchismo” que está afilando los cuchillos y esperando el momento de asaltar la oficina de Susana Díaz. Fíjense ustedes que le están pidiendo a Sánchez por favor, por favor, no lo hagas antes de mayo. Espérate como mínimo hasta que llegue mayo. Ya sabe usted, hay otro tipo de elecciones. Es decir, que a inestabilidades las que quieran. Yo por eso le dedicó menos tiempo ahora en este momento a hablar de los presupuestos, de si Sánchez, si los independentistas, si va a influir o no va a influir el juicio en el Supremo contra los golpistas catalanes que, seguramente, influirá. Seguramente influirá porque, créame, ahora mismo la expectación, el espectáculo político durante un tiempo va a estar en el Parlamento de Andalucía.