"Si tú dejas tirada a Leire Díez, te arriesgas a tener la versión femenina de José Luis Ábalos"

Son las seis, las cinco en Canarias.

¿Qué tal? Buenos días. Saludos de Sergio Barbosa, en nombre de la gente que hace posible Herrera en COPE, en este viernes 30 de mayo de 2025, día de San Fernando, día también de Canarias, que se presenta con calor y con agua. De hecho, se esperan chubascos que afectarán al noroeste, centro y este peninsular.

A partir de mediodía, diez comunidades están en aviso amarillo por tormenta y otras siete por altas temperaturas. Andalucía está en alerta naranja porque se van a superar los 40 grados en el Guadalquivir. Y es verdad que va a hacer calor en Sevilla, pero eso no quita para que sea también un día muy bonito. Un día en el que la capital andaluza va a abrazar a Carlos Herrera, y Carlos Herrera, el jefe de este programa, se va a dejar abrazar por su querida Sevilla. Este 30 de mayo, día de San Fernando, la capital hispalense entrega las medallas a sus hijos adoptivos y predilectos, y una de esas medallas va a ser para él.

Los que conocemos a Herrera sabemos que es un personaje de identidad poliédrica. Nació en Cuevas del Almanzora y, cuando se pone al meridional, no le gana nadie. Se crió en Mataró y, cuando saca su deje catalán, también da el pego perfectamente.

Y luego está ese amor tan bonito que es el amor por voluntad propia. Eso de decir: “Yo no nací ni me crié en Sevilla, pero elijo Sevilla como ciudad”. Y Sevilla, además, elige adoptarme como hijo.

Y esa confesión de cariño mutuo es lo que va a tener lugar esta misma mañana en Sevilla, por lo que al jefe lo tenemos muy inmerso en esos preparativos. Le deseamos que lo disfrute muchísimo y que vaya todo fenomenal. Y entre tanto, en lo informativo, hay que saber, por ejemplo, que ahora mismo los aranceles de Trump vuelven a estar activos de forma cautelar. Esto, después de que el Gobierno de Estados Unidos haya apelado la decisión judicial que los había tumbado ayer.

Un asunto tremendo, de gran repercusión en la economía mundial, que ahora mismo, como ven, está enredado en los tribunales. Ahora le damos una vuelta a eso y a otras cuestiones, pero, claro, también es importante saber que esta mañana, de momento, no parece que hayan salido nuevas grandes informaciones sobre las cloacas del PSOE. Así que puede ser una pequeña tregua para el Gobierno, en una semana que nos ha dejado una serie de palabras y de ideas fuerza.

Conceptos como fontanera, cloacas, Gobierno de prácticas mafiosas... Y también podríamos añadir una palabra más: silencio. El silencio que sigue manteniendo Pedro Sánchez, que lleva un mes sin dar ruedas de prensa y que ayer tampoco dijo nada del huracán que están afrontando su Gobierno y su partido.

Sánchez solo habló de políticas sociales y dijo, con un tono algo lánguido, que su idea es continuar haciendo lo que está haciendo. Y eso, a pesar de que uno de los fontaneros del PSOE que han sido pillados con las manos en la masa confesó en una grabación que el propio Sánchez estaba detrás de la trama para desprestigiar a jueces y periodistas. Y que ahora, andando el tiempo, se ha descubierto que esa trama era incluso más grave; que esa cacería de los fontaneros del PSOE era caza mayor porque iban contra la UCO y contra algunos fiscales anticorrupción que le son incómodos al Gobierno.

Pasan las horas, pasan los días, y lo que cunde es la sensación de agonía, que es otra idea fuerza que ayer lanzaba Javier Lambán, uno de los socialistas más críticos, que invitó a Sánchez a convocar elecciones. Pero, claro, hemos llegado a tal punto que otro socialista crítico, como es García-Page, cree que esto no se arregla ya ni con elecciones.

El presidente de Castilla-La Mancha reflexionaba esta noche en 13TV, después de que se haya conocido que las cloacas del PSOE llevan tiempo ofreciendo favores judiciales a través de la Fiscalía a los personajes turbios que puedan ofrecer información para destruir a la UCO de la Guardia Civil. A la misma unidad que destapó casos de corrupción del PP, demostrando que la Guardia Civil actúa con imparcialidad, y que así debe seguir siendo. Porque si el sanchismo consiguiera desmantelar a la UCO, como ha estado intentando la fontanera socialista Leire Díez, olvídate del Estado de derecho en este país. A la democracia la están sosteniendo ahora mismo los agentes que investigan casos de corrupción, sea del color que sea; los jueces que siguen investigando y juzgando posibles delitos, a pesar de la campaña de acoso contra ellos cuando lo que investigan es, sobre todo, algo relacionado con el sanchismo. Jueces imparciales que, si tienen que procesar al novio de Ayuso, lo procesan, como sucedió ayer. Y los fiscales que todavía son capaces de aguantar el tirón y no ponerse al servicio del imputado García Ortiz.

Y es verdad que con Sánchez en Moncloa salimos a apocalipsis semanal, y que siempre decimos eso de “solo con esto, cualquier Gobierno europeo ya hubiera dimitido”, y al final aquí no dimite ni el tato. Pero la tormenta de esta semana ha sido de tal dimensión que los críticos del PSOE han vuelto a levantar la voz. Algunos sanchistas y socios del sanchismo que hasta ahora eran un búnker esta vez no han podido ocultar su incomodidad. Y el principal partido de la oposición ha visto la ocasión de volver a apretar el botón de la calle.

Manifestación el 8 de junio convocada por el PP. Núñez Feijóo también blandía las ideas fuerza que han calado estos últimos días en la opinión pública para plantear el dilema en estos términos: mafia o democracia. Ahora habrá que ver si realmente la sociedad española reacciona a todo lo que se ha conocido.

Y si las diferentes derechas no se enredan en sus cuitas de “yo a esta convocatoria no voy, porque no es la mía; yo convoco por otro lado”, etcétera, etcétera. De momento, Vox apoyó ayer una concentración a las puertas del complejo de Moncloa. Y lo que pide Vox al PP es que presente una moción de censura contra Sánchez y no se limite a decirles a los socios de Frankenstein que el PP estará ahí dispuesto si alguna vez se ven con ánimo de dejar caer a Sánchez. Este vuelve a ser el dilema del Partido Popular: si una moción de censura fallida reforzaría a Sánchez o si desgastaría aún más a los socios que sostienen esta agonía contra viento y marea.

Porque aquí la incógnita sigue siendo la del otro gran silencio de esta semana. Calla Sánchez, pero también calla el PNV. ¿Qué opina el PNV del escándalo de guerra sucia que hemos conocido esta semana?

Porque ya sabemos que un delincuente como Puigdemont va a seguir apoyando a Sánchez, porque un Gobierno con prácticas mafiosas y capaz de ofrecerle lo que sea con tal de seguir en Moncloa es lo mejor que va a encontrar jamás. Pero, ¿y el PNV? ¿Va a seguir hipotecando su imagen en el apoyo a este Gobierno cercado por la corrupción, cuando fue el propio PNV el que aupó a Sánchez, se supone que para acabar con la corrupción?

Pues, de momento, el PNV no parece que tenga intención de cambiar de estrategia.

A todo esto, hablando de estrategia, el que tampoco lo tiene muy claro es el propio PSOE. Fuentes de Moncloa ya reconocen que el escándalo de los fontaneros les está haciendo perder el relato en la calle, porque, ciertamente, es difícil de creer que esta señora, la tal Leire Díez, fuera una simple militante que no tenía nada que ver con la dirección, ni con Santos Cerdán, ni con Pedro Sánchez, y que el partido no sepa nada de todos esos intentos de soborno y guerra sucia, ofreciendo los servicios de la Fiscalía para fines inconfesables. Está todo tan enredado que ya no es que se perciban dudas en los sanchistas de primera hora, sino que hasta los críticos no lo tienen claro.

García-Page, mismamente, aseguró que había que querellarse contra los fontaneros, pero luego ha querido matizar esa idea, aunque sin que quede muy claro qué deberían hacer los socialistas a partir de ahora.

Atajar, pero sin que ahora mismo esté muy claro qué sería atajar este asunto de forma honesta. Claro, una de las cosas que hemos aprendido en esta semana tan interesante es que si a una fontanera de las cloacas del PSOE la pillan con las manos en la masa, no se toma una cápsula de cianuro como los agentes soviéticos o los espías de las películas. La señora se queda ahí y, claro, en el PSOE se ven en la tesitura de decir: ¿y qué hacemos ahora con este personaje, o con esta pájara, o esta pichona, como diría Pedro Sánchez?

Porque si tú dejas tirada a Leire Díez y la fontanera se ve abandonada por los suyos, lo mismo te arriesgas a tener la versión femenina de José Luis Ábalos: alguien cabreado que sabe demasiado del PSOE y del Gobierno. Por eso, seguramente el PSOE tardó varios días en reaccionar, haciéndose el tontito con eso de que “por la L de Leire no le venía nada”, y luego, cuando ha reaccionado, ha sido simplemente para abrirle un expediente informativo. Esto, en términos de disciplina o de posible castigo, es una filfa, porque el expediente informativo es un simple trámite: no le aplica ningún tipo de medida cautelar, como sí se hizo, por ejemplo, con dirigentes críticos con la deriva del sanchismo o que rompieron puntualmente la disciplina de voto. A esos dirigentes —a los Nicolás Redondo o Carmen Calvo— se les aplicaron expedientes disciplinarios o directamente de expulsión. Sin embargo, a la oscura fontanera que ha puesto patas arriba a la política española solo le abren un expediente informativo que, por no tener, no tiene ni fecha de resolución.

Y luego hay otra pregunta que también sería muy pertinente: ¿la Fiscalía General del Estado del imputado Álvaro García Ortiz va a investigar a la fontanera con la debida diligencia? Porque, habiéndose grabado esta señora diciendo por ahí a empresarios con problemas judiciales que ella es capaz de mandarte fiscales a domicilio como el que pide una pizza, para que te arreglen lo tuyo si les das basura contra la UCO, para que los problemas judiciales del Gobierno queden impunes, lo mismo la Fiscalía debería investigar un poco.

Una Fiscalía General del Estado que ya tuvo conocimiento en su momento del caso de soborno que denunció el fiscal Grinda, que es, curiosamente, uno de los objetivos que los fontaneros del PSOE tenían entre ceja y ceja. A Grinda alguien trató de sobornarle, ofreciéndole un buen destino profesional si perjudicaba a su superior, Alejandro Luzón.

Y alguien también ha querido perjudicarle con el contenido de un misterioso vídeo. Acuérdense que la tal Leire Díez le dijo al empresario Hamlin: “Si me vas a dar material contra Luzón o contra Grinda, que no sea algo que ya tengo”. Ese es el nivel de lo que nos traemos entre manos y que se completa, además, con el esperpento que ayer se vivió en la Asamblea de Extremadura, donde el socialista Miguel Ángel Gallardo se estrenó como aforado plus para llevar su juicio —y el del hermano de Sánchez— al Tribunal Superior de Justicia de esa autonomía, donde pueda haber alguna juez propuesta por el PSOE. Asunto por el que también indagó la siniestra fontanera.

Al final, como ven, todos los caminos llevan a la pocería sanchista.