"No se puede ser más hipócrita ni tratar de vender una idea más alejada de lo que realmente eres"

Señoras, señores, me alegro. 

Buenos días, caballeros. Al ser 2 de diciembre. Estamos, vamos a ver, a 22 días de la Nochebuena. Y es… No, no hay que… Especificar que este programa también se adorna de la vida.

Esta semana que comienza, por cierto, con inestabilidad, con un cielo cubierto, lluvias dispersas, que se van a desplazar de oeste a este peninsular. Vamos a haber hecho aquí un acopio, un pequeño resumen de cómo en muchos medios va. Está uno con una galipandria rosa, un trancazo de miedo. No saben ustedes de lo que yo estoy pensando.

He hecho un recuento de todo lo que se dice en los medios del Congreso Socialista. Búlgaro, peronista, norcoreano, de humillante sumisión, oasis numantino, búnker consagrado, trinchera defensiva, apología del delito, teatro exculpatorio, orgía victimista, adoración, histerismo y fiesta del onanismo. No está mal.

No está mal para empezar a hablar de un Congreso, un Congreso del PSOE para el mantenimiento del poder a toda costa. Un auténtico canto a la resistencia. Hoy se ve y amanece con la tarea de recoger el confeti, que ha quedado disperso en el suelo del Congreso de Pedro Sánchez. Que todavía tiene que mejorar un poquito al búlgaro Yivkov. Y ahí lo de los congresos a la búlgara, que se aprobaba todo por unanimidad. Había incluso más votos que votantes.

Sánchez solo ha conseguido un apoyo del 90%. Es decir, hay un 10% que está ahí, que no sabe, que no sabe. Y de verdad que han dedicado este Congreso. Ha habido grandes ideas, grandes propuestas, grandes personas incorporadas a la ejecutiva. La ejecutiva es la misma. Han incorporado a la delegada del gobierno y la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, corresponsable del desastre de la gestión de la dana.

Y lo demás, sí una idea populista, estatalista, como la de recrear el Instituto Nacional de la Vivienda, que ya creo Franco en su día, para ver si hace nada, porque, efectivamente, la pirotecnia se acaba. Absolutamente nada. Pero merece una pena o una reflexión sobre el momento que vive el sanchismo.

Cuando Sánchez concluyó el verano del 21 que debía desprenderse de Ábalos, porque la trama se estaba desparrando demasiado, y el CNI le había dejado en su mesa uniforme sobre la vida que llevaba su mano derecha, su verdadero vicepresidente del gobierno, que era este. Todavía estaba en un momento en el que podía pensar que sacaba algunas manzanas del cesto, pues la cosa podía seguir adelante. Pero ahora no. El cesto pinta mal. Y la cosa no está para sacar manzanas fuera.

Es decir, se trata de cerrar el cesto como si fuera un búnker. Y aguantar como sea. A ver qué pasa. De ahí lo de la actitud numantina, arrogante, desesperada, victimista. Es decir, resistir como sea. Así es como hay que entender este Congreso a través de momentos de auténtico alipóri.

Por ejemplo, el PSOE es un partido que este fin de semana ha rendido homenaje sin ningún tipo de escrúpulo a los condenados por la corrupción de los ERES, a los que el propio PSOE ha insultado por la puerta de atrás, con una reinterpretación de la ley desde el Constitucional controlado por el PSOE y Gracita Pumpido. Es la carta de presentación del ideario del partido socialista. Como decía aquella vieja chirigota de Cádiz, vamos a llevarnos bien todo lo que hay que llevarse.

El PSOE es también un partido que ha rendido pleitesía a la mujer del líder. Bueno, Begoña, es que parecía Taylor Swift. A una señora que está imputada por varios delitos, bueno, como si fuera Evita Perón. Dirigentes socialistas temblando de emoción, pidiendo por favor poder tocar y que fuera por un segundo a Begoña. Esa es un momento groupie solo igualado por los 14 minutos que tardó Sánchez en llegar al escenario, entretanto al agua, abrazo, aplauso, devoción absoluta. O sea, era el príncipe de los Sanchescu. Esto haría las delicias de cualquier psiquiatra.

Bueno, devoción de puertas adentro. Y luego esos se tornan discurso cainita hacia lo de fuera. Porque el PSOE es también el partido que ha usado el lenguaje guerracivilista al hablar de las cosas que van a hacer. Una vez hayan acabado, corren la derecha. No ocultando que su manera de hacer política consiste en tratar de borrar del mapa a los que no piensan como ellos.

Lógicamente, lo que no podían faltar eran ataques a los jueces, acusaciones de Lawfare, ataques a la prensa crítica, ya ni le cuento. Y el PSOE, un partido con una hipocresía y una frivolidad ideológica verdaderamente estomagante, que está rompiendo la igualdad entre españoles para dar de rodillas lo que sea a la burguesía supremacista catalana, repugnante que no ha hecho absolutamente nada ni por Cataluña ni por nadie, se ha permitido el cuajo, eso si de levantar el puñito izquierdo, doblando un poquito la muñeca que queda más pijo cantando la internacional.

Este era el himno de la URSS, y arriba los pobres del mundo, arriba las parias de la tierra, la otra adhesión, una de las dictaduras más crueles y se hacen los socialistas, y cuando salen de ahí se ponen a hacer de mayor domos de la élite xenófoba catalana.

No ven ustedes, no se puede ser más hipócrita ni tratar de vender una idea más alejada de lo que realmente eres. Así que esta mañana ya les digo una vez se aparta el confeti, el postureo, vamos a analizar las cosas que ha anunciado la poca base de los planes de Sánchez y compañía.