"Sánchez, según el criterio de Aldama, debía estar perfectamente al tanto de todo lo que ocurría con recompensas incluidas"

Señoras y señores, me alegro, buenos días. 

6 de la mañana jueves, 28 de noviembre del 2024, jornada estable. La península, alguna cosa, alguna niebla suelta por ahí. Temperaturas que suben en Canarias, por ejemplo. Se esperan superar ya los 30 grados.

Bueno, vamos a ver, la dinámica es... Yo ayer se lo explicaba que normalmente la sucesión de noticias se daba a una cada tres, cuatro días, había una llamativa. Ahora estamos ya en la fase en la que cada día hay tres. Tres o cuatro que de prositiene en el junio, como para que este exordio de entrada de este programa... Bueno, ocupe 25 minutos y no 8 o 9. Están siendo días para no perderse ni un segundo de radio.

Miren ayer. Miren la repercusión de la charla de la entrevista a Víctor de Aldama. Pero es que como le digo hoy, de por sí, hablaríamos de Juan Lobato que ha acabado dimitiendo apenas 24 horas después de negarse a hacerlo. Hemos visto como al hermano de Sánchez le imputan por el presunto trabajo fantasma que crearon para él en la diputación de Badajoz. Y vemos como un juez del supremo ha ordenado que no se borren las imágenes de seguridad que demuestran que el fiscal general del Estado estaba trasteando con su móvil, seguramente borrando archivos, durante el registro de su despacho.

Y ya les digo, Víctor de Aldama, que estuvo ayer, que es un tipo de trato amable, vino acompañado de una sola persona. Se trajo aprendida la elección de lo que aquí no podía contar para dar preferencia a la fiscalía, pero sí de lo que podía ratificar y añadir.

Y es lo que hizo, de las muchas cosas que dijo, pues hombre, que Pedro Sánchez y Begoña le conocen, María Jesús Montero también, que Sánchez quería conocerle a él. Y después formuló una acusación, que es yo creo, el titular fundamental de esa entrevista, el convencimiento de que es imposible que Sánchez no tuviera ni idea de la existencia de la trama corrupta.

Sánchez, según su criterio, debía estar perfectamente al tanto de todo lo que ocurría con recompensas incluidas. Yo quiero entender que sí. Bueno, esta es la clave. Esta es la clave. Luego, después, la expulsión de Ábalos del gobierno, pero ni Sánchez ni Ábalos han contado, que según lo dijo Aldama, todo se precipita cuando a Sánchez le llega un informe del CNI, en el que se recoge en cosas turbias.

Bueno, Aldama se marchó de este estudio dejando la idea de que tiene más material, que puede aportar pruebas y que puede estar diciendo la verdad. Luego, también, claro, afirmó como ustedes saben y eso es muy llamativo. "Si algo me pasa a mí, la responsabilidad la tendrá". Este gobierno es su presidente. Ese fue un bombazo informativo ayer.

Es cierto, pero es que ya les digo ayer también hablábamos de la muerte política en diferido de Juan Lobato. Juan Lobato es un tipo, lo dijimos aquí estos tres días, que tuvo la sensatez de no querer cometer un delito. Y eso le ha costado su cargo de líder de los socialistas de Madrid. O sea, no querer sacar a colación un documento confidencial que sólo debía tener la fiscalía, eso le honra.

Pero a Lobato le ha faltado el cuajo necesario primero para denunciarlo en su momento en lugar de callárselo y segundo de aguantar el pulso que le lanzó a Ferraz una vez se supo que había acudido a la notaría para curarse en salud y demostrar que la presidencia del gobierno le quiso liar con la filtración. Pero que él no se dejó. Primero se aferró al cargo para el día siguiente de emitir.

Claro, el PSOE seguramente no tenía información comprometida para chantajearle, pero sí le pudo torcer el brazo diciéndole, oye, se puede perjudicar a cargos medios del PSOE de Madrid. Si no te vas todos estos lo van a sufrir y si tú conoces a la gente y sabes que están comiendo de eso, pues te vas. Ahora mañana viernes vamos a ver, mañana viernes declara cómo te sigue un supremo.

Vamos a ver si lo que Lobato guardó en la notaría demuestra que efectivamente el gobierno le incitó a ser el ejecutor de la filtración ilegal de los datos de Díaz Ayuso y que él se negó. Porque si eso es así, el PSOE ahora ha evitado tener a Lobato paseando por el Congreso Federal este fin de semana, seguramente esquivando salivazos. Pero se van a acordar de él.

Y de momento lo que ha hecho Lobato es marcharse dejando un legado político que ciertamente define al Sanchimo tal cual como es. Dice Lobato, mi forma de hacer política no es compatible con la que tiene una mayoría de la dirigencia actual de mi partida. Hay que apostar por la política que escucha, la que argumenta, la que no insulta, etcétera, etcétera, etcétera. Bueno, el luego fue muy certera la premonición de Ayuso sobre Lobato allá por el mes de septiembre.

19 de septiembre y Ayuso lo clavó. Habrá que ver si lo que Lobato dejó en la notaría le hace o no un servicio a España y a Madrid. Y luego el hermano de Sánchez, cuidado en ese caso, 8 imputados y 3 testigos. Entre los imputados el hermano de Sánchez y el líder del PSOE extremeño Miguel Ángel Gallardo por las irregularidades en la contratación del hermanísimo como director de actividades de conservatorios de Badajoz.

Después, fíjense ustedes, el Sanchismo sociológico ahora se agarra a que el informe de la UCO. Dice que no hay evidencia de que David Sánchez haya tenido un gran incremento patrimonial injustificado. La UCO sirve para unas cosas y para otras no.

La clave está en saber si el PSOE forzó la invención de un puesto de trabajo para que el hermano de Sánchez tuviera un sueldo de director de orquesta. Y este es otro de los días entretenidos. Más lo que cuelga de la intervención ayer de Sánchez en el Congreso de los Diputados para hablar de la dana.