"Sánchez reconoce sin reconocerlo que sus políticas han contribuido a destrozar el mercado de la vivienda"

Señoras, señores, me alegro, buenos días. 

Buenos días y frescos días. Estos días de enero, claro, si no hace fresco en enero, ¿cuándo lo va a hacer? Martes, 14 de enero, 6 de la mañana, 5 en Canarias, y sí hace fresquito, me hace fresquito. Y estos días ya saben ustedes, lo ha explicado la gente del tiempo. Pues una borrasca está por aquí, un anticyclón está por allá, en medio de su cola un viento del Nordeste.

Ese viento trae fresco, hay heladas en el interior y hay algunas temperaturas en algunas localizaciones, las clásicas, por otra parte, la provincia de Teruel y luego las torres interiores de la meseta, donde digamos que el amanecer saliera a la calle, en bañador, pues no es aconsejable.

Ahora sí sale usted a la calle, pretrechaito bien, tranquilito, hay algunos que se ponen incluso esos nórdicos que parecen el muñeco de Michelin, pues bueno, no pasaran fríos y ya... Acuérdense de los mayores que siempre nos dicen ya no hace el frío de antes.

¿Por qué? Pues porque antes no había casas preparadas para el frío, porque teníamos una estufa, se acuerda, de la supercer, que si la ponías en el salón, pues estaba frío el pasillo y el dormitorio no, digamos, tenías que utilizar la bolsa de agua caliente, el calpeno, tiene esas cosas que... Frío entonces, posiblemente ahora el frío es una cuestión muy, muy relativas.

Bueno, vamos a ver, dos cuestiones hoy elementales. Una, el auto, que ayer, bueno, que ayer conocíamos del juez Hurtado, el auto del supremo. Y, segundo, la vivienda, que es el principal problema que detectan los españoles que tienen. La vivienda se han acumulado estos dos días las ideas que tiene el centro derecha de español y que plastificó en su documento Alberto Núñez Feijóo, y la que ayer presentó el gobierno.

De eso le voy a hablar ahora mismo, antes déjeme que... le haga tres cuartos sobre este caso, que es ciertamente escandaloso, del que hace referencia al fiscal general del Estado. El auto del juez Hurtado es demoledor. Demoleador. El fiscal y la fiscalía intentaron la destrucción de un rival político revelando secretos, cosa que entra directamente en colisión con el artículo 417 del Código Penal.

A cualquier fiscal general del Estado, de cualquier Estado que se le diga eso, hombre, al menos se pone colorado. No, no, aquí el gobierno le da igual. O hace ver que le da igual. Y seguramente seguiría haciéndolo ver, aunque el fiscal general, hoy imputado, fuera condenado en firme. Desde luego se era juzgado, porque esto es un adelanto de lo que se va a encontrar.

El auto también hace una gran defensa de la UCO, de la Guardia Civil. Pero lo importante, el digo, es que es la antesala del banquillo, para Álvaro García Ortiz. Sale señalado igual que Presidencia del Gobierno, que era el lugar a donde iban destinados los correos con informaciones privadas de un particular.

Y sale citado a declarar el próximo 29 de enero. Lo curioso de todo ellos que lo hará siguiendo el fiscal general del Estado, lo cual en sí mismo demuestra el deterioro institucional que se vive en España. Para el gobierno todo ese acoso y mantendrá Álvaro García Ortiz, porque sabe que el próximo, el siguiente, en la escalera de las acusaciones, es Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez, ya rodeado de unos cuantos ministros menos que cuando empezó el festival del carnaval franquista, la pasada semana, presentó este plan de ataque para solucionar el problema de la vivienda. No hay viviendas para todos accesibles a todos. Y bueno, el plan es todo lo malo que puede presentar un gobierno de izquierda extrema.

Déjame que se lo explico con tranquilidad. Hace falta para llegar a un plan, para poner en marcha un plan como el que ayer presentó Sánchez, hace falta un acuerdo de todas las administraciones. Pero entre todas las administraciones locales, comunitarias, administración general del Estado, hay grandes diferencias. Uno se está por la intervención y otros por la desregularización.

Este es el choque. Intervencionismo contra desregularización. Todo tocado por cierto por la sombra de la improvisación. El plan es van lo por contenido y por las formas. Por estar lleno de simplezas y no contemplar la principal medida para barretar la vivienda es liberar el suelo, el escollo contra el que una y otra y otra y otra vez chocan todas las administraciones y todos los planes bien intencionados o malintencionados que haya de vivienda.

Para que baje el precio de la vivienda. Tiene que haber más vivienda. Y como siempre nos recuerda Márc Vidal tiene que aumentar la solvencia de los compradores. Esto, hombre, lo segundo no lo soluciona desde un día para otro empezando a subir sueldos. Pero sí lo puedes arreglar incentivando fiscalmente la compra.

Las viviendas además no tienen que construirlas el Estado. Tiene que hacer fácil que las empresas lo puedan realizar. Por lo demás este plan que presentó Sánchez, precisa de apoyo parlamentario, que es el talón de Aquiles de este gobierno. Todos los sectores involucrados en las construcciones, en el inmobiliario se ha mostrado escépticos cuando no críticos, especialmente con el intervencionismo.

Ayer Sánchez volvió a caer en muchas contradicciones y reconoce sin reconocerlo que sus políticas han contribuido a destrozar el mercado de la vivienda. Porque después de haber consentido el auge de las ocupaciones con la pasividad de las leyes ideológicas, ahora pretenden dar garantías de cobro a los caseros.

Pero aquí lo que subyace es el reconocimiento implícito, no lo van a hacer nunca abiertamente, explícitamente, de que el sanchismo no ha hecho nada por la vivienda en todo este tiempo. Porque la vivienda que falta es la que no ha construido porque Sánchez ha estado demasiado atareado en neutralizar decisiones judiciales y otras cosas para ayudar a sus socios delincuentes.

Y los pisos turísticos a los que ahora quiere demonizar, en fin han tenido un auge considerable en estos seis años que Sánchez lleva en Moncloa. Pero ahora esto es como todo lo que hace Sánchez, no reconoce su pasividad y se muestra como la solución al problema que él mismo ha permitido.

Si lo tenías tan claro porque no lo haces antes. Pues porque estabas y estás demasiado ocupado en mantenerte en Moncloa. Tu prioridad ahora era los jubilados y los funcionarios. Y si un gurú te dice que hay que hacerlo un poco de caso a los jóvenes pues sales con lo de la vivienda hasta que te digan que te centres en otra historia a golpe de demoscopia. Nada más que a golpe de demoscopia.

El domingo ya les digo el PP saca su plan de viviendas para liberalizar suelo, rebajar fiscalidad y el PSOE sale con uno más intervencionista pero con matices. No insiste mucho en que sea una gran empresa pública a la que lleve la voz cantando. Que las viviendas lo sean para siempre no se puede vender en el mercado privado tal que a un lugar privado. Pero en el fondo es lo de siempre el PSOE tratando de seguir los pasos de Franco 50 años después.

Es esa cosa freudiana, odias mucho a Franco en diferido pero lo admiras por las viviendas públicas que construyo. Pero la verdad que se hicieron muchas. Y con una ley de alquileres que no se renovó hasta el año 86. Les recuerdo con la ley Boyer. Bueno de todo esto hablamos esta mañana con detalle.