Agustín Bravo toma el mando de 'Herrera en COPE': “No os dejaremos en la estacada”
El periodista sustituye a Carlos Herrera cada mañana durante el mes de agosto
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El matinal de Carlos Herrera en Cadena COPE es líder absoluto de audiencia en la radio generalista. El capitán de este barco marca con su sello personal la actualidad de cada día y acompaña a los oyentes en su camino al trabajo. Pero llega el verano y el andaluz se retira a descansar, dejando paso a Agustín Bravo, que agarra el timón con seguridad: “Yo soy el mejor, pero me falta que la gente se entere”.
El periodista se sonríe y asegura estar “encantado” con su tarea estival. Reconoce que esta “bendición” lleva consigo grandes dosis de responsabilidad. Tanto es así que al comenzar se le seca “un poco” la boca, pero eso no le impide llevar esta embarcación por las aguas del éxito, tal y como hace el propio Herrera durante el resto del año.
“Este es un programa que yo escuchaba, escucho y escucharé”, afirma sonriente Bravo. Encuentra fascinante poder conocer -y manejar- los entresijos de una de las principales emisiones de nuestra radio y se deshace en elogios cuando habla de Carlos Herrera: “Es el número uno”. El periodista también piensa en quienes siguen trabajando y quieren la compañía de su programa preferido: “No vamos a dejaros nunca en la estacada”.
Su rutina diaria es intensa: a las 7:30 de la mañana ya está en la emisora, poniéndose al día de toda la actualidad política y social. También hace un breve repaso de los temas que se han tratado en COPE el día anterior. Debido a la época de vacaciones, los programas de Bravo no contarán con 'Fósforos'. Sin embargo, su lugar en las ondas lo ocuparán “entrevistas humanas”, perfectas para escuchar en la playa o la piscina.
A pesar de su tiempo de descanso, Herrera nunca desconecta de la radio y sus noticias. Por ello muchas mañanas “se pasa por la emisora a dar algunas instrucciones”. Pero Agustín Bravo no duda en aprovechar la cámara para interpelar al capitán: “Te envío el mejor de los saludos, pero pásate de vez en cuando, ¡sinvergüenza!”.