Guerra culpa, en 'Herrera en COPE', a PSOE y PP de dejar que Otegi y Junqueras marquen la estrategia política
El exvicepresidente del Gobierno tiene claro que el actual PSOE "es otro PSOE" y apuesta por que "quien gane las elecciones sea un partido que apoye la Constitución"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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'La España en la que creo. En defensa de la Constitución' es el último libro escrito por quien fuera vicepresidente del Gobierno desde 1982 hasta 1991 con Felipe González al frente del Ejecutivo tras el triunfo histórico del PSOE. Un libro en el que Alfonso Guerra repasa la Historia de España en la que vivimos y aquella historia en la que participó en su etapa activa como político.
Después de seis ediciones, el político ya jubilado -que rechaza volver a la primera línea pese a que por la calle se lo pidan-, "soy un observador, voy a cumplir 83 años y sería una utopía ridícula que con mis años dirigiera nada, soy un observador comprometido con el socialismo", lamenta que la situación de España que describe en el libro se esté cumpliendo, "se confirma, los síntomas que me hicieron inquietarme y escribir este libro, esas advertencias están vivas y agravadas. La política vive en un parlamento fragmentado infinitamente y gravemente peor que aquel del bipartidismo y con dos grandes partidos que no se dan cuenta que la sociedad española les elige, no se dan cuenta, los estrategas equivocan la estrategia".
Guerra -que también fue vicesecretario general del PSOE durante casi dos década-, admite que el actual Partido Socialista no es el PSOE de siempre, "es otro PSOE. Cuando se hizo cargo de la dirección otro grupo, ellos dijeron es un nuevo PSOE y no es un nuevo PSOE es otro PSOE", con una "estrategia del Gobierno equivocada, hay que pensar que va a haber un hundimiento de Podemos, alabado sea Dios; pero el PP también se equivoca porque lo apuesta todo al hundimiento del PSOE y ese hundimiento no se está produciendo. Ambos partidos están dejando que la estrategia la marque Otegi, Oriol Junqueras y es malo para el país y eliminar delitos del Código Penal para beneficiar a los socios son errores graves con consecuencias graves para el país".
Porque esos socios en los que se apoya el Gobierno,"no solo no creen en la Constitución, sino que son enemigos que quieren eliminarla. Lo importante es distinguir si uno apoya la ley por encima de lo que diga la mayoría o apoya lo que dice la mayoría y entonces apoya la ley. Algunos de estos socios dijo literalmente vamos a Madrid a destruir el régimen del 78", recuerda Alfonso Guerra.
Una Transición que contaba con los mejores en la política, "en el 78 las mejores cabezas de las cátedras, de los bufetes de abogados decidieron ir a la politica para sacar a España de otros tiempos, ahora esas cabezas no quieren ir a la política" y eso es lo que Guerra explica a quienes le reconocen por Sevilla o Madrid, "me paran mucho por la calle y todos hacen una expresión, como de que vivimos una generación política que no está a la altura de los políticos de la Transición y me dicen por qué no vuelve y les digo las cosas están muy difíciles".
¿Quién prefiere que gane las elecciones Sánchez o Feijóo? "Quiero que gane un partido que respete la Constitución, si el PSOE respeta la Constitución estaré contento con que gane el PSOE", sin embargo no descarta que "después de las elecciones legislativas se va a seguir con este tipo de pactos, porque ya lo ha dicho el Gobierno y eso es un error, pero quiero que las municipales las gane el Partido Socialista".
Se ha sustituido la igualdad por la igualdad entre sexos
Alfonso Guerra admite que el momento actual del Partido Socialista no es el mejor, "fallan los estrategas", pero reconoce que a lo largo de su historia y de la Historia, el PSOE "ha tenido momentos muy complicados. Pablo Iglesias estuvo solo en el Parlamento y le acusaban de asesino y lo aguantó, lo aguantó. Pero errores nuestros, señalaría cuando el golpe y la dictadura de Primo de Rivera, el PSOE y la UGT deciden estar en el Consejo de Estado, un tema un poco vidrioso; en la revoloción de octubre del 34 hubo un comportamiento extraño, no sé si errático, y ahora aliándose con sectores que no representan lo que el PSOE que es un partido que fundamenta sus raíces en la libertad y en la igualdad, que se han olvidado de la igualdad, se centran en la igualdad entre sexos que está bien, pero hay otra igualdad que es la social y ha desaparecido de los partidos, de la izquierda, de los sindicatos... Esa alianza coloca al PSOE en otro ámbito del que tiene que volver al liberalismo propio del socialismo que tiene como divisas la igualdad y la libertad y si falla alguna, entonces el socialismo descarrila".
Subraya que se ha sustituido la lucha de clases por la lucha de sexos, "la igualdad era una de las dos columnas del socialismo y ahora se ha sutituido por la igualdad entre sexos que es noble, pero ¿y la igualdad del ascensor social, del de arriba y el abajo? Hoy todo el mundo quiere que la hija del albañil tenga los mismos derechos que el hijo del albañil, pero yo quiero que la hija del albañil y el hijo del albañil tengan los mismo derechos que la hija y el hijo del contratista y esa igualdad que hoy ha desaparecido y ahora tienen igualdad de sexos, la otra ha desaparecido y eso es un drama histórico".
En lo que no se moja es en los temas más candentes, de actualidad como la reforma de las pensiones, el caso de Marlaska, "en ese debate del día a día no debo estar porque es un error, porque se pierde atendiendo al asunto concreto de qué ha pasado con Pérez de los Cobos, se pierde la visión del conjunto, del proyecto que tienen los partidos políticos. Los sectores conservadores se equivocan cuando ponen toda la carne en el asador en el señor Marlaska".
Juan Carlos I, el rey más importante que ha tenido España
A parte de volver a negar que dijera aquella frase que siempre se le atribuye de que "Montesquieu ha muerto", " lo he contado un millón de veces, el tema fue que en una conversación con unos 20 periodistas sobre la 'Ley del aborto' que estaba en el Tribunal Constitucional, me preguntaron si se les condenaba a las mujeres se les indultaría o no, y dije que el Constitucional no correspondía a los poderes que definió Montesquieu porque muerto Montesquieu no había tribunales constitucionales y entonces se dijo que dije que había muerto Mostesquieu".
"Quien tenga sentimientos por España, que crea que forma parte de un país que es grande, aunque ha estado atormentado durante siglos, cuando España era la potencia más grande del mundo en el XVIII ya se habla de decadencia, y es el término más utilizado, en el 78 se intenta enderezar eso y se consiguió enderezar, pero ahora estamos en una situación complicada si no vamos hacia atrás". Y uno de los actores de la España enderezada fue Juan Carlos I, "las personas que quieran reflexionar sobre la vida con honestidad y sin prejuicios tienen que saber que el rey más importante que ha tenido España se llama Juan Carlos I; los problema de faldas, de dinero, las leyes dirán, pero eso no puede eclipsar la figura de un rey que pro primera vez en la historia tiene todo el poder y decide que no lo quiere que el poder tiene que estar donde está la soberanía y entrega esos poderes. Aún más, tres años después unos nostalgicos del autoritarismo de la dictadura dan un golpe de Estado y fue el rey quien lo paró, que eso se quiera ignorar es de una desfachatez que indica la pobreza moral de los que quieren ignorarlo".
En las páginas de 'La España en la que creo? también se reconoce el papel de Felipe González con el que, pese a que se les atribuye una mala relación, no es así, "con Felipe Gónzalez, tengo muy buena relación con él, él viaja mucho y nos vemos cuando podemos,ahora hemos estado en una gratísima velada en Badajoz en el cumpleaños de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Cito que la Transición, la confección de una Constitución se hace porque los españoles les piden a políticos que no coincidían en casi nada se pongan de acuerdo y cito como principales protagonistas de aquel acuerdo a Adolfo Suarez, Santiago Carrillo, Felipe Gonzalez, Miguel Roca, Fernando Abril Martorell y el rey Juan Carlos, creo había una presión debajo y una negociación arriba, las dos cosas se complementaban, pero una sin la otra no hubiera funcionado".