Amós García: “Blindar fronteras no tiene sentido teniendo en cuenta cómo se transmite la viruela del mono"

¿Debemos ponernos en guardia ante el brote de viruela del mono? ¿Podría convertirse en una nueva pandemia? ¿Qué similitudes tiene con el covid? Ayer se conocieron cuatro nuevos casos en España, si bien el nivel de riesgo se mantiene bajo en Europa y por lo pronto se descarta vacunar a la población en general.

En Herrera en COPE, el epidemiólogo Amós García, presidente de la Sociedad Española de Vacunología y miembro del Comité Permanente en Europa para la OMS, se ha mostrado de acuerdo con la decisión de Europa de pedir tranquilidad pero con toque de atención a los gobiernos para a mantener un cierto estado de alerta. “Es la medida razonable para el problema que nos enfrentamos”.

Covid vs viruela del mono

Reconoce que el temor que pueda haber entre la ciudadanía tiene su "antecedente claro" en todo lo relacionado con la covid, si bien se trata de “dos procesos diferentes que solo tienen en común que son transmisibles y que han pasado del animal al hombre”.

En todo los demás puntualiza el epidemiólogo “son diferentes”. “La covid se transmitía vía aérea. En el caso de la viruela del mono se produce por contacto directo piel con piel o piel con mucosa, lo que dificulta su expansión”. Es por ello que "no tenga mucho sentido blindar fronteras".

Además cuando apareció el covid “no sabíamos a qué nos enfrentábamos y en este caso se trata de una enfermedad que es una vieja conocida” y para la que “sí hay vacunas”.

Por otro lado, Amós García ha mostrado su preocupación por África, que es donde está realmente la situación "muy complicada". Por eso advierte de que “en lugar de acaparar vacunas en países desarrollados, debemos de ser conscientes de que allí es donde tienen que estar”.

Es por ello que se deba de hacer un “acopio razonable de vacunas”. “España tiene que quedarse con un pool de vacunas -porque casos vamos a tener en un contexto de mundo globalizado-, pero también saber que tenemos que contribuir a que lleguen a África”.

Por último ha reconocido la “dificultad” de saber si el brote africano tendría el “mismo comportamiento en un país desarrollado”.