Ana, ucraniana coordinadora de la llegada de refugiados: “Nos piden valerianas y ansiolíticos”
Lleva 20 años viviendo en España y ahora colabora con varias organizaciones para ayudar a sus compatriotas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde que empezara la invasión de Rusia a Ucrania, la reacción de solidaridad expresada por todos los Estados europeos, está vez, parece que si está a la altura del drama. Se han simplificado los trámites burocráticos, la protección es para un año y garantiza a todos los que abandonaron el país desde el 24 de febrero un conjunto de derechos en todos los Estados miembros de la Unión.
El número de desplazados ya supera los cuatro millones y seguirá creciendo en las próximas semanas. Pero ¿qué pasa el día después?
¿Qué ocurre cuando una familia ucraniana ha conseguido salir de su país, ha cruzado toda Europa y llega, por fin, a un país nuevo? Por ejemplo España. ¿Cómo se organiza una nueva vida?
Ana Nohovsk, es ucraniana, pero lleva 20 años viviendo en España y desde que estalló el conflicto se ha dedicado a ayudar, a gestionar ese día después para muchos de sus compatriotas colaborando como “voluntaria con varias organizaciones a la vez y trabajando en la coordinación entre ellas”. Hasta el momento ha alojado en Madrid a 400 personas.
Eso sí, denuncia Ana que al principio del conflicto, cuando la gente acudía a la frontera de Ucrania con sus propios coches para acoger a familias y demás, “los malos se aprovechaban y han desaparecido mujeres y niños”.
Cuenta Ana que en estos días han llegado algunos familiares a los que “veo muy mal y apenas hablan”. Además, nos dice que cuando pregunta algo “mi tía se echa a llorar”.
Todo lo que han vivido, todo lo que están pasando provoca que muchos de ellos tengan ataques de ansiedad, apenas puedan dormir… y, por eso, muchas de las cosas que piden son “valeriana y ansiolíticos para poder estar tranquilos”, asegura Ana.