Atragantamiento; estos son los alimentos navideños más peligrosos

Los excesos navideños, las comidas copiosas, el tipo de alimentos que consumimos en estas fechas, las risas, incluso las discusiones mientras comemos, pueden darnos algún que otro desagradable susto. 

En España según datos del Instituto Nacional de Estadistica en 2017 fallecieron 2336 personas por atragantamiento, un 30% más que por accidentes de tráfico. Y una datoa aún más escalofriante; cada cuatro horas muere una persona en España por este motivo.

Ante todo, para evitarlo, “es importante tener una actitud correcta que pasa por masticar bien, hacerlo despacio, comer en trozos pequeños y mantener una buena higiene de las piezas dentales”, explica en 'Herrera en COPE' Nuria Canis, directora del Plan Nacional Antiatragantamientos.

Recuerda la doctora que en estas fechas hay determinados alimentos que hay que evitar o con los que hay que tener especial cuidado como son las “uvas, los polvorones, la carne o los frutos secos”.

Además se deben de evitar las "malas posturas -como comer tumbado-, dar de comer a una persona sin que haya terminado de tragar o reírse y  llorar cuando se come”.

Los primeros cuatro minutos son los más importantes

¿Cuándo empezar a preocuparnos si vemos a alguien atragantarse? “Es precioso actuar inmediatamente, porque uno se está asfixiando y no llega oxígeno al cerebro. Los primeros cuatro minutos son los más importantes”. Primero, se debe visar al 112 y si la persona está tosiendo,  animarla a que siga haciéndolo. Si vemos que la tos empieza a fallar y se empieza poner azul, entonces hay que darle palmadas fuertes en la espalda -entre los dos omóplatos-  con el talón de la mano”.

Si falla, entonces hay que recurrir a la Maniobra de Heimlich “abarcar a la persona desde detrás y colocarle un puño por debajo del esternón (entre ombligo y costillas) y empujar hacia arriba.

Además la doctora ha advertido de que existen unos dispositivos antiatragantamiento "que funcionan  mediante succión y que son sencillos de usar".

En cualquier caso, siempre que una persona se atragante es necesario realizar un chequeo posterior. Del mismo modo, “si una persona se atragantara de forma habitual, puede que se trate de alguna enfermedad como la disfagia” por lo que  es recomendable acudir al médico para que valore si se debe derivar a un especialista.