Cisco García, en 'Herrera en COPE': “Pensé que me tocaba vivir una vida sin libertad. Y no es así”
El cordobés, lesionado medular desde 2015, explica en su libro 'Irrompibles' su historia y como la lesión le cambió la vida
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El 28 de diciembre de 2015 a Cisco García le cambió la vida radicalmente. El día comenzaba como cualquier otro para el entonces abogado pero un accidente de snowboard le dejó en silla de ruedas para el resto de su vida. Se había fracturado la médula espinal y no podría volver a caminar. Lejos de hundirse, el cordobés decidió luchar y reponerse del accidente. Y todo este proceso lo cuenta en 'Irrompible', el libro que publicó en 2020. En su obra, García cuenta sus primeros días en el hospital, su lucha por mantenerse optimista y cómo, tras ver algunos vídeos de tenis en silla de rueda, decidió que a eso dedicaría su vida desde ese momento. Y lo ha convertido en su profesión. Una, por cierto, que le ha dado bastantes alegrías: a día de hoy Cisco García es el número 5 de España en tenis paralímpico y estuvo a punto de clasificarse en los Juegos Paralímpicos de Tokio de 2021.
No habría conseguido nada de esto sin haber oído la siguiente frase: “Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es tu única opción”. Y la convirtió en su lema y en su motivación. Una fortaleza que no tenía en el momento del accidente, como ha recordado: “Lo peor vino cuando yo intentó levantarme y no me puedo mover y ahí ya fue un drama absoluto porque yo ya sabía perfectamente lo que había pasado. Me tocaba las piernas y veía que no las sentía. Era como si estuvieras tocando carne de otra persona”. Una lesión en la que, aunque no perdió el conocimiento, tampoco recuerda bien lo que pasó después. Tras esto, se levantó en el hospital, unos días después de que los médicos le operasen. Y, como él mismo ha asegurado: “Ya estaba fundido. Creía, después de la operación, que la vida en silla de ruedas era diferente. Es decir, si yo en aquel tiempo en la cama veo como iba a ser mi vida en silla, quizás no me hubiera preocupado tanto. Pero yo creía que mi vida en silla era totalmente diferente. Que se me acabó llevar una vida típica y que me iba a tocar vivir una vida pagada y descafeinada, sin libertad. Y no es así”. Una postura que pronto tardó en cambiar y gracias a la cual se ha convertido en un auténtico ejemplo para todos.