En España solo se detectan un 2 por ciento de los niños superdotados

A simple vista, tener una inteligencia superior al resto de personas parece ser una ventaja. Pero, en muchos casos, ese don se convierte en una fuente de problemas

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El psicólogo en altas capacidades, Pedro Hernández: "La forma de captar al niño es a través de sus intereses"

Redacción Herrera en COPE

Publicado el - Actualizado

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En España solo se detecta un 2 por ciento de los niños que son superdotados. Y, si hablamos de niños con altas capacidades, tan solo el 10 por ciento. Se habla de un nivel de inteligencia superior a la media o de altas capacidades cuando el cociente intelectual se sitúa entre 120 y 129 puntos. Mientras que el de los niños superdotados se encuentra a partir de los 130 puntos.

A simple vista, tener una inteligencia superior al resto de personas parece ser una ventaja. Pero, en muchos de estos casos, ese don se convierte en una fuente de problemas. Y es que, entre otras cosas, el sistema educativo de nuestro país no está preparado para adaptarse a las necesidades de estos niños con altas capacidades. Y es que, curiosamente, muchos niños superdotados, o con altas capacidades, se sienten diferentes al resto de sus compañeros. Y esto es precisamente uno de los problemas que tiene que afrontar estos niños y jóvenes. Además, hay lista de espera para ser evaluado por los equipos de orientación de las diferentes comunidades autónomas.

Dichos equipos se encargan de emitir un informe oficial, que recoge las altas capacidades del niño, y que es imprescindible para que en el colegio estos alumnos puedan acelerar su formación y pasar de curso, por ejemplo. Pero, como esta evaluación suele tardar, las familias acaban solicitando ese estudio a un profesional privado. Pero, no todas las familias se lo pueden permitir.

La presidenta de la Asociación Española de Superdotados y con Talento, Alicia Díaz Concha, explica que atienden a "adultos que se han enterado recientemente que son personas con altas capacidades, pero que, a lo mejor, llevaban un montón de años de psicólogo para saber qué es lo que les pasaba". Y es que no sirve cualquier tipo de psicólogo, pues tiene que ser un profesional que tenga la especialidad en altas capacidades.

Es muy importante que el niño sea consciente de que tiene una inteligencia superior, pero también es importante que los padres sepan cómo tiene que ayudar a sus hijos. Porque a veces se dan cuenta de que algo pasa, pero no saben encontrar cuál es la razón. "La inmensa mayoría de los padres ven a sus hijos diferentes, los notan raros", añade Alicia. También explica que los padres muchas veces dicen: "El caso es que el niño es muy inteligente, pero no es feliz".

Una historia de este tipo de casos es la de Marina, una profesora de universidad y que no fue identificada como superdotada hasta los 13 años de edad. La identificaron como superdotada tras un accidente de tráfico, en el que su cráneo sufrió varias fracturas: "Al salir pensaron 'vamos a pasarla al psicólogo durante un mes para que vea si está bien'. Entonces fue ahí cuando me descubrieron que tenía una inteligencia muy significativamente por encima de la media", ha contado.

Antes del accidente no era consciente de su inteligencia. Lo único que notaba era el rechazo de sus compañeros de clase. De hecho, el calificativo que más escuchaba era el de "listilla". Fue por este motivo que, cuando sus hijas le contaron que las llamaban "empollonas", supo que sus hijas también eran superdotadas. Por no mencionar que se van a encontrar con una sociedad y un sistema educativo que no están preparados para tratar a los niños con una inteligencia superior: "Hay una especie de creencia de que los superdotados siempre van muy rápido en el programa, que es cierto cuando el programa les gusta. Pero a mí no me motivaba, entonces iba más lenta, me costaba más enfocarme porque era más dispersa", añade Marina.

Sin embargo, a pesar de las dificultades, Marina cree que su gran inteligencia le dio más ventajas de problemas: "Para mí ha sido una ventaja tremenda. Porque yo daba zancadas en la universidad y veía que a otras personas les costaba más lo que a mí me costaba nada. Es verdad que te llevas tropezones, pero no tantos", ha comentado. Tiene dos doctorados y, como hemos dicho antes, es profesora de universidad.

El psicólogo especializado en diagnóstico en altas capacidades, Pedro Hernández, nos explica que las principales dificultades que se encuentra un niño en su etapa educativa son "el aburrimiento, la falta de comprensión, que no se tienen en cuenta sus intereses. Que muchas veces, debido a su creatividad, piensan de manera diferente. Y todo esto al final son obstáculos". Y también tienen que enfrentarse a lo que es el estereotipo. Y, como no, todo esto influye en su malestar. "Por un lado, está la incomprensión y, en ocasiones, la falta de formación del profesorado", ha añadido.

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