Este es el oficio que vuelve por la subida de la factura energética

El oficio de deshollinador no solo no está en peligro de extinción, sino que es una profesión con demanda de mano de obra

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Un deshollinador profesional: "En función del tipo de hollín y la cantidad puedes tener un incendio"

Redacción Herrera en COPE

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Cuando hablamos de un deshollinador, seguramente te viene a la cabeza la imagen del deshollinador de la película de Mery Poppins. Pero seguro que no te imaginas que este oficio todavía existe.

"La crisis energética revive el oficio de deshollinador: Putin nos ha hecho la campaña". Así de claro ha sido el titular. Crece la demanda de mano de obra para un empleo que ya no es como el de Mery Poppins, pero que sigue manchando. Esta era la noticia que se leía hace un par de días y, si lo piensas bien, tiene todo el sentido del mundo. En España llevamos semanas o meses, según a quien le preguntes, preparándonos para un invierno incierto. Aunque estamos viviendo unos días excepcionales, la bonanza del clima terminará, y tendremos que afrontar el frío y los días crudos de invierno. Y como ya hemos dicho, llevamos unas semanas preparándonos para una estación en las que las facturas de gas, gasoil o luz van a ser imposibles de asumir para muchas personas.

Los más previsores empezaron a comprar leña en el mes de mayo o junio, cuando las empresas que suelen vender este producto están cerradas. Desde entonces, la demanda de leña en España se ha multiplicado por cuatro. Del mismo modo que la venta de chimeneas y de estufas se ha incrementado un 30 por ciento. Por no hablar de los pellets, la alternativa sostenible a la leña, que ha triplicado su precio en un año. Si un saco de 15 kilos antes costaba 3 euros, ahora cuesta alrededor de 10 euros.

Hemos comprado leña como para asar un rebaño de vacas, pero muchas chimeneas en España necesitan una muy buena limpieza y puesta a punto. Y hacer eso no es un a tarea que puedas hacer tu mismo. Un buen acondicionamiento, sobre todo por falta de uso, es necesario. En muchos hogares la chimenea se encendía un par de días al año, como en Navidad. Ahora, y a juzgar por el aumento de la venta de leña, muchos van a necesitar limpiar el hollín con su pequeña ventana al cielo.

El oficio de deshollinador no solo no está en peligro de extinción, sino que es una profesión con demanda de mano de obra. De hecho, en la web de la Asociación Española de Deshollinadores "se basa personal técnico cualificado".

El deshollinador y presidente de la Asociación Española de Deshollinadores, Gorka Eraso Gallat, nos cuenta que la profesión "sufrió con la prohibición del uso del carbón y la entrada del gas por los años 70. El boom inmobiliario exigió la necesidad de instalar muchas chimeneas porque se construía mucho (...) Pero lo de este año ya es exagerado". "La psicosis que tenemos por el problema energético ha llevado a multiplicar por días la demanda de nuestro trabajo", ha añadido.

En lo que respecta al dinero y tiempo que lleva limpiar una chimenea que lleva mucho tiempo sin ser utilizada, Gorka explica que "podemos estar hablando de unos 90 a unos 130, 140 euros, más IVA, en lo que es el deshollinado de la chimenea. Cuando das un precio no sabes lo que te vas a encontrar. Por lo que tampoco puedes precisar mucho". "Limpiar una chimenea puede levar 1 hora de trabajo u hora y algo", ha añadido. Además, la limpieza no se hace como se veía en la película de Mery Poppins, se hace desde dentro de la vivienda.

"Los dos grandes problemas que te puedes encontrar por falta de mantenimiento son la acumulación del hollín (...) En función del tipo de hollín y la cantidad puedes tener un incendio. El hollín es un producto extremadamente inflamable (...) Y luego, si la chimenea está obturada, puedes tener revoques de humo por donde no es y tener verdaderos problemas", ha remarcado Gorka en referencia al tema de la seguridad y las consecuencias de no tener la chimenea en condiciones.

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