Esto es lo que opina Herrera de las protestas en el barrio de Salamanca contra Sánchez
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En su monólogo de este viernes, Carlos Herrera ha hablado sobre la crítica de Garzón al sector del turismo, la ineficacia de Iglesias en la gestión de la crisis sanitaria y las protestas en el barrio de Salamanca de Madrid contra Pedro Sánchez
"Señoras, señores. Me alegro, buenos días.
Ayer, hubo repunte en los números de la pandemia. 217 fallecidos en 24 horas. Y llama la atención que Cataluña contribuye de manera muy notoria a esas cifras. 131 corresponden a Cataluña por los 19 de Madrid. Mientras los miembros del Gobierno dicen tonterías sin cuento o ejercen de matones de barrio en sede parlamentaria, hay otros políticos que jalean a grupos de ciudadanos que confunden el derecho a protestar con el incumplimiento de elementales normas de la prevención sanitaria.
El espectáculo se desarrolla ante nuestros ojos mientras en los hospitales siguen muriendo personas. Por centenas. Y mientras todo esto pasa, desde Japón anuncian que Nissan va a cerrar su fábrica de la zona franca de Barcelona. 3000 empleos directos y 20.000 indirectos. La realidad y el futuro inmediato es lo suficientemente duro que tampoco hay que empeorarlo un poco más. Es tan grave que todos deberíamos hacer un llamamiento a la responsabilidad. El más obligado de ellos, el Gobierno. Pero este Gobierno oscila entre la incompetencia y el sectarismo más feroz.
"¿CÓMO UN TIPO COMO GARZÓN PUEDE LLEGAR A SER MINISTRO?"
Ayer, el inexplicable ministro de Consumo - ¿cómo un tipo como Garzón puede llegar a ser ministro? Bueno, pues porque esta es la España de hogaño - dejó sentado en su magisterio en esas dos disciplinas - la incompetencia y el sectarismo - cuando desacreditó al sector turístico como un sector estacional, precario y de poco valor añadido. ¿Estacional? Bueno, claro. Tú es que quieres que haga calor todo el verano, pero es que en invierno hace fresco... Si este fuera un gobierno serio, este tío ya no sería hoy ministro. O la titular del ramo habría presentado la dimisión en señal de protesta. Pero un Gobierno serio jamás tendría a un personaje como Garzón sentado en un consejo de ministros. Su mayor mérito ha sido enterrar a Izquierda Unida, que había heredado la dignidad antifranquista del viejo partido comunista de España para ponerla al servicio de estos vividores de la política, de estos populistas caribeños que no han dado un palo al agua en su vida y que se permiten jugar con un sector del que viven más de dos millones de españoles.
Tenía que pasar y pasó. Francia ha decidido aplicarnos la reciprocidad y cualquier España que viaje a Francia pasará una cuarentena de 14 días antes de hacer vida normal. Islandia, adonde van los turistas más aguerridos a ver si un volcán entra en erupción, ofrece a los turistas test gratuitos. Nosotros les ofrecemos 14 días confinados. Con estas declaraciones y medidas, el sector turístico - que supone cerca del 15% de la economía española, está en una espiral de pérdidas que ya superan los 3.000 millones. Eso es irresponsabilidad de unos tíos que están sentados en el Consejo de Ministros. Empezando por el que lo capitanea. El fraudillo. El doctor Sánchez
Además, Por si esto fuera poco, el vicepresidente segundo volvió a ejercer de Joker. De payaso psicópata. Se permitió la chulería y el sarcasmo de una especie de macarra de la peor estofa, para defender su delirante propuesta de subida de impuestos. Iglesias tenía que explicar en sede parlamentaria su gestión como vicepresidente en asuntos sociales. Pero no es cómodo hablar de las colas en los comedores sociales, de la gente sin empleo, sin ayudas, de la devastadora mortalidad que se ha dado en residencia de ancianos... Todo eso le compete, pero no hubo ningún momento para eso. Él no está en esas cosas, él está en la propaganda. Quién sabe si preparando la excusa para saltar del Gobierno y lanzarse a la calle...
Más allá de la catadura política del personaje, hay una reflexión. Esta crisis ha demostrado que desde el ámbito privado se saben hacer las cosas mejor, con más eficacia y diligencia que desde la esfera pública. Sería mucho mejor bonificar fiscalmente toda la labor que pueden hacer las grandes fortunas en fundaciones, promoción de la actividad y cooperación de lo social que exprimirlas a base de impuestos para pagar el sueldo a políticos inútiles e incapacaes que además no quieren trabajar el sábado en la política de reconstrucción de España. Vamos a reconstruir España de lunes a viernes.
Lo de la Nissan de Barcelona, ya veremos. Puede que no sea la única. Hoy cuenta "Expansión" que también están en riesgo la fabricación de algunos modelos en las fábricas de Renault de Palencia y Valladolid. España ha llegado a ser una potencia mundial en la fabricación de automóviles gracias a la reforma laboral. Y todo eso se va a volatilizar en unos años.
LAS PROTESTAS DE "LOS CAYETANOS"
Sanidad va a anunciar hoy que áreas sanitarias van a pasar a la fase 1 de la desescalada. La atención está en Valencia - que den por hecho que pasa - Málaga y Granada - que ya veremos - y Madrid, que den por hecho que no. Ayer tarde, la presidenta de la Comunidad dijo que el Ministerio no parecía favorable a conceder el progreso a la Comunidad. Isabel Díaz Ayuso, que hay veces que parece que si no está en mitad de una polémica parece no estar a gusto - animó las protestas del barrio de Salamanca contra el Gobierno de Sánchez y la Policía hizo un despliegue para evitar que la acumulación de personas en la calle incumpliera las normas.
Primera reflexión: Protestar contra Sánchez e Iglesias, todo y todos los días. Incumplir las normas de prevención sanitaria, nunca. De ninguna manera. Desacreditar estas protestas - como hace la izquierda - es ridículo y muestra un cierto temor a perder el monopolio de la calle. Esto de los pijos, los cayetanos... Son ciudadanos con los mismos derechos que los perroflautas que acamparon el Sol hace cinco años. Bueno, aquellos tenían derecho a concentrarse y ahora hay un estado de excepción que lo impide. Ahora, tienen todo el derecho del mundo a expresar su rechazo contra una gestión catastrófica de la crisis.
El miedo que tienen los activistas de izquierda, los que están en la política y en el periodismo, es que mucha gente pueda compartir esa protesta. Por eso necesitan descalificarla, decir que es cosa fachas, de pijos, que no pueden jugar al golf... Ojo que este tipo de manifestaciones a veces también refuerzan a los que están en el poder. Acuérdense de Zapatero, que algunas de esas manifestaciones le reforzaron y alguno se frotaba las manos.
Entre estas y otras cosas, la constatación de que esta pandemia nos va a seguir trayendo dolores de cabeza. Lo dicen todos los expertos. Todavía quedan muchas páginas por escribir, mucha resistencia y mucho sacrificio que hacer. Esto no se va a solucionar en dos días. Lo vamos a seguir pasando mal. Pero algún día acabará y en el camino habrá tiempo para ajustar cuentas".