Un experto explica cómo mantener la memoria en buen estado: Hay tres factores modificables
Los neurólogos Guillermo García y Antonio Palasí explican en "Herrera en COPE" las claves a tener en cuenta para mantener la memoria activa pese a los estragos fruto de la edad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El envejecimiento es uno de los mayores temores de muchas personas. El paso de los años implica algunas consecuencias como una bajada en el rendimiento, ya sea físico o mental. Uno de los principales desgastes es la pérdida de memoria. Cumplir años supone sufrir un cierto declive en varios aspectos de nuestra función cognitiva, algo que se prodice de gradual y que en los casos más extremos puede desembocar en demencia o alzhéimer.
Existen una serie de factores modificables que impactan en el modo en el que envejece esta parte de nuestro cerebro. En primer lugar es necesario señalar que para ayudar a frenar esa decadencia hay que saber identificarla. Los últimos estudios muestran que el 40% de los españoles mayores de 35 años admite tener fallos de memoria.
Guillermo García explica que "a partir de los cinco o seis años es cuando empezamos a tener ya la consolidación de los de los recuerdos". " Probablemente tenemos memoria casi desde el nacimiento, si bien nuestros primeros recuerdos suelen situarse en edades algo más avanzadas", explica en Herrera en COPE, Guillermo García, neurólogo y portavoz de la Sociedad Española de Neurología.
La memoria alcanza su máximo crecimiento entre los 16 y los 19 años, franja de edad fundamental en el desarrollo emocional e intelectual del ser humano, señala el
"Empezamos a tener un cambio
que influye en la memoria, tendemos a recordar más aquellas cosas que nos emocionan y que nos impactan, lo que hace que tengamos una amplia capacidad en esa franja de edad".
"Se marca los 65 años como la franja de edad, ya que es la de la jubilación, donde comienza el momento álgido de la perdida de memoria. Pero sería a partir de los 70 años cuando vemos que hay más posibilidades. Cabe resaltar que empezamos con la pérdida de capacidad retentiva a la que se le suma la del recuerdo libre, es decir, el recuerdo inmediato certero", expresa el doctor ratificando la idea de que la mayor caída se suele producir en la denominada tercera edad.
Tal y como manifiesta el neurólogo, "parece que puede haber un componente genético, si bien no es una herencia tan determinista como puede ser el color de nuestros ojos o de nuestro pelo". Asimismo, otro de los dichos populares más comunes es que nuestros recuerdos de la infancia marcan los de la edad adulta. Ante esto el experto afirma que "solamente es una teoría aunque probablemente nuestros recuerdos sí nos modelen cómo somos nosotros en nuestro desarrollo".
Los trucos ante la pérdida de memoria
Antonio Palasí, neurólogo de la unidad de demencias del hospital Val d'Hebron da las claves en "Herrera en COPE" para darse cuenta de que realmente estamos ante una situación de pérdida de memoria. "Todos nos olvidamos de cosas aunque no tengamos ninguna enfermedad de la memoria porque puede fallar". Es importante diferenciar el despiste banal y preocupante. "Los despistes puntuales no se repiten frecuentemente en el tiempo,y no interfieren en el funcionamiento diario de las personas. Cabe destacar que estos aparecen en épocas de más estrés laboral o personal. Si dejamos pasar un poquito de tiempo el recuerdo suele venir a la memoria". Los que realmente son preocupantes, son "aquellos progresivos en el tiempo, que se van haciendo cada vez más frecuentes y más cotidianos".
"No es una regla establecida al 100%, pero cuando los despistes de memoria son relativamente graves, como por ejemplo el Alzheimer, no hay conciencia total de la enfermedad, solo parcial o ligera", manifiesta Palasí que afirma además "se tiende a justificar, ocultar y disimular estos déficit".
PREVENIR
Para mejorar el estado de nuestra memoria existen algunos trucos. En primer lugar, el entrenamiento cognitivo, es decir, ejercitar la memoria de forma que se vaya aumentando las conexiones entre las neuronas del cerebro lo que podría retrasar la aparición de enfermedades degenerativas de la memoria. También hacer ejercicio físico y controlar los factores de
cardiovasculares. "A tensión alta, la obesidad, el azúcar y el tabaco pues a la larga pueden favorecer su aparición", enuncia el neurólogo.