Farmacia Enfurecida trae su "crítica y educación sanitaria" a 'Herrera en COPE'
Guillermo Martín nos presenta su libro 'Esta farmacia es una cruz', que recoge el humor farmacéutico con el que triunfa en las redes sociales
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A Guillermo Martín le pusieron ese nombre por Guille, el hermano pequeño de la Mafalda ideada por Quino. De alguna manera, estaba predestinado a tener algún tipo de vínculo con el cómic, como ha demostrado en Esta farmacia es una cruz. Sus viñetas recogen algunas de las situaciones farmacéuticas que han llevado a Guillermo a triunfar en las redes sociales bajo el seudónimo Farmacia Enfurecida.
“He descrito un poco el día a día de la farmacia española, dándole un toque cómico”, ha contado Guillermo en ‘Herrera en COPE’. Su estilo desenfadado tanto en Twitter como en Instagram ha triunfado en el gremio de farmacéuticos y mucho más allá: “No me corto nada. Me gusta decir más o menos lo que pienso en mis redes sociales. Un poco de crítica y educación sanitaria. También suelo ir posando con la bata allá por donde voy. Me encanta hacer el canelo”.
La pregunta resulta obligada: ¿cómo es el día a día de un farmacéutico en las redes sociales? “Son un reflejo, más o menos, de lo que pasa en la sociedad. Por un lado, tienes a la vecina del cuarto recomendando medicamentos a todo el barrio: la típica influencer con centenares de miles de seguidores, sin tener ni idea de nada. Y en el otro, al médico, farmacéutico, enfermero… Están ahí luchando un poco por contradecir o rebatir estos bulos”, confiesa Farmacia Enfurecida.
Son esos bulos con los que más ojo hay que andarse. “El chiquillo ve un medicamento que ha dicho un influencer que te quita los granos en casa y se lo toma. Sin pensárselo además. Esto está provocando que la gente vaya al médico para que le recete cosas. Se satura más todavía la Sanidad. La gente viene a la farmacia pidiéndonos los medicamentos y se enfada si no se los das”, se resigna Guillermo.
Sin embargo, él seguirá usando su ‘poder’ en las redes para el bien. Algo que está claro que sus seguidores y el público en general reconocen, ya que su libro ha resultado ser todo un éxito. “Tenemos una buena salud del cómic. También es una buena forma de hacer educación sanitaria. Una imagen vale más que mil palabras”, se despide Farmacia Enfurecida.