Herrera, sobre Rodrigo Lanza: “Periodistillas de la Barcelona progre lo presentaron como un héroe callejero”
Carlos Herrera aplaude en su monólogo la repetición del juicio por el conocido como crimen de los tirantes con un nuevo jurado en Zaragoza
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El nuevo juicio por el supuesto asesinato de Víctor Laínez a manos de Rodrigo Lanza, el llamado crimen de los tirantes, comenzaba este lunes en la Audiencia Provincial de Zaragoza, esta vez con un nuevo jurado y una nueva jueza encargados de discernir si Lanza tuvo la intención de matar o no a Laínez motivado por el odio ideológico, como argumenta la acusación. "Los detalles de la agresión que expuso la Fiscalía con espeluznantes: le agredió por la espalda, le dejó ahí tirado sin preocuparse por las consecuencias", explica Carlos Herrera en su monólogo de las 8 de este martes 8 de septimbre de 2020.
"Este tío -recuerda el comunicador- había dejado en una silla de ruedas a una agente de la Policía urbana de Barcelona, pero Colau, Iglesias, todos estos de turno, una serie de periodistillas progres de la Barcelona exquisita le presentaron como víctima de un montaje y, claro, el héroe reincidió y mató a patadas, a puñetazos a un pobre hombre que tuvo la mala suerte de coincidir con él en un bar de Zaragoza".
En opinión de Herrera, "hasta ahora se ha recordado mucho más al verdugo", por lo que incide en la necesidad de poner énfasis en la víctima. "Los de Podemos, incluso, recibieron a la familia del verdugo y tantos otros lo presentaron como una especie de héroe callejero, miembro de la resistencia al fascismo".
"Sí, sí, todo lo que quieran, locutores de radio, periodistas, a los que le jalearon y taparon y aplaudieron por lo menos hay que señalarles, ¿verdad Pablito Iglesias? Que nos hacen una pintada de nada en una carretera y nos ponemos a pegar gritos de denuncia, pero si patean a un ciudadano por llevar una bandera nos callamos como puertas o pensamos que algo habrá hecho", opina el comunicador de COPE que aplaude que se repita el juicio para "reconsiderar esa broma de los cinco años que en aquel entonces le cayeron, aunque sea por la dignidad de la víctima y de la familia de la víctima".
8 DE DICIEMBRE DE 2017
Ese día sucesió todo. Fue en un bar del casco histórico de la capital aragonesa. El juicio en la Audiencia Provincial se celebró en noviembre de 2019, pero el veredicto y la sentencia, que condenaba a Lanza a cinco años de prisión por homicidio imprudente, fueron recurridos por las partes y en marzo de este año el Tribunal Superior de Justicia los anuló y ordenó la repetición del juicio.
El Ministerio Fiscal y las acusaciones, tanto la particular como la popular -que ejerce Vox a través del diputado David Arranz-, han coincidido en pedir 25 años de prisión para el acusado, a quien consideran responsable de un delito de asesinato agravado por motivos ideológicos, mientras que la defensa, ejercida por el abogado Endika Zulueta, estima que no hubo delito en la actuación de Lanza y que en ningún momento tuvo intención de matar.
Zulueta ha explicado que Lanza reconoció que agredió a Laínez, pero que actuó porque la víctima llevaba una navaja con la que iba a atacarle y, por tanto, por un profundo temor a perder la vida, sin que tuviera influencia alguna la supuesta ideología política de la víctima.
El relato de los hechos que defienden la acusación y la fiscalía es que Lanza entró en el bar y fue advertido por un amigo de la presencia de Laínez, de quien dijo que solía vestir unos tirantes con la bandera española, como los que, según la fiscal Ana Cabezas, la víctima llevaba ese día, y que tras intercambiar algunos insultos le atacó de espaldas y le propinó un fuerte golpe en la cabeza, que le derribó, para seguir propinándole patadas y puñetazos en el suelo.
De "ejecución" ha calificado incluso los hechos el coacusador particular, José Luis Melguizo, que ha advertido al jurado de que Lanza "se propuso quitarle la vida" a Laínez mientras que su abogado ha defendido que actuó motivado por el miedo, porque percibió que la víctima, de quien ha recordado que medía 1,90 y pesaba 120 kilos, tenía una navaja con la que pretendía atacarle.