José Cobo, arzobispo de Madrid, en COPE: "En este tiempo de desafío yo he aprendido a mirar a las personas"
El arzobispo electo de la archidiócesis madrileña asegura que este nuevo servicio "es ser el fontanero que está atento a todo lo que pasa"
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"Uno se engaña pensando que «no es posible» hasta que un día tienes una llamada de un numero desconocido y parece que te ha atropellado un tren, porque no te lo acabas de creer". Así ha confesado José Cobo Cano que se sintió ante su nombramiento como arzobispo electo de Madrid, y así se lo ha contado a Carlos Herrera este 13 de junio en el programa Herrera en COPE.
Tras su nombramiento este 12 de junio como nuevo pastor de la archidiócesis madrileña, Cobo ha asegurado que ser arzobispo "es ser el fontanero que está atento a todo lo que pasa en la diócesis, es el padre de familia que espera que se guarde la calidez". Una Iglesia como la de Madrid "es preciosa y polifacética. Tiene una gran vida de fe y es una gran oportunidad para encarnar el Evangelio", ha explicado Cobo.
Que el Evangelio "cuaje"
"Estar preocupado por la sociedad o intentado que el Evangelio cuaje en cada uno de los rincones de Madrid, me suena más a Evangelio que otra cosa. Francisco es Pedro ahora mismo, es nuestro Papa, y nos cobijamos en las líneas de él, cuando era Benedicto era Benedicto, cuando era Juan Pablo II era él"; ha respondido el prelado a las preguntas de Herrera.
Sobre su biografía, ha destacado su viaje desde su Jaén natal a Madrid "y desde Usera empezamos como tanta gente a crecer, en muchos barrios nos fuimos agrupando alrededor ee nuestras parrqouias y allí es donde emepzamos a crecer, tuve mis amigos, estuve en la universidad y en el seminario, y aquí es donde he crecido, donde tengo mi Iglesia".
Durante este tiempo, ha insistido, "no hice otra cosa que ser cura, no tener tiempo para otra cosa. La visión que me marca hasta ahora de estar en la Iglesia es servir, desde lo más teórico hasta lo más práctico. Eso supone las 24 horas, dedicarse todo el día a eso. Ahora, siendo arzobispo, y esto lo aprendí estos años, tengo una misión de silencio, no soy «un superhombre» sino un hombre que puede indicar donde está Dios en una sociedad donde a veces no sabemos donde está».
Una época de cambio
Sobre la situación actual en "una época de cambio", Cobo ha explicado que se coloca "en el momento actual de la Iglesia, en un tiempo de desafío, para el que no tenemos recetas. El Concilio ya marcó una línea, el Papa actual la ha ido desgranando y entre todos, no con personalismos, tenemos que colocarnos creeyendonos el Evangelio de verdad que fascina y convence".
En su hoja de ruta, le ha explicado a Carlos Herrera, ha expresado su deseo de "trabajar con otros, porque hay muchísima gente que está en la trinchera y hay que animarles. Hay mucha soledad, que está con la lágrima todo el día y en pocos lugares tenemos tantos sitios de misericordia. La labor del obispo será ayudar a que estos sitios tengan alma".
Las migraciones, un signo de nuestro tiempo
Sobre el perfil social del arzobispo y su "desvelo" por los migrantes, el prelado madrileño ha subrayado tener "la misma visión que tiene el Papa ahora mismo". "Tendremos que ver en el aspecto de las migraciones como un signo de nuestro tiempo, esto pasa y va a seguir pasando". Por ello, ha indicado, "este problema se puede ver como un fenómeno o aprendiendo a mirar las personas ante este desafío". Cada persona que emigra "es una historia y el Evangelio también nos lleva a verlo así. Que haya personas que quieran una vida mejor yo creo que eso es legitimo. Incluso a que puedan vivir donde quieren y facilitar el derecho a no emigrar. "Son personas y son personas que vienen a un mundo para vivir mejor y eso creo que tiene derecho a cualquier persona".