Madre de un niño con diagnóstico de Autismo: "Cuando recibes ese diagnóstico es, sobre todo, un descanso"
En España hay cerca de 500.000 personas que están diagnosticadas de Autismo, pero otras muchas personas no lo están
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Hoy os queremos contar la historia de Eric, un niño de tres años que solo sabe decir una palabra: "Adiós". A los 3 años los niños suelen tener un vocabulario de unas 300 palabras, pero Eric solo sabe decir una. Este niño tiene TEA (Trastorno del Espectro Autista), se lo diagnosticaron en octubre de este 2022 en un centro privado. La madre de Eric, Rebeca, explica que, tanto ella como su marido, se comunican con su hijo "a través de gestos que él hace con los brazos o va señalando. Y también él te agarra cuando quiere, por ejemplo, una botella de agua, y te lleva a cogerla (...) Poco a poco él se va comunicando".
Eric es uno de los 4.500 niños que cada año nacen con TEA, un trastorno neurológico que en muchas ocasiones es muy difícil de diagnosticar y para el que no existe un tratamiento específico a día de hoy. Actualmente, en España hay cerca de 500.000 personas que están diagnosticadas de Autismo, pero otras muchas personas no lo están. En la mayoría de las ocasiones se trata de un largo y costoso camino. Y es que los padres, en la mayoría de las ocasiones, tienen que pagar de su bolsillo los informes necesarios para poder lograr ponerle un nombre a lo que les pasa a sus hijos.
Saber este diagnóstico se necesita, principalmente, porque "tú no puedes vivir en una incertidumbre. Cuando recibes ese diagnóstico es, sobre todo, un descanso. Y, de cara a la administración, también es muy importante, porque te abre la puerta y empiezas a trabajar con tu hijo para darle herramientas para poder vivir en esta sociedad", comenta la madre de Eric.
Eric nació un mes antes de la pandemia. Por lo que al principio le echaron la culpa al aislamiento social. Sin embargo, cuando cumplió un año de edad, se dieron cuenta de que algo no iba bien porque no hablaba. "Empezamos a fijarnos bastante y nos dimos cuenta de que las relaciones sociales le costaban bastante más, no hacía juego simbólico (...) Nos empezamos a dar cuenta de que había cosas que eran diferentes", agrega Rebeca.
La psiquiatra del Hospital Gregorio Marañón, Mara Parellada, explican que la razón por la que es tan difícil diagnosticar este trastorno es "porque los síntomas definitorios son una combinación de comportamientos diferentes que, tomados de forma aislada, pueden responder a distintos problemas". "Es difícil porque hace falta una especialización en la formación de los profesionales que lo van a diagnosticar. No se puede hacer un diagnóstico en un cuestionario, ni tampoco hay un diagnóstico en base a una analítica", agrega.
La doctora Parellada trabaja en un proyecto de investigación en el diagnóstico etiológico, es decir, en las causas. "A día de hoy ya se debe poder hacer un diagnóstico de autismo en todos los centros de salud mental y en todos los dispositivos sanitarios que hay. Otra cosa es que las causas concretas de por qué cada niño tiene ese problema, a día de hoy, todavía no se saben", explica la doctora.
Tener el diagnóstico de este trastorno es muy importante "para poder ponerte a trabajar, para poder tener intervención temprana, para poder hacer todos los apoyos específicos necesarios en el colegio. Eso hay que hacerlo rápido, luego hay que buscar las causas y ahí es donde, según donde le toque a cada uno ser atendido, le van a hacer unas pruebas u otras", agrega la doctora.