Marcelo Ordás, coleccionista de fútbol: ''No es un hobby, es el deber de guardar la historia''

Más de 6.000 objetos de la historia del fútbol, sobretodo camisetas, pueden verse en la exposición Legends. The home of Football. Está en la Puerta del Sol de Madrid. Un espacio dedicado a la familia ''donde el padre le dirá al hijo quiénes eran sus jugadores de la infancia, y el niño quiénes son Haaland o Mbappé'', explica el argentino Marcelo Ordás. Es el director de Legends y lleva treinta años recopilando estos materiales. Tenía ocho años cuando fue por primera vez a un estadio, a ver el Argentina-Hungría del mundial de 1978, el partido que despertó su pasión por el fútbol.

Pero esta pasión por el coleccionismo empezó en otro mundial, en 1990. Argentina y Brasil se disputaban en Turín el partido de octavos. Argentina 1-Brasil 0. ''Entré al vestuario y abracé a Maradona, también Goycochea y me encuentro con Claudio Paul Caniggia, el autor del gol. Le pregunté si podía pedirle un abrazo''. Pero le dio algo más. El jugador regaló al joven Marcelo la camiseta del partido. ''Tomà pive, te la ganaste'' le dijo el internacional. A partir de esa reliquia, empezó un trabajo que nunca ha tomado como hobby, sino como un deber ''de salvaguardar la historia testimonial del fútbol''.

De un tiempo a esta parte ha recorrido ciudades y estadios, consiguiendo botas, medallas, documentos, balones, pero sobretodo camisetas, o como las llama él: ''las armaduras''. Además, este trabajo recopilatorio ''debió de haberlo hecho la FIFA'', apunta Ordás. Desde la camiseta de Zarra del famoso gol de 1950, a la de Iniesta de la final del mundial de 2012, o la de Señor del 12-1 con Malta. ''Nos la consiguió un jugador maltés que intercambió la camiseta con Señor'', informa el argentino.

En la exposición de Sol se pueden ver 600 objetos de los 6.000 que ha reunido Ordás. Se irán intercambiando. Y por supuesto, seguirá ampliándola con las futuras leyendas del fútbol. A la pregunta de qué camiseta salvaría si hubiese un incendio, Ordás nos dice dos, de sus dos patrias, porque su abuelo era español y del Madrid: la camiseta de Maradona de la final de México' 86 y la de Iker Casillas de Sudáfrica 2012.