Los niños acceden a la pornografía desde los 8 años: "Un tsunami, entran antes y a contenidos más violentos"
Las soluciones pasan por limitar el acceso y la educación sobre todo en familia. Los 10-11 años es buen momento para abordar la sexualidad con nuestros hijos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nueve de cada diez adolescentes de las Islas Baleares han consumido en alguna ocasión material pornográfico. Y 3 de cada 10 reconocen que acceden a través de internet a este material sexual diariamente.
Son datos de un estudio de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) que ha contado con encuestas a 3.629 jóvenes de las islas y a 2.592 familias de la comunidad. Familias que no son conscientes de las consecuencias del consumo de material pornográfico en adolescentes y que solo el 20 % de padres y madres reconocen que sus hijos ven pornografía.
Los datos de las Islas Baleares, que son demoledores, se pueden extrapolar a cualquier otra comunidad -como dicen los autores del estudio de la UIB, que pone los pelos de punta-, sobre todo para los padres con hijos adolescentes, incluso, y, aquí está el dato más espeluznante, la primera vez que los chavales acceden a contenido pornográfico solo tienen 8 años como subraya Luis Ballester, uno de los autores del estudio, "las primeras experiencias entre un 15 % y un 20 % sigue siendo los 8-9 años; se encuentran con la pornografía, o la pornografía les encuentra a ellos cuando ponen una palabra significativa en un buscador. Y en cuanto a la normalización del hábito que tenga está en torno a los 13 años tanto en chicos como en chicas".
Otra de las conclusiones es que la pornografía que ven los adolescentes es cada vez más violenta: el 76 % de los encuestados, es decir 3 de cada 4, reconoce que buscan contenidos en los que la mujer es denigrada, maltratada y hasta violada. Un dato aún más preocupante, si cabe, es que el 70 por ciento del material de pornografía infantil es autoelaborado, es decir, son los propios adolescentes lo que se graban mientras mantienen estas relaciones. Además, cuánto más porno consumen, más porno demandan y también lo generan ellos mismos. Una situación en la que los padres juegan un papel clave en la solución de este problema. Lo que ocurre es que en la mayoría de los casos no saben que sus hijos ve pornografía de manera habitual.
La gravedad del problema nos lleva a Herrera en COPE a analizar lo que está pasando en profundidad. Contamos con el testimonio de un joven que confiesa que empezó a consumir porno a través del móvil y que lo hizo, un poco más tarde que sus amigos. "Soy de los tardíos, la mayoría de mis amigos comenzaron a los 13 -14 años. Yo tenía 15 o 16 años la primera vez", admite este joven que prefiere mantener el anonimato y que, ahora con 23 años, es consciente de que no llegó a estar enganchado a la pornografía gracias a la educación recibida en su casa y que le hizo ser consciente de dónde se estaba metiendo, "me dí cuenta del problema desde que comencé, no comienzas por gusto, si echo la vista atrás llega un momento que pillas una rutina y un ciclo, cuando de repente te das cuenta de que no te aporta nada en la vida".
¿Hay soluciones al problema? ¿Por dónde pasan?
Según el autor de este informe, Lluis Ballester, hay dos ejes clave: limitar el acceso de los jóvenes a la pornografía y la educación. Es clave poner límites y ya hay gobiernos de países de nuestro entorno que están tomando cartas en el asunto. El último ha sido Francia: será el primer país del mundo que impone el control parental de fábrica en todos los aparatos comercializados en su territorio. Una especie de pin parental que los jóvenes no podrán trucar. Lo hará a partir de septiembre.
En Alemania, hay más control que en España: allí es obligatorio realizar un reconocimiento facial de la persona que quiere acceder a imágenes pornográficas para poder detectar así la presencia de menores. Y en Estados Unidos, son varios los estados en los que se piden los datos personales de los que acceden al porno.
¿Se debería hacer algo similar en España? Jorge Gutiérrez, impulsor de la ONG DALEUNAVUELTA.ORG en la que ayudan a personas adictas a la pornografía asegura en Mediodía COPE que "el problema es grave o más porque llueve sobre mojado cada vez son más, entran antes y los contenidos son más violentos. Estamos llegando tarde, una chica de 14 años decía en un taller 'por qué me voy a preocupar por alguien con el que solo me acuesto', es un ejemplo sencillo de que hemos llegado tarde, la pornografía ha llegado antes. Es un tsunami, hay que ver los estragos que está provocando la pornografía y hasta que no nos demos cuenta del daño que hace a los adultos, no empezaremos a buscar soluciones".
Con 8 años, "el acceso a la tecnología es lo que tiene. Más que alarmarse de lo que ven, lo que hay que preocuparse es de cómo podemos hablar con ellos de lo que han visto, de lo que les ha provocado rechazo, malestar. Es el momento para afrontar esas conversaciones. Hay que hablar de sexualidad, que no es hablar de sexo, hay que hablar antes con ellos, con 9, 10 u 11 años, antes de que entren en la adolescencia", anima Jorge Gutiérrez, "porque estamos en el momento de hablar y escuchar, conversaciones de la cocina, hay que hacer una educación sexual cotidiana aprovechando películas, series, canciones ya que hablan abiertamente de sexo. Ha llegado el momento de hablar con normalidad si no queremos que los aborden otros antes que nosotros. Puede parecer una perogrullada, pero que se sientan queridos es la mejor clase de sexualidad, que noten la cercanía de sus padres".
¿Es fácil el acceso a la pornografía en España, qué soluciones hay que poner? "Hace falta más ministros como el francés de transición sexual que te diga que no se va a poder acceder a las páginas de pornografía, porque esas páginas solo te piden que les digas que eres mayor de edad, nada más. Se pueden hacer muchas cosas, complejas, pero hay que hacerlas".