Madrid - Publicado el - Actualizado
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Era una mujer rubia y guapa. Un buen día decidió dejar el Pirineo y trasladarse a Barcelona para trabajar de sirvienta. Se hizo un hueco entre la prostitución de lujo en la ciudad Condal y luego acabó asesinada a golpes y luego fue enterrada en un huerto. Era enero de 1949. Ella se llamaba Carmen Broto.
-¿Quién fue Carmen Broto?
-Nacida en la provincia de Huesca en 1924, muy pronto Carmen Broto decidió que quería una mejor vida y decidió marcharse a Barcelona como sirvienta. Era una mujer bella, rubia y alta. Sin duda, pronto fue consciente que de sirvienta no obtendría una gran prosperidad. Su autentico nombre era Carmen Brotons Buil, aunque en el futuro se llamaría Carmen Broto.
-Un buen día descubre la prostitución
-Una mujer con un físico tan atractivo piensa que tiene que prosperar. Descubre la prostitución de lujo y pronto se hace famosa en toda la ciudad Condal. En ese tiempo se habla de que es la amante de Juan Martínez Penas, dueño del Teatro Tivoli, pero realmente este era homosexual.
-Amante de un empresario de mucho poder en Barcelona.
-Broto si se confirma que es la amante del conocido empresario Julio Muñoz dueño de Almacenes El Águila, que era conocido como ‘El Rey del Estraperlo’, que estaba casado. En ese tiempo, la vida de Carmen Broto es de lujo, luce joyas en público. Frecuenta las salas más importantes de Barcelona siempre bien acompañada. En ese momento la apodan Cascabelitos.
-Mujer confiada que amasó una pequeña fortuna
-Cada día eran mas los hombres que se acercaban a Carmen Broto. Muchos se convirtieron en protectores. Con una pequeña fortuna y muchas joyas, Carmen que era demasiado confiada lucia alhajas de fiesta en fiesta. Entre sus amigos estaba Jesús Navarro Manau, que sería uno de sus asesinos.
-Un macabro plan para matar a Carmen Broto
-Navarro Manau, con una ambigua sexualidad ideó un plan robar las joyas de Carmen Broto. Luego la matarían y la harían desaparecer. El plan tan macabro incluía emborracharla, golpearla y enterrarla en un huerto de la calle Legalidad, puesto que era habitual que, de tanto en tanto, se marchara de la ciudad sin dar explicaciones a nadie.
-El asesinato premeditado de una mujer indefensa
-El 10 de enero de 1949 fue el día elegido para el crimen. Jesús Navarro Manau queda con Carmen para pasar una noche de juerga entre alcohol. Ya lo habían repetido en varias ocasiones. La recoge en un coche donde también va Jaime Viñas, que seria luego cómplice del crimen. Visitan varios lugares de alterne y beben mucho. A altas horas de la madrugada, la llevan al coche y deciden donde la van a matar.
-Golpes en la cabeza y luego es enterrada.
-En ese ultimo viaje de Carmen Broto, cuando esta va distraída en el coche y algo afectada por el alcohol le dan un golpe seco en la cabeza con un mazo de madera. Se produce una pelea entre Viñas y Broto. El coche se detiene y Broto huye del vehículo. Sus dos agresores la persiguen, esta se desmaya y vuelven a llevarla al coche. Se dirigen a un huerto de la calle Legalidad, donde les espera el padre de Jesús Navarro Manau. Comprueban que Broto ha muerto, le roban las joyas y entierran el cadáver en el huerto.
-Las pruebas delataron rápidamente a los asesinos
-Los asesinos dejaron muchas pistas que facilitó el trabajo de la policía. Había muchas huellas en el coche que utilizaron para llevar a Carmen Broto, estaba lleno de manchas de sangre, cerca del huerto había un reguero de huellas, sobre todo sangre y cuando es hallado el cuerpo, los investigadores atan todos los cabos y detienen a Jesús Navarro Manau que confiesa. Su padre y Jaime Viñas se suicidan, tomando cianuro, antes de ser detenidos.
-La condena a Navarro Manau
-Navarro Manau fue condenado a muerte. Sin embargo, logró que le conmutaran la condena por 30 años de cárcel, gracias a las gestiones de sus abogados. Tras permanecer más de una década en el Penal de Ocaña, fue liberado por buena conducta.
-Un caso llevado al cine y la literatura
-Juan Marsé se inspiró parcialmente en el crimen para redactar su obra Si te dicen que caí, que fue llevada al cine por Vicente Aranda. El director y productor Pedro Costa le dedicó un capítulo de la prestigiosa serie televisiva La huella del crimen, protagonizado por Silvia Tortosa y Sergi Mateu. El hecho también fue novelado por Alberto Speratti en su obra El crimen de la calle Legalidad en 1983.