La historia más sangrienta de Theresa Knorr, ‘La Torturadora’

La mujer  desplegó una serie de terribles y sanguinarias torturas en contra de sus hijos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Nacida en 1946 fue la autora de tres asesinatos, entre 1964 y 1986. Tras engendrar a su primer hijo matoó a su marido. Se volvió a casar y tuvo cinco hijos mas. Tras separarse de su segundo marido se quedo con la tutela de estos. A partir de entonces, desplegó una serie de terribles y sanguinarias torturas en contra de sus hijos, que desencadenaron la muerte de sus dos hijas mayores (a la mayor la inmoló viva y a la segunda la mató por inanición).

Se casa con Clifford Clyde Sanders un hombre cinco años mayor, con quien tuvo un hijo al que pusieron de nombre Howard. Desde el primer momento se sucedieron las peleas entre la pareja. Theresa era muy posesiva y no hacían más que llegarle rumores de infidelidad de su marido. En 1964, Theresa le pegó un tiro en el pecho. Fue absuelta al considerar el tribunal que fue en defensa propia. En ese momento Theresa estaba embarazada de su hija Sheila.

En 1966 se casa de Robert Knorr, estando ya embarazada de el de siete meses. Nació el 13 de marzo de 1966, y un año después nació William, mientras que en 1968 nace Robert, y Theresa en 1970.

Theresa se hunde en el alcoholismo desarrollando con ello una esquizofrenia desmedida. Encontrándose sola y con seis hijos, además de su adicción al licor, Theresa pronto encontraría en sus hijos, el objeto y la excusa perfecta para descargar sobre ellos toda su rabia y frustración. Intimidaba a sus seis hijos a quienes los sentaba en el suelo de la cocina y los hacía quedarse inmóviles mientras ella no paraba de mirarlos fijamente durante horas. Si se movían les propinaba palizas y en algunas ocasiones los encerraba y les arrojaba cuchillos de cocina. En alguna ocasión amenazó con una pistola a su hija menor Theresa.

Theresa hacia una vida sedentaria por lo que empezó a engordar sin control. Le echó la culpa de esto a su hija Susan, al considerar que estaba poseidad por el diablo y le lanzaba hechizos para que engordara. Theresa cocinaba grandes ollas de pasta con queso y grasa y obligaba a su hija a comer excesivamente para que engordara como ella. El ritual consistía en sentarla en el suelo de la cocina, poner la olla ardiente sobre las piernas desnudas de Susan para quemarla y supervisar que terminara con la olla entera.

Susan escapó de casa y denunció a su madre ante la policía local. Nadie le hizo caso, ya que creían que estaba mal de la cabeza. En un primer intento y tras una disucion, Theresa le pego un tiro a su hija, la bala se alojó en la espalda. Días después después le clavó unas tijeras afiladas. Tampoco muere. Fueron días duros para Susan, a la que quisieron extraerle la bala de la espalda. En casa sin medios, en el intento hicieron una carnicería. Pasados unos días, Susan iba a peor.

Susan gritaba de color. Theresa tomó a Susan y tras amordazarla con cinta americana, la amarró de pies y manos y luego subió todas sus pertenencias las cuales estaban en una bolsa de basura. Condujeron con Susan varios kilómetros hasta salir de la ciudad y llegaron a un puente cercano, donde Theresa, tras empapar todas sus cosas en gasolina y a la propia Susan, colocó a la joven sobre las bolsas de basura y luego sin remordimiento alguno, le prendió fuego asumiendo que estaba muerta. La autopsia determinó que estaba viva.

A los dos años de aquel asesinato, Theresa obliga a su hija mayor Sheila a prostituirse. Al principio a Sheila le iba bien y podía traer dinero a la casa, pero pronto, los delirios de Theresa volvieron a aparecer y esta comenzó a hostigar a su hija al acusarla de estar embarazada y de haber supuestamente contraído una enfermedad venérea lo cual Sheila negaba categóricamente. Theresa le dio una paliza y encerró a su hija en un armario, sin darle de comer y beber. Tres días después se dieron cuenta que había muerto de desnutrición y deshidratación.

Theresa teniendo miedo de verse implicada en el asesinato de su hija (ya que el cadáver de Sheila comenzó a emanar un fuerte olor que se sentía por toda la casa), ordenó a sus hijos poner a Sheila en una caja de cartón. Luego, los hijos de Theresa arrojaron el cuerpo cerca del aeropuerto de Truckee (California). Posteriormente, Theresa ordenó a su hija menor, Terry a que le prendiera fuego a la casa, cosa que al final hizo, dejando pistas suficientes a los bomberos y a la policía de que el incendio fue provocado para ocultar el asesinato.

Teresa una de las hijas ya casada, quiso hacer justicia por sus hermanos asesinados y contó todo a la policía. Theresa es detenida el 10 de Noviembre de 1993. Se declaró inocente de los cargos pero al sospechar que uno de sus hijos declararía contra ella, debido a que había evidencia suficiente para recomendar la pena de muerte para su caso, decidió declararse culpable para rebajar su condena. El 17 de Octubre de 1995, Theresa fue condenada a 2 cadenas perpetuas consecutivas, pudiendo salir bajo libertad condicional en el año 2027 y si vive, tendrá 81 años.