Sevillanas a contramano para la Feria de Abril en mayo

Aprovechando que la feria de abril de Sevilla se celebra este año en mayo, Fidel Moreno trae tres sevillanas que van más allá de lo previsible.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Tres sevillanas a contramano, ¿a contramano de qué? Pues a contramano de lo previsible, en contra de esa idea que muchos tienen de que las sevillanas son un simple canto regional propio de la primavera, de la feria y del Rocío. Ya que la feria de abril de Sevilla se está celebrando ahora en mayo –lo que a muchos les puede sonar contradictorio–, Fidel Moreno pincha tres sevillanas que van más allá de lo previsible y le dan una vuelta de tuerca al género: como retrato sociológico en un caso, como disidencia surrealista en otro y como explosión rítmica funky en el tercer caso.

Comenzamos con el gran éxito popular de la Martirio, "Las sevillanas de los bloques", una obra maestra que compuso Martirio con Kiko Veneno. Martirio que se había hecho muy conocida en 1986 con sus peinetas, sus trajes y su visión irónica y sentida de la situación de la mujer en una España que intentaba ser moderna, se marcó para su segundo disco unas sevillanas que retrataron con mucha gracia y en primera persona la vida familiar de las amas de casa de las clases populares, una radiografía agridulce del día a día en un bloque de pisos. Estas sevillanas están protagonizadas por una señora de su casa que es uno de los grandes personajes femeninos que ha dado la canción popular en el siglo XX. 

En segundo lugar escuchamos unas sevillanas disidentes del primer disco de Los Mártires del Compás, del año 95. "Sevillanas Billy", se titulan, es un alegato surrealista que tuvo mucho éxito entre los muchos sevillanos y andaluces a los que no les gusta el Rocío. Hay que entender que en Andalucía y especialmente en la baja Andalucía, ese triángulo formado por Sevilla, Cádiz y Huelva, las tradiciones tienen tanto peso que hasta los disidentes se ven arrastrados por la marea de los rituales, lo cual es un síntoma envidiable de salud de esas tradiciones, en el sentido de que incluyen también a los que no están de acuerdo. Los Mártires del Compás forman parte de este flamenco heterodoxo y estas sevillanas con las que se dieron a conocer son un juego un punto irreverente, con elementos tradicionales como la peineta que parece una maceta que anda sola por encima de la tapia, un tiburón que aparece en el río Quema, un camino del Rocío que no se ve por el polvo que levantan los bueyes y los tractores de la marquesa

Por último, nos despedimos con un tema que es una bomba rítmica, y es el famoso "Paco, Paco, Paco" de Encarnita Polo, un tema de 1969 que no ha sido suficientemente valorado por nadie y que hay que empezar a incluir con todo el derecho en la historia de eso que llaman flamenco fusión. "Paco, Paco, Paco" son en origen unas sevillanas llamadas Coplas de los Siete Niños que Rafael de León, Antonio Quintero y Manuel Quiroga escribieron para Concha Piquer, y que hablaban de la mítica cuadrilla de bandoleros que a principios del XIX tenían su base en las proximidades de Écija. En la versión funky de Encarnita Polo se omite el trágico final de los bandoleros y se refuerza el carácter rítmico. Fue el gran músico argentino Adolfo Waitzman, que era el marido de Encarnita Polo, quien adapta estas sevillanas vistiéndolas con unos brillantes arreglos de pop orquestal que a mí me parecen insuperables y que marcan el camino de lo que pueden dar de sí las sevillanas, como género disco y funky.