Tres canciones para un amor truculento

Fidel Moreno nos hace un recorrido por amores truculentos a través de tres canciones ejemplares de distintas épocas.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hoy vamos a escuchar tres canciones que retratan relaciones amorosas truculentas y engañosas, relaciones de pareja de las que conviene escapar. Son tres grandes canciones de distintas épocas que retratan la pesadilla de dormir con tu enemigo y llamarlo amor.

Fidel Moreno, autor del ensayo "¿Qué me estás cantando?", comienza este repaso con el melodrama de 'Un ramito de violetas' , un tema compuesto por Celicia que escuchamos en la versión que interpretó Manzanita en 1891. Cuenta una relación terrible en la que, desde hace más de tres años, una mujer casada recibe de un desconocido cartas de amor y, cada 9 de noviembre, un ramito de violetas. La mujer protagonista es una ingenua, que se siente feliz con aquellas cartas; la canción llega a decir que “ella es así, feliz de cualquier modo”; y, claro, no le dice ni mu a su marido. La pobre mujer no sospecha que es el marido el que le escribe aquellas “cartas llenas de poesía”. Es una de las pocas historias de suspense del cancionero español, cuando en el desenlace de la peripecia descubrimos que el marido es el remitente secreto de las cartas se abren muchas preguntas: ¿por qué lo hace?, ¿se trata de un experimento malvado o es que trata de hacer feliz a su esposa?

La siguiente canción es un tema de 1989 que fue fundamental en la educación sentimental de toda una generación: "No me importa nada" de Luz Casal. A finales de los ochenta ya se había producido una liberación de las costumbres, de hecho más que los afamados años sesenta, en España la liberación sexual llegó en los ochenta. Y en los ochenta ya las canciones retratan esas relaciones más libres, que no están abocadas al matrimonio y que en muchos casos ni siquiera son importantes. Las grandes pasiones dejan un hueco a pasiones de baja intensidad, a rollitos de primavera, incluso a historias que no merecen la pena pero que se mantienen por inercia. Como la historia de No me importa nada, una canción que fue el primer gran éxito masivo de Luz Casal.

Por último escuchamos una cancion publicada hace un mes por Lorena Álvarez, una interesante cantautora asturiana. La canción se titula "Si tú eres mi hombre" y lleva hasta el paroxismo esta idea de un amor truculento, esta idea del infierno conyugal. Está llena de guiños a canciones de ayer y de hoy, hay referencias a Jennifer Rush, las palmas recuerdan a la Rosalía de Malamente, y su letra tiene un aire a las Vainica doble. Es una relectura del mito de la entrega al hombre por parte de la mujer, un cuestionamiento del mito romántico. Y un acercamiento empoderado a la realidad del maltrato, con cierto sentido del humor.