Javier Ruibal: "Antes me parecían una cursilada los corazoncitos de WhatsApp, ahora me he hinchado a ponerlos"
El cantautor y compositor gaditano ha presentado en COPE su nuevo libro-disco edición de lujo, titulado "Ruibal", que escribió y compuso en pleno confinamiento
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El cantautor y compositor gaditano Javier Ruibal ha celebrado su disco número 13 este viernes en 'Herrera en COPE', que llega con la edición de un libro-disco edición de lujo , titulado "Ruibal", que escribió y compuso entre marzo y mayo de 2020. Ha sido la artista Sonia Alonso la que ha hecho "un cuadro específico para cada una de las canciones", ha manifestado.
Premio Goya a la mejor canción original 2020 por la película homónima de Benito Zambrano, Ruibal ha dicho que "estar tan encerradito" le ha permitido "pulir mucho las letras". De hecho, este disco "está impregnado de las sensaciones del aislaciento, de la vocación de estar todos juntos a pesar de estar separados".
"Uno se pasaba el día poniendo corazoncitos en el WhatsApp, que antes me parecía una cursilada, y ahora me he hinchado. Algo de eso refleja este disco", ha manifestado, aunque también "hay ganas de reirse porque no podíamos salir de esta realidad". Pero no solo eso, pues, según ha dicho, durante el confinamiento "había actitudes bastante biliares" debido a los enfrentamientos de los políticos "cuando lo que está ocurriendo es un drama universal", por lo que el "desengaño" también se refleja en este trabajo.
Ruibal, que ha recordado que empezó a componer en el año 1979 y "a dar el cante", ahora tiene "otro pulso a la hora de componer y de escribir". Títulos como "Astronomía", "Física Cuántica", "Sala de Ausentes" o "Música en vena" dan idea del contenido de su nuevo trabajo, que supera con creces al mero enunciado de cada canción. Desde su heterodoxia de compositor andaluz y universal, Ruibal también hace un brindis a Madrid, una "ciudad abierta y acogedora", mediante un singular chotis.
Con canciones llenas de amor, pero también de humor, Ruibal arranca la carcajada o la lágrima al tiempo que descubre una novísima propuesta que habla del vasto universo y del diminuto espacio cuántico, haciendo sentir a quien lo escucha gigantes o minúsculos. Ese es el juego de Ruibal.